Con seis películas en su haber, Guadalupe Docampo se convirtió en una de las actrices jóvenes referentes del cine argentino. Con personajes tan disímiles como los que le tocó interpretar en La sangre brota y en La Tigra, Chaco, quedó comprobado que su histrionismo por la actuación la colocan en un lugar al que sólo se accede con garra y talento. En exclusiva, dialogamos con una de las actrices con más futuro de la escena argentina.
Por Juan Pablo Russo
¿Cómo fue que te llegó la propuesta para protagonizar La Tigra, Chaco?
Los directores hicieron una convocatoria masiva vía internet. La noche antes de que me tomaran el casting fuí a una de las fiestas que el Grupo Kane, del cual forma parte Fede Godfrid, organizaba en la FADU. Yo estudiaba ahí pero todavía no lo conocía y no sabía de la relación entre Kane y La Tigra, Chaco. Ahí mismo, Federico me dijo que tenía algo en contra: no era chaqueña. Al día siguiente decidí no ir a la prueba, era un diciembre pegajoso en Buenos Airess y no podía hacer nada por mi carencia. Pero los chicos me llamaron para decirme que me estaban esperando porque ya habían pensado en la pareja con Ezequiel. Me acuerdo que hicimos un casting muy meloso, que Fede y Juan odiaron y recién reconsideraron cuando lo volvieron a ver.
Vero, el personaje que te tocó interpretar tiene una idiosincrasia muy típica del lugar, ¿cómo lograste una actuación tan creíble con ese acento tan particular?
En primer lugar, hace muchos años que bailo folklore y sobretodo danzas del litoral. También hice teatro comunitario en la casa de cultura del Gobierno de Corrientes en Buenos Aires. No solo compartía ambas actividades con gente del interior sino que gracias a las mismas viaje por gran parte del Nordeste Argentino. Entonces, un pueblo en el Chaco no se me hace ajeno.
En cuanto al acento, fue todo cuestión de tiempo. Yo llegue a La Tigra con todo el grupo una semana antes de empezar a rodar mis escenas. Durante esos días me juntaba con las chicas del pueblo a tomar terere y vaguear . A los primeros a los que me animé con la tonada fue a unos nenes, después a Ezequiel Tronconi, que me tuvo una paciencia infinita. Por ultimo, a los directores. Tenía mucho miedo porque sabía que si no funcionaba iba a ser bochornoso. Fue un gran acto de fe de parte de Fede y Juan llevarme hasta allá sin un acento y se los agradezco mucho.
El film fue rodado en un pequeño pueblo de la provincia de Chaco al que se trasladó todo el equipo. ¿Cómo te resultó esa experiencia?
Fue una experiencia sin igual y, sin duda, muy enriquecedora. Tanto para las personas que pudimos vivirla como para la película. El nivel de concentración y conexión que aparece cuando uno no tiene posibilidad de desconectar con el trabajo, porque está lejos de todo su mundo, es mágico. Entiendo que no es un abordaje que sirva para todas las historias, pero en La Tigra uno podía sentir la felicidad a flor de piel. Bueno, también los mosquitos y el calor…
El vínculo, tanto entre Ezequiel y yo como entre Esteban y La Vero es impensable en un rodaje ordinario. Tiene que ver, no solo con estar viviendo juntos, sino también con estar lejos de casa, de lo seguro y lo familiar. La apuesta era grande y todos los que estuvimos ahí la tomamos, eso nos conecto casi de inmediato.
En 2008 ganaste el premio Carlos Carella a la mejor actuación femenina en el Festival de Cine de Mar del Plata y casi todas las películas en las que participaste fueron seleccionadas para algún festival como fue el caso de La sangre brota y El custodio. ¿Cómo te llevas con el circuito festivalero y como cambia la carrera de una actriz después de ser reconocida en los mismo, obviamente si es que cambia?
