El adiós a Laura Hidalgo

CINE: VIVIA EN LOS EE.UU. 

Estuvo casada con Narciso Ibáñez Menta. y protagonizó títulos de la década del ´50, como "La bestia debe morir".

María Ana Rago. 

Se hizo conocida como Laura Hidalgo, pero su verdadero nombre era Pesea Faerman. La actriz que vivía en California, EE.UU., desde hace más de una década, falleció a los 78 años. Su muerte se produjo el viernes y la historia del cine argentino debió escribir en sus páginas el deceso de una figura que brilló en su época dorada y ganó popularidad en ese tiempo.

La actriz había padecido poco antes de su fallