Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/29/pdf/19-c.pdf
Archivo virtual destinado a difundir la Actividad Teatral de la Ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina
domingo, 29 de abril de 2007
El Teatro Argentino premiado por críticos
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/29/pdf/19-c.pdf
Héctor Omar. Embajador del tango
Domingo 29 de abril de 2007
me dijo: Usted se llama Alberto Ponce. Y me anunció así. Y canté tres años como Alberto Ponce”.
Custodiada por leones
sábado, 28 de abril de 2007
viernes, 27 de abril de 2007
miércoles, 25 de abril de 2007
Filme platense tendrá premiere en EEUU
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/25/pdf/19-c.pdf
domingo, 22 de abril de 2007
El más puro bel canto, en Norma
Domingo 22 de abril de 2007 | Publicado en edición impresa LA NACION
Presentación de Norma , ópera en dos actos de Vincenzo Bellini, con libreto de Felice Romani sobre Norma ou l infanticide , de Louis-Alexandre Soumet, con el Coro (dirección: Sergio Giai) y la Orquesta Estable del Teatro Argentino con la dirección general de Antonio María Russo. Dirección escénica, diseño escenográfico e iluminación, Roberto Oswald; diseño de vestuario, Aníbal Lápiz. Cantantes: María Pía Piscitelli, Carlos Duarte, María Luján Mirabelli, Carlos Esquivel, Pablo Skrt y María Inés Franco. En la Sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino de La Plata.
Nuestra opinión: excelente
La apertura de la temporada lírica oficial con un título como Norma constituye sin duda un desafío que pocos teatros líricos se atreven a afrontar a menos que cuenten con los elementos que aseguren un éxito rotundo. La dirección artística del Argentino ha decidido asumirlo, y lo ha hecho con la dignidad del belcantista de la primera mitad del siglo XIX. No es difícil advertir las razones de ello: un plantel de voces más que idóneas, un manejo de la escena que mantiene las líneas del drama lírico sin descuidar la riqueza simbólica de los elementos elegidos para su representación, y una batuta lúcida para sostener la inspiración melódica cifrada en la partitura.
Esta feliz conjunción no sería completa si sus intérpretes no tradujeran los gestos teatrales -evitando excesos, por cierto-, y principalmente el excelente texto dramático de Felice Romani inspirado en Soumet (asequible gracias a la versión traducida en el sobretitulado), con una recitación efectiva, por la que se cuelan las líneas de la tragedia lírica recogida por los admiradores de la antigüedad clásica, como Racine, en el siglo XVII francés.
La concepción escénica ha sobrepasado la idea de que el extraordinario lirismo de Norma lo es todo, confiado principalmente a las voces protagónicas y a la labor de una orquesta que debe allanarse en todo momento a la intencionalidad encerrada en largas frases melódicas con el solo sostén de la orquesta. Sin desmedro de que estos últimos requisitos hayan sido cumplidos hasta el mínimo detalle de la partitura por la Estable, conducida imaginativamente por Antonio María Russo con óptimo rendimiento, la admirable puesta de Roberto Oswald puso de relieve -armónicamente- en cada escena toda la densidad expresiva y la fuerza dramática que potencialmente encierran. Decorados, vestuarios e iluminación fueron concomitantes con estos requisitos.
Desde la místicas implicaciones de la ceremonia druida del comienzo, con el árbol simbólico en el centro de la escena -que entre sus múltiples sentidos encierra el de evolución psicológica y también el de sacrificio- hasta los escenarios despojados del segundo acto, con escalinatas y piedras que presidían arduos cuestionamientos de intenso contenido emocional, todo se conjuga con los caracteres en juego. Primero, y especialmente, el de una protagonista de excepcionales condiciones, aquí en un momento importante en su relevante carrera. María Pía Piscitelli posee no sólo una excelente línea de canto, perfecto manejo de la voz, de noble pureza lírica y rica en matices emocionales -su "casta diva" fue impecable-; añade a ello una admirable presencia escénica.
Las ponderables dotes vocales del tenor Carlos Duarte, su vigor expresivo y dramatismo cobraron nuevamente vigencia, tanto en arduas intervenciones solísticas como en dúos y tríos. Los exigentes requisitos vocales y expresivos de Adalgisa fueron asumidos con solvencia por María Luján Mirabelli, con buen rendimiento vocal y actoral, sin que las notas agudas de su registro -a veces, algo ríspidas- alteraran su desempeño. Fue notable su dramatismo en el dúo con Norma en el acto segundo. Asimismo Carlos Esquivel con buen timbre, fue muy convincente, excepto en la escena inicial pues su voz quedó superada por la orquesta. El coro tuvo gran lucimiento. Pablo Skrt y María Inés Franco, con buena voz, estuvieron a la altura de sus papeles de apoyo.
Héctor Coda
sábado, 21 de abril de 2007
De Berisso al majestuoso Metropolitan de Nueva York
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/21/pdf/18-c.pdf
viernes, 20 de abril de 2007
Norma, de Bellini, en La Plata
Hoy comienza la temporada del teatro platense, con puesta de Roberto Oswald
Viernes 20 de abril de 2007 | Publicado en edición impresa LA NACION
La temporada lírica 2007 del Teatro Argentino de La Plata comenzará esta noche, a las 20.30, en la sala Alberto Ginastera, con una nueva versión de la tragedia lírica en dos actos Norma, con música de Vincenzo Bellini y libreto de Felice Romaní, basada en una tragedia de Louis Soumet. La dirección musical será de Antonio María Russo al frente de los cuerpos estables de la institución, con puesta escénica de Roberto Oswald, dos de los más importantes artistas nacionales.
Como aconteció desde aquel lejano estreno del 26 de diciembre de 1831 en la Scala de Milán, donde actuaron en un plano de igualdad las divas de la época Giuditta Pasta (Norma) y Giulia Grisi (Adalgisa) hasta nuestro tiempo, se reitera el embrujo que emana de la obra clasificada entre las más representativas del repertorio italiano. Bien se sabe que abordar el personaje central es alcanzar la cima artística para una soprano, y la composición en su conjunto, con frecuencia calificada erróneamente por juicios que desconocen su riqueza musical, es una creación de enorme valor estético. ¡Con qué superficialidad se habla de Bellini como de un "simple melodista"! Este juicio tropieza de inmediato con el final del segundo acto, en el que el manejo del coro ayuda a sostener las voces solistas, con el cromatismo elaborado y las progresiones armónicas de grandes pasajes que prenuncian ideas wagnerianas. Y la formidable destreza del creador en alternar virtuosismo vocal con una búsqueda de expresión que refleje los estados de ánimo de cada uno de los integrantes del triángulo amoroso del drama. Frente a la grandeza del título, se le consultó al responsable de la puesta, Roberto Oswald.
-¿Cómo es para vos la visión actual de Norma ?
-Es una obra maestra del género belcantístico porque la faz teatral y la psicología de los personajes están maravillosamente retratados en el tratamiento de la música. Hay que saber escucharla y hurguetearla. En esta cuarta vez que presento una Norma , he descubierto otras facetas. La más importante, la admirable pintura que logran los autores en cuanto a los dos caracteres femeninos, Norma y Adalgisa, que es tan profunda en la caracterización que hasta Ingmar Bergman en el cine, a quien le gustaba bucear en el alma de las mujeres, e incluso Henrik Ibsen, no lo hubieran hecho mejor, sobre todo en los momentos con recitativos.
-Porque esos pasajes, los recitativos, dejan de ser un pretexto para una circunstancia posterior. Son todos ellos de una hondura tal que describen de manera perfecta el alma de los personajes. Pero desde un punto de vista global trato de poner todo el peso en tres puntos de la obra que a mi criterio deben predominar sin perturbación: la belleza de la música, los pequeños pasajes que aparecen para describir cada momento y la existencia de una atmósfera sonora para cada situación dramática.
-¿Será por eso que Bellini fue tan admirado por muchos de sus colegas?
-Ceo que sí. Su riqueza musical es el motivo por el cual Frederic Chopin, transcriptor de obras de Bellini para piano, descubrió muchas cosas de Norma que le causaron asombro y placer. Y no por nada el genio de Italia y su música fue amado por Wagner, quien, indudablemente, aprendió muchas cosas de ese talento.
-¿Entonces, la visión de esta propuesta será pura teatralidad?
-Justamente, porque a pesar de ser una obra del bel canto , que es cantar y cantar con belleza, se suma algo maravilloso; que ese canto se puede convertir en teatralidad profunda por medio de la valorización de los acentos, se pueden mostrar los pequeños gestos, las miradas, el giro de un torso, las intenciones que no llegan a materializarse y otros pormenores. La música y los tiempos lo permiten.
-¿Y cómo se integra en esta propuesta el marco escénico de tu diseño?
-Será muy sobrio, en estilo de acuerdo con la historia, pero esta vez de un modo diferente por un cierto informalismo. Por ejemplo, al tomar al bosque como un elemento primordial que estará presente constantemente pero, a través de él, se verán los personajes como apareciendo. Será como un permanente adivinar la realidad a través de la espesura del bosque. No usaré telón de boca y he prescindido del color porque el drama, la médula de la obra, tiene las características de una tragedia griega. Entonces, blancos, negros y sólo algunas tonalidades. De ese modo se verán mejor los pequeños detalles, las reacciones, las actitudes corporales y, algo evidente, la existencia de dos mundos, el del amor, los desengaños y los sentimientos y el del sentir patriótico, novelesco y temperamental que en Bellini se trasunta y que se adelanta a la exaltación visceral de Verdi, que en realidad es un elemento generalizado en la primera parte del siglo XIX y que siempre resulta cautivante.
-¿Y qué dicen los cantantes frente a tanta acción teatral?
-Cuento con un plantel de artistas que me ha comprendido e incluso ha sido tan entusiasta que me ha sugerido algún detalle más, porque, parece mentira, a cada instante la música de Bellini permite descubrir algo nuevo, algo posible y un replanteo distinto, y en este sentido para lograr un trabajo homogéneo conté con la colaboración de Christian Prego, en los cuidados de régie, y de Aníbal Lápiz, en los vestuarios, y entonces pudimos reelaborar, ante cada nuevo detalle, una maravilla de obra que no se agota.
Juan Carlos Montero
La gacetilla del Teatro Argentino informa que los espectadores de la Capital Federal contarán con un servicio de ómnibus que partirá desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires, Callao 237, dos horas y media antes del horario de cada función. Las entradas tendrán un valor que oscilará entre $ 20 y $ 60, con un 50 por ciento de descuento para jubilados y estudiantes. Podrán adquirirse en las boleterías del teatro, de martes a domingos, de 10 a 20, o a través de Ticketek, a los teléfonos 4477200 (La Plata) y 5237-7200 (Capital Federal). Tanto quienes compren sus localidades en boletería como quienes lo hagan a través de Ticketek, gozarán de los descuentos para jubilados y estudiantes y podrán efectuar su pago al contado o por medio de tarjetas.
viernes, 13 de abril de 2007
El teatro de 2007 pone primera en el Pasaje
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/13/pdf/18-c.pdf
domingo, 8 de abril de 2007
Novedoso proyecto para impulsar la visita de artistas internacionales
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/08/pdf/18-c.pdf
Teatro aéreo en La Plata: desafiando a la gravedad y jugando con la estética
Intervienen en barrios y plazas volando con sogas y arneses. Utilizan una amplia gama de recursos que vienen del arte y los deportes de riesgo. Un retrato del único grupo platense que se dedica a esta nueva y compleja disciplina, que combina alpinismo, circo y dramaturgia
En la entrada de un viejo almacén transformado en centro cultural se encuentran las marcas necesarias que denotan actividad teatral: una sala con butacas, un mostrador con programas y carteleras con fotos de actores bajo suculentos títulos. Pero, en el patio al fondo, una estructura muy alta rompe un poco con la tradicional geografía dramatúrgica: siete metros hasta el techo, dos escaleras fijas, trapecios, colchonetas de alto impacto, cuerdas y arneses que sostienen cuerpos volando.
