10 de Noviembre de 1999, Ciudad de Buenos Aires
Aunque era un secreto "sotto voce", el galardón máximo de la fiesta de los ACE quedó en manos de Aída Luz, una reina de la escena nacional. Durante la velada, además, el boicot de los actores fue todo un tema.
La Asociación de Cronistas del Espectáculo otorgó su premio máximo, el ACE de Oro, a la veterana actriz teatral y cinematográfica argentina Aída Luz.
La actriz, de 82 años, logró también el premio a la mejor actriz en drama por su papel protagónico en la obra "La reina de la belleza".
La carrera de la premiada, cuyo hermano, Jorge Luz, es un conocido actor cómico, comenzó en la década de 1930 en teatros, películas y programas de radio. A partir de los años 60 intervino también en numerosos espacios de televisión.
Particularmente memorables fueron sus interpretaciones en las obras teatrales "La voz de la tórtola", "Un tranvía llamado deseo", "Los chismes de las mujeres" y "Una viuda difícil".
La Asociación de Cronistas de Cine le otorgó en 1959 su premio anual de actuación por su papel en la película "Aquello que amamos". En 1960 y 1961 también fue galardonada por su trabajo en las cintas "Sábado a la Noche" y "Las Furias".
Pasada la medianoche culminó la octava entrega de los "Premios ACE-Temporada 98-99", que otorga anualmente la Asociación de Cronistas del Espectáculo, consagrando con el codiciado ACE de Oro a la actriz Aída Luz en mérito a su trayectoria, desplegada a lo largo de una vida dedicada al teatro.
El reconocimiento y numerosos premios recayeron sobre dos espectáculos incuestionables de la temporada: "Ya nadie recuerda a Frederic Chopin" y "El saludador", dos obras que dan la medida exacta de la dramaturgia de Roberto Cossa.
El Teatro Opera (avenida Corrientes 860) dio marco a la ceremonia que, transmitida por América TV y Canal á a todo el país, fue conducida por Teté Coustarot y Andrés Percivalle desde un escenario decorado con telones y columnas en tono azul y una amplia pantalla de proyecciones.
En uno de los costados y desde un atril, los conductores anunciaban los postulantes mientras que en el otro extremo los ganadores se dirigían al público desde un atril similar pero enmarcado en un prisma de acrílico.
La primera de las sorpresas surgió con el premio a "Minetti", de Thomas Bernhard, como mejor espectáculo off, que recibió el consagrado director Roberto Villanueva, luego de una larga trayectoria profesional que se remonta a los '60.
La sombra de Osvaldo Dragún debe haber sonreído cuando "El viejo y el mar", realizada por el grupo Quetzal de Costa Rica, fue consagrado como mejor espectáculo extranjero, ya que se presentó en el Teatro Cervantes durante el último Encuentro de Teatro Iberoamericano organizado por el director desaparecido.
Al recibir su premio como director off, Lorenzo Quinteros agradeció la ayuda del Instituto Nacional del Teatro e hizo votos para que el próximo cambio de autoridades garantice la continuidad del organismo creado para el apoyo del teatro argentino.
Dos generaciones de dramaturgos se unieron cuando Mauricio Dayub entregó a Roberto Cossa el premio por su obra "El saludador", dando lugar a una de las ovaciones más cerradas.
Salo Pasik conmovió a los presentes cuando recibió en nombre de su mujer, Silvia Vladimivsky, el premio a la coreografía y, con la voz entrecortada, dio lectura a un emotivo fax que la coreógrafa envió desde Italia.
En un momento de crisis en que las salas teatrales cierran sus puertas, se le entregaron plaquetas en agradecimiento a quienes apostaron al teatro abriendo nuevos espacios: Héctor Bidonde por la sala "Paternal", Alex Ben y Alejandra Marín por "Gargantúa" y Alejandro Romay por recuperar las salas del tradicional "Broadway" de la calle Corrientes.
Cuando el Teatro Cervantes fue premiado en el rubro Producción, las palabras de Calatayud crearon un clima de emoción compartido cuando reconoció que "me faltan las manos y el corazón porque con Chacho Dragún pergeñamos la idea de revivir el teatro argentino de los '50 y nos fue bien, pero ...ya no está".
