“Los niños de los ´90, buscando una esperanza”, la obra de teatro que prepararon los estudiantes de Marcos Paz
Se realiza en Chapadmalal
05.11.2011 | La sobreviviente Emilce Moler los visitó durante el fin de semana
Se apagan las luces y la silueta de una chica embarazada aparece en escena. Mientras se toca la panza, una voz dulce y femenina penetra en el silencioso anfiteatro: “En los ´90, estaba lleno de chicos que tomaban yogur con hierro, y de chicos que no sabían cómo era el sabor de un yogur común. Chicos que comían y pedían juguetes, y chicos que pedían para comer”. Las comparaciones se suceden unas con otras e interpelan al joven público que sigue atento cada detalle desde la oscuridad de la sala. Los siguientes segmentos de expresión corporal de los pibes de la Dirección de Juventud de Marcos Paz continúan relatando con movimientos la desigualdad instalada en su generación, esa que creció al calor de los embates del neoliberalismo. Prepararon la obra “Los niños de los ´90, buscando una esperanza”, que emocionó y dejó a todos boquiabiertos en “Jóvenes y Memoria”, en el marco de su taller de expresión corporal.
En el encuentro de Chapadmalal las obras de teatro de las escuelas se suceden así como los videos, que tratan sobre diferentes temáticas tanto de la memoria como de la actualidad. Después de la presentación de cada trabajo, los chicos que la llevaron adelante esperan con ansiedad la devolución que les hace Sandra Raggio, coordinadora de la Comisión Provincial por la Memoria.
Anteayer por la noche también estuvo en ese momento Emilce Moler, que les dedicó unas palabras a los alumnos presentes, entre presentación y presentación. “No me quiero poner melancólica, por suerte cada vez estoy más acostumbrada a conocer jóvenes que reflexionen sobre la memoria y los derechos humanos, sobre todo después de estos diez años del Programa Jóvenes y Memoria”, les confió la sobreviviente de La Noche de los Lápices. “Sólo puedo asegurarles que esta experiencia los va a marcar mucho en sus vidas, lo que hagan con los temas que abordaron para venir hará coherente nuestro futuro y que no estemos tan distraídos como solíamos estarlo hasta ahora”, dijo.
La gran novedad de este año de la jornada de Chapadmalal es que el gran ojo orwelliano de Facebook permite seguir en vivo por internet la transmisión de cada actividad, para los familiares de los jóvenes participantes y todo interesado en hacerlo. Aunque a las cámaras, claro, se les escapen de escena las lágrimas emocionadas que saltan cada tanto de los ojos del público de jóvenes de escuelas presentes ante el horror retratado en los relatos, o el miedo que irrumpe en el auditorio cuando pibes disfrazados de genocidas corren por el auditorio buscando a los marcados para ser chupados, evocando el terror que instauraba el régimen en los años de plomo.
Ayer, hubo lugar para la reflexión en los foros de debate, que son voluntarios y reciben gran concurrencia de los alumnos. El primero fue sobre discriminación. Casi 100 pibes de diferentes lugares problematizaron sobre el origen de palabrotas como “puto”, “negro” o “villero”. Como cada cosa que sucede en Chapa, el foro estuvo atravesado por una energía juvenil, de aplausos espontáneos, gritos, arengas, entusiasmo e interés. “Discriminar es miedo a ser como el que estás insultando”, fue una de las conclusiones que se escuchó de boca de los pibes. “Ahora me doy cuenta de las cosas que le digo a mis amigas con amor, pero sin darme cuenta de las implicancias que tiene, por ejemplo, llamarlas cariñosamente ‘putas’”, dijo otra.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-165593-Teatro-y-debate-en-el-encuentro-Jovenes-y-Memoria-en-la-costa.html
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