“La acrobacia aérea es un arte lúdico, podés jugar, divertirte y contar algo” explica el escenógrafo Paco Suárez y el actor Matías Streitenberger reafirma la hipótesis: “Si uno se abstrae de la vorágine en la que vive puede cautivarse, volver a ser nene y jugar, sentir el viento en la cara”.
Los dos están a cargo de hacer volar por los aires a más de 50 alumnos de entre 17 y 55 años, y de lograr un hecho teatral que, por lo visto, permite un choque estético muy variado y por demás interesante.
Hay tres caminos que se cruzan para sentar las bases del teatro aéreo: deportes de riesgo (alpinismo, esquí, paracaidismo y aladeltismo), métodos circenses y recursos teatrales. “En algún momento un director quiso que vuelen los actores. ¿A quien iba a llamar si no era a un escalador o a un acróbata de circo?”, dice la pregunta retórica de Paco, quien desde 2002 se hace cargo de estos talleres en el Centro Cultural Viejo Almacén El Obrero, en 13 y 71.
El amplio espectro de alumnos que reciben enriquece la actividad: cantantes, arquitectos, actores, ingenieros, clowns, bailarinas y odontólogos. Y la tabla sigue, avalada por Matías: “La idea es poder fusionar lo que traen todos: el que actúa, el que sabe colgar una estructura, el que maneja bien el cuerpo, tenemos cantantes líricas, humoristas y músicos”. A las técnicas de dominio del cuerpo se las complementa con infinidad de recursos estéticos: música y percusión, danza, canto y monólogos. Todo depende de la puesta y del lugar.
Límite vertical
El Municipio local, en varias aperturas a sus temporadas culturales, ha recurrido a los servicios del teatro aéreo para vestir sus actos. Hace algunas semanas, Paco y Matías volaron por los blancos techos del Pasaje Dardo Rocha inaugurando la muestra Cartas, Valijas y Encomiendas, con un cartero volando en bicicleta que repartía cartas y cosas por el estilo, tarea facilitada por la altura del lugar y sus amplios espacios.
La capacidad física de los posibles escenarios es definitoria: “Hay lugares que son muy bajos o no tienen estructura, o el cableado es sólo para sostener el techo y no te podés colgar”, asegura Paco y Matías agrega: “Tienen que estar en buen estado las vigas y paredes, y todos los materiales de construcción”.
Montaje clave
El lugar para montar las obras es clave y le da una característica muy propia a la acrobacia aérea: es una actividad callejera y nómade, que utiliza por lo general emplazamientos públicos como escenarios (ver recuadro). Para eso cuentan con una estructura de caños móviles que necesita pasto y tierra como base para sus estacas. Muchos recursos dependen del lugar, entre ellos el proceso de guionado: según Paco se puede “enganchar desde la acción y la forma, desde lo que tenés en el lugar y vestirlo o al revés” y según Matías: “Por ahí se prepara una rutina y surge un error que supera visualmente a lo que se tenía planeado, por eso hay una flexibilidad para dejar que juegue la improvisación”.
Esa indeterminación se activa también a la hora de interactuar con el público, aunque nunca librada al azar. “Colgar a un espectador es peligroso, le puede dar un ataque de pánico”, asegura el escenógrafo y su partener profundiza sobre como se puede interactuar con la platea desde los juegos de miradas: “Cuando trabajamos para chicos los acostamos en el piso en colchonetas y nosotros volamos por arriba, a veces sentamos a la gente en el medio y los acróbatas vuelan alrededor, o la gente arriba y nosotros abajo”.