No sé porque me tocaron en suerte todas películas que me da gusto hacer. Es un misterio. No diría que no a una película netamente comercial porque vivo de la actuación, pero que gusto poder hacer este otro tipo de películas. Más que nada, porque en las películas independientes la experiencia siempre se vuelve personal. Puedo decir que de las 6 películas que llevo hechas, 5 me cambiaron la vida. En cuanto al reconocimiento, lo que sucede con La Tigra, Chaco nunca antes me había pasado. Siento que todo el trabajo que pusimos en este proyecto no para de cosechar frutos.
Tu personaje de La sangre brota es totalmente opuesto al de La Tigra, Chaco. ¿Con qué tipo de personajes te sentías más cómodo?
Cómoda no me siento nunca y si me siento cómoda es porque hay algo que estoy haciendo mal. Debe haber alguna cosa que no me anime a arriesgar. Lo que me hace sentir muy feliz es que me llamen para hacer cosas tan diferentes. Para contar La Sangre Brota puedo ser una adolescente reventada, para La Tigra, Chaco, la jovencita más adorable. Me divierte mucho ser actriz.
También participaste de Tetro, la película que Coppola filmó en Argentina. ¿Cómo te resultó la experiencia de filmar con él?
Fue una experiencia muy intensa. Audicioné para un personaje para el que finalmente no quede, pero él dijo que quería que de alguna manera participara. Hice algo muy chiquito que apenas quedo en el corte final. Ahí conocí a Carmen Maura que generosamente compartió conmigo los tips más importantes a la hora de trabajar en cine.
Sos una actriz prácticamente abocada al cine. ¿No tenés propuestas para hacer teatro o tv o por ahora solo preferís el cine?
Trabajo como actriz desde los 14 años, pero cuando tuve que decidir que estudiar a nivel universitario elegí Diseño de Imagen y Sonido. El cine es el lugar de expresión que a mí se me hace más rico.
Creo que al elegir hacer francamente cine, el mundo de la tele y el teatro me quedaron muy lejos. Pero hace poco tuve mi primera experiencia en Ciega a Citas y la pase muy bien. Ahora estoy por empezar otro programa con la misma productora, lo cual es un honor porque me parece que tiene las propuestas más interesantes hoy en día. En cuanto al teatro, también están apareciendo nuevas posibilidades, pero nada confirmado.
¿Cuáles son los actores que tomas como modelo a la hora de crear un personaje?
Depende de la película. Me encantan los actores de las pelis de los Dardenne porque me parece que todo lo que hacen es verdad. Trabajan con un nivel de sutileza y honestidad que me conmueve una y otra vez. Pero también hay otro tipo de películas, de registro más clásico que demandan del actor un nivel de histrionismo mayor e igualmente admirable. Me parece que actores como Harvey Keitel o Kate Winslet se destacan ampliamente. Si tengo que pensar en una actuación magnifica e inspiradora no puedo dejar de nombrar a Elizabeth Taylor en Quien le Teme a Virginia Woolf? Me tiemblan las piernas cada vez que la veo.
¿Te hubieras muerto por actuar en alguna película a la que nunca te convocaron?
No.
¿Sos de ir a casting?
Trabajo mucho en publicidad así que los castings forman parte de mi vida cotidiana.
¿Tenés alguna película para estrenar el año que corre?
Este año se estrena El Agua del Fin del Mundo, la opera prima de Paula Siero. Es la historia de dos hermanas, la mayor de ellas (Diana Lamas) tiene una enfermedad terminal y su sueño es ir a Ushuaia antes de morir. Mi personaje es Laura, la hermana menor, ella trata por todos los medios de cumplir el sueño de su hermana pero como no tienen plata ni familia le resulta casi imposible. Facundo Arana interpreta a Martin, un músico que trabaja en el subte y que tratara de ayudarnos como puede.
También es probable que se estrene Antes, la primera película de Daniel Gimelberg, protagonizada por Nahuel Viale, que este año gano el concurso del INCAA de pelis terminadas.
Fuente: http://www.escribiendocine.com/entrevistas/guadalupe-docampo-en-las-peliculas-independientes-la-experiencia-siempre-se-vuelve-perso
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