La menciones continuaron con plaquetas entregadas a Jorge y Daniel Grinbank por la remodelación del Teatro Opera, al grupo Perisférico de Objetos por diez años ininterrumpidos de actividad creadora, y a Ricardo Darín por la puesta en marcha del Teatro Regina.
El Homenaje que ACE brindó al divo italiano Vittorio Gassman fue recibido por Jorge Luz, quien leyó un mensaje del actor italiano en el que reitera su afecto por la Argentina y deja pendiente una promesa de volver a la escena porteña. La actriz Catalina Speroni (mejor actriz de reparto en drama) resaltó lo que de alguna manera estaba latente en todos los presentes, exhibiendo el cartel colgado de su cuello, y ratificó: "Somos actores y queremos actuar".
Los reconocimientos continuaron con la entrega de plaquetas a la actriz Linda Peretz que, durante un año, donó al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez el cachet que le correspondía por su actuación en el espectáculo infantil "La Flaca Escopeta" .
Una nueva ovación rubricó la mención del nombre de Roberto Villanueva cuando tuvo en sus manos el primer premio que recibió en sus 40 años de carrera profesional.
El actor y diputado Luis Brandoni fue el encargado de entregar la célebre estatuilla a Hugo Arana por su labor en "El saludador", en un momento de la ceremonia en que el dramaturgo Roberto Cossa ya se perfilaba como el gran protagonista de la noche.
La emoción sacudió a todos cuando, conducidos por la ternura en la voz de Virginia Lago, fueron convocados quienes abandonaron este mundo durante el último año para convertirse en los duendes del teatro.
Así desfilaron Eva Franco, Osvaldo Dragún, Jorge Mayor, Tania, Jorge Michelli, Maurice Jouvet, Alfredo Alaria y Niní Gambié, siempre presentes cada vez que un telón se levante y comience la magia de la función.
Finalmente se hizo justicia con la actriz Aída Luz que recibió su galardón como primera actriz protagónica, ante la emoción de su hermano Jorge y la platea aplaudiendo de pie. Con la mayor humildad, agradeció al público que la acompañó durante 63 años de trayectoria profesional.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/19991110/espectaculos5.html
Aunque era un secreto "sotto voce", el galardón máximo de la fiesta de los ACE quedó en manos de Aída Luz, una reina de la escena nacional. Durante la velada, además, el boicot de los actores fue todo un tema.
La Asociación de Cronistas del Espectáculo otorgó su premio máximo, el ACE de Oro, a la veterana actriz teatral y cinematográfica argentina Aída Luz.
La actriz, de 82 años, logró también el premio a la mejor actriz en drama por su papel protagónico en la obra "La reina de la belleza".
La carrera de la premiada, cuyo hermano, Jorge Luz, es un conocido actor cómico, comenzó en la década de 1930 en teatros, películas y programas de radio. A partir de los años 60 intervino también en numerosos espacios de televisión.
Particularmente memorables fueron sus interpretaciones en las obras teatrales "La voz de la tórtola", "Un tranvía llamado deseo", "Los chismes de las mujeres" y "Una viuda difícil".
La Asociación de Cronistas de Cine le otorgó en 1959 su premio anual de actuación por su papel en la película "Aquello que amamos". En 1960 y 1961 también fue galardonada por su trabajo en las cintas "Sábado a la Noche" y "Las Furias".
Pasada la medianoche culminó la octava entrega de los "Premios ACE-Temporada 98-99", que otorga anualmente la Asociación de Cronistas del Espectáculo, consagrando con el codiciado ACE de Oro a la actriz Aída Luz en mérito a su trayectoria, desplegada a lo largo de una vida dedicada al teatro.
El reconocimiento y numerosos premios recayeron sobre dos espectáculos incuestionables de la temporada: "Ya nadie recuerda a Frederic Chopin" y "El saludador", dos obras que dan la medida exacta de la dramaturgia de Roberto Cossa.
El Teatro Opera (avenida Corrientes 860) dio marco a la ceremonia que, transmitida por América TV y Canal á a todo el país, fue conducida por Teté Coustarot y Andrés Percivalle desde un escenario decorado con telones y columnas en tono azul y una amplia pantalla de proyecciones.