Con respecto a los textos que trabajan y a la música que eligen, pueden ser obras ya escritas y compuestas o piezas especialmente preparadas para estas rutinas. Matías lo explica desde los clásicos: “Hay obras de Shakespeare que uno las lee y piensa en meterle algo de aéreo, lo mismo pasa con todo lo que tenga que ver con vuelos, bosques y brujas”; Paco desde la música: “Es ideal
que un tipo componga música a partir de lo que ve, que pueda conmoverse y componer a partir de eso es fantástico”.
Y así trabajan, con la cabeza abierta a estilos, para acentuar cada vez más la belleza estética de las puestas, ejercitando formas mecánicas de subir, bajar, mezclarse y enredarse, con dos grandes formas de desafiar la gravedad: la cuerda indiana, que según Paco se trata de “una cuerda gruesa y anudada, que se sube trepando y a partir de una técnica para pisarla haciendo la
menor fuerza posible”, o el deslizamiento por tela, más arriesgado pero más complejo, “una tela que se cuelga de una viga reticulada y con la que se generan figuras que traban sobre el cuerpo y que permite ascender u descender, y moverse por el aire”, de acuerdo a la explicación de Matías.
En sus clases lo indeterminado también es una constante: a veces les hacen cerrar los ojos a sus alumnos cuando están arriba. Y ni hablar de los shows infantiles: “Los chicos piensan de verdad que estás volando, no hay cómo explicarles que hay un arnés o una soga” dice Matías, disfrutando de ese inocente goce estético infantil, quizás muy apropiado para cualquier edad.
Quizá esa sea la clave para cautivarse adecuadamente con el teatro aéreo: el placentero vértigo de sentir (y creer sentir) el viento en la cara.
Laureano Debat
ACROBACIA AEREA POR EL MUNDO
Estilos e influencias
Paco Suárez y Matías Streitenberger tienen claro a su referente: el Cirque du Soleil, compañía canadiense creada por Guy Laliberté y Daniel Gauthier en 1984. El grupo ha recorrido el mundo entero desplegando un creativo concepto que mezcla acrobacias circenses con efectos de luz y sonido, música y escenografía, y sus espectáculos han sido vistos por más de 125 millones de personas, en extensas giras que abarcaron los cinco continentes. Matías asegura: “En trapecio, tela y vuelo es muy superior a todo lo que he visto”, mientras que Paco marca algún matiz: “En cuanto a formas es más lo que nos gusta, pero no hacemos lo mismo ni aspiramos a eso, sólo tomamos algunos recursos estéticos y de puesta en escena”.
No obstante, existen otros grupo consagrados que no son específicamente de teatro aéreo pero sí toman algunas técnicas de ahí. Es el caso de los extravagantes catalanes de La Fura del Baus (La Furia de los Vientos), que nacieron en Barcelona en 1979 como un grupo de teatro urbano buscando espacios escénicos distintos a los tradicionales, con recursos muy variados: música, movimiento, materiales naturales e industriales, nuevas tecnologías y la implicación del espectador directamente en el espectáculo.
“La Fura sigue siendo un grupo de teatro, hacen eventos que por ahí tienen que ver más con la acrobacia, pero lo que más me gusta de ellos son las obras de teatro” reconoce Paco y Matías trae a un tercero en cuestión, quizás más cercano a ellos: “Con De la Guarda por ejemplo tenemos más vínculo, se restringen por ahí más a lo aéreo, son actores y performances, y muy buenos
puestistas”.
Se trata del grupo argentino que fue reconocido en varias partes del mundo luego del espectacular Villa Villa, que llegó a estrenarse hasta en Broadway. Y en Argentina hay más: están Fuerza Bruta, Circo Negro o el TSO (Teatro Sanitario de Operaciones), grupos similares que también utilizan las técnicas de acrobacia aérea. De todas formas y más allá de las diferencias de estilo, Paco reconoce algo que es clave: “Uno no puede estar afuera de todo lo que vio, lo que ves y te gusta te entró por algún lado, Cirque du Soleil, empresa cirsense que triunfa en el mundo y en algún lado lo querés meter”.
INTERVENCIONES URBANAS
Acróbatas en las calles
Las muestras de teatro aéreo son callejeras, la calle como escenario privilegiado, el barrio resignificado y reinterpretado desde una intervención artística. “Vamos a lugares de La Plata que
representan cultura y arte”, aclara Paco.
En estos momentos están programando un espectáculo en el puente peatonal de la vieja estación de trenes de 17 y 71 y “la idea es sumar al andén a un espacio de acrobacia aérea y rescatar un lugar que hoy está olvidado, con el pasto crecido y mugre”, dice el director. La idea es volver a darle vida a lugares muertos, con la estructura móvil y una determinada puesta en escena cuya trama y forma se adapta al lugar que se va a intervenir, a su historia y a su barrio.
“Nos gusta contar historias que tengan que ver con la gente que laburó ahí, con sus personajes. Ahora cuando ensayamos hay un tipo de 70 años que trabajó en la estación y que va todos los días, está contento porque dice que empieza a haber movimiento de nuevo y se siente parte de eso. Si él se anima pensamos meterlo en algún momento de la obra, colgarlo no porque es un tipo grande”, explica Matías como adelanto de lo que se podrá ver mañana a la tarde si no llueve. Y Paco adelanta un proyecto a futuro: “Tenemos pensado Habrá un espectáculo gratuito, al aire libre, en 17 y 71 colgarnos del Teatro Argentino”.
Cualquiera puede volar
En el nivel dos del Taller de acrobacia aérea se puede optar por dos caminos: hacer teatro aéreo sólo por gusto y sin mostrarlo al público, llamado Recreativo; u optar por un mayor grado de exigencia para lograr algo coordinado y digno de mostrarse, denominado Performance.
“Nosotros en el taller apuntamos a que el alumno aprenda, esté seguro con su cuerpo y puede utilizar todas las herramientas que nosotros le damos. Llega un momento en que surge la pregunta ¿lo muestro o no lo muestro?” explica Paco.
El nivel Recreativo se adapta a los tiempos del alumno que quiere hacer algo pero que no salga de ahí. En cambio, en Performance se ajustan las tuercas. Como explica el profesor: “si están haciendo una rutina de cuatro la coordinación tiene que ser perfecta.
Seguridad
La acrobacia aérea no es técnicamente un deporte de riesgo, pero que los tiene los tiene. Hay una exigencia física media y un límite de peso que llega hasta 85 o 90 kilos. “Una persona de 100 kilos que mide 2 metros es proporcional en contextura física, tiene un cuerpo que se banca estar sostenido por una faja de 5 centímetros.
Pero si esa persona mide 1,60 va a tener problemas porque el arnés lo va a lastimar mucho. Los materiales aguantan, no se va a caer, pero se va a lastimar”, explica Paco. Todo el material que se usa está testeado y se renueva cada un cierto período, y es específico para la actividad de alpinismo.
Otro punto a tener en cuenta son los lugares: “Hemos mandado a ingenieros a ver lugares” recuerda Paco y Matías refresca más la memoria: “Hay laburos que hemos rechazado porque la seguridad no se podía garantizar“.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/08/pdf/16-c.pdf ; http://pdf.diariohoy.net/2007/04/08/pdf/17-c.pdf
sábado, 7 de abril de 2007
viernes, 6 de abril de 2007
miércoles, 4 de abril de 2007
Un mes para disfrutar de todas las rarezas en el cine Select
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2007/04/04/pdf/18-c.pdf
domingo, 1 de abril de 2007
Teatro XXI. Revista del GETEA.
Historias del Di Tella
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/896009-historias-del-di-tella
Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra
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