LA QUEMA DE LOS MUÑECOS
Bajo el fuego quedaron alambres, clavos, cartones, plásticos y la ciudad amaneció como tenía que ser: sucia y calurosa, pero feliz. Esta tradición -única en el mundo- iluminó la madrugada con fuegos y detonaciones
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2008/01/02/pdf/cuerpo.pdf
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