sábado, 16 de julio de 2005

Aplausos ganados a la calle

FERNANDO DE LA TORRE "CUANDO TIENES QUE PASAR LA GORRA, COMO AQUÍ, ESTÁS A EXPENSAS DE LA GENTE"

16 Jul 2005 Equilibristas, tragafuegos, malabaristas, clowns y escapistas de seis grupos internacionales de teatro tiñen las calles de Tui, durante todo este fin de semana, de un color diferente.

BETTINA PEREIRO TUI

Los artistas de calle han aparcado sus furgonetas para entretener y divertir a niños y padres, al menos, durante tres días. "Es un espectaculo familiar. A los pequeños llegamos a nivel visual y a los mayores más con el texto", explica la argentina Alba Richaudeau, de Circo Chico.

Alba es una bailarina que, un día, "buscando algo diferente", se encontró con el circo. "Deje la danza, cerré la academia y empecé a viajar con Circo Chico", relata.

Han actuado en Italia, Francia, Suiza, Chile..., y durante esos viajes descubrió que "vaya donde vaya, tengo un idioma universal con el que me entiende todo el mundo". Aunque reconoce que en España entendemos sus gags más fácilmente. "En Galicia es donde se entienden mejor los chistes, supongo que porque nuestro código cultural es más parecido", puntualiza Alba.

La mayoría de estos artistas cuentan con muchos años de experiencia a pesar de su juventud -rondan los 30-. Han hecho ópera, teatro, circo, música... pero al final la calle ha vencido a pesar de tener que pasar el maltrago de pedir el sueldo al final de la actuación. "Cuando estás contratado no pasa nada, pero cuando tienes que pasar la gorra, como aquí, estás a expensas de la gente", comenta el argentino Fernando de la Torre, miembro de Grupo Electrógeno. "En mi tierra para que la gente no se vaya sin dar nada se pasa la gorra antes de acabar la función", añade.

En un espectáculo en el que casi cualquier hecho puede entorpecer la actuación, los actores tienen que estar alerta en todo momento. Aquí es donde las tablas del actor marcan la diferencia. "Un camión, una persona que cruza... Tienes que utilizar todo lo externo a favor para mantener la atención del público", explica Celina Martínez, también de Grupo Electrógeno. "Cualquier cosa que pase tienes que usarla para enriquecer el show, así que debes de estar rápido o te lo puede echar abajo", sostiene Alba.

Y es que en la calle "el nervio es continuo", como dice Alba. "Tienes que mantener al público, a veces retrasando algo o acelerándolo. En cambio, encima de un teatro los nervios se centran en que todo salga según lo previsto, en su momento", compara la actriz.

Otra de las grandes diferencias que encuentra Celina está en el trato con el público. "Al finallizar la función, en la calle la gente se toma algo contigo y charla. En el teatro, cuando se cierra el telón, cada uno se va por donde vino", distingue.

Lo habitual en estas compañías de teatro en la calle es que se gestionen de forma autónoma, por lo que defienden la profesionalidad de esta actividad. "Si vives del teatro en la calle, uno no puede hacer lo que quiere. Si el espectáculo no gusta, la gente puede marcharse; o hacerlo sin echar nada en la gorra. Hagas lo que hagas tiene que funcionar. En una sala, la gente ya ha pagado antes de entrar", expone la argentina.

Esta idea también la comparte Celina, "En la calle tienes que buscarte tú la vida. Si no te mueves tú, nadie va a traerte la plata a casa. Para que el espectáculo no decaiga tienes que renovar los números, invertir en mejorar el material y ser profesional en lo que haces", agrega.

Viajes, nuevas amistades, nuevas experiencias... Pero todo esto tiene un precio. "Toda nuestra vida está dentro de la furgoneta y a veces piensas: ¡qué bárbaro! Me subo en mi casa y puedo aparecer en cualquier sitio; pero, otros días, quieres volver a tu cama y a tu baño. En cualquier caso, esta profesión es un privilegio", afirma rotunda Alba.

Fuente: http://www.farodevigo.es/extra/2328/aplausos-ganados-calle/11571.html

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