En uno de los costados y desde un atril, los conductores anunciaban los postulantes mientras que en el otro extremo los ganadores se dirigían al público desde un atril similar pero enmarcado en un prisma de acrílico.
La primera de las sorpresas surgió con el premio a "Minetti", de Thomas Bernhard, como mejor espectáculo off, que recibió el consagrado director Roberto Villanueva, luego de una larga trayectoria profesional que se remonta a los '60.
La sombra de Osvaldo Dragún debe haber sonreído cuando "El viejo y el mar", realizada por el grupo Quetzal de Costa Rica, fue consagrado como mejor espectáculo extranjero, ya que se presentó en el Teatro Cervantes durante el último Encuentro de Teatro Iberoamericano organizado por el director desaparecido.
Al recibir su premio como director off, Lorenzo Quinteros agradeció la ayuda del Instituto Nacional del Teatro e hizo votos para que el próximo cambio de autoridades garantice la continuidad del organismo creado para el apoyo del teatro argentino.
Dos generaciones de dramaturgos se unieron cuando Mauricio Dayub entregó a Roberto Cossa el premio por su obra "El saludador", dando lugar a una de las ovaciones más cerradas.
Salo Pasik conmovió a los presentes cuando recibió en nombre de su mujer, Silvia Vladimivsky, el premio a la coreografía y, con la voz entrecortada, dio lectura a un emotivo fax que la coreógrafa envió desde Italia.
En un momento de crisis en que las salas teatrales cierran sus puertas, se le entregaron plaquetas en agradecimiento a quienes apostaron al teatro abriendo nuevos espacios: Héctor Bidonde por la sala "Paternal", Alex Ben y Alejandra Marín por "Gargantúa" y Alejandro Romay por recuperar las salas del tradicional "Broadway" de la calle Corrientes.
Cuando el Teatro Cervantes fue premiado en el rubro Producción, las palabras de Calatayud crearon un clima de emoción compartido cuando reconoció que "me faltan las manos y el corazón porque con Chacho Dragún pergeñamos la idea de revivir el teatro argentino de los '50 y nos fue bien, pero ...ya no está".
La menciones continuaron con plaquetas entregadas a Jorge y Daniel Grinbank por la remodelación del Teatro Opera, al grupo Perisférico de Objetos por diez años ininterrumpidos de actividad creadora, y a Ricardo Darín por la puesta en marcha del Teatro Regina.
El Homenaje que ACE brindó al divo italiano Vittorio Gassman fue recibido por Jorge Luz, quien leyó un mensaje del actor italiano en el que reitera su afecto por la Argentina y deja pendiente una promesa de volver a la escena porteña. La actriz Catalina Speroni (mejor actriz de reparto en drama) resaltó lo que de alguna manera estaba latente en todos los presentes, exhibiendo el cartel colgado de su cuello, y ratificó: "Somos actores y queremos actuar".
Los reconocimientos continuaron con la entrega de plaquetas a la actriz Linda Peretz que, durante un año, donó al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez el cachet que le correspondía por su actuación en el espectáculo infantil "La Flaca Escopeta" .
Una nueva ovación rubricó la mención del nombre de Roberto Villanueva cuando tuvo en sus manos el primer premio que recibió en sus 40 años de carrera profesional.
El actor y diputado Luis Brandoni fue el encargado de entregar la célebre estatuilla a Hugo Arana por su labor en "El saludador", en un momento de la ceremonia en que el dramaturgo Roberto Cossa ya se perfilaba como el gran protagonista de la noche.
La emoción sacudió a todos cuando, conducidos por la ternura en la voz de Virginia Lago, fueron convocados quienes abandonaron este mundo durante el último año para convertirse en los duendes del teatro.
Así desfilaron Eva Franco, Osvaldo Dragún, Jorge Mayor, Tania, Jorge Michelli, Maurice Jouvet, Alfredo Alaria y Niní Gambié, siempre presentes cada vez que un telón se levante y comience la magia de la función.
Finalmente se hizo justicia con la actriz Aída Luz que recibió su galardón como primera actriz protagónica, ante la emoción de su hermano Jorge y la platea aplaudiendo de pie. Con la mayor humildad, agradeció al público que la acompañó durante 63 años de trayectoria profesional.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/19991110/espectaculos5.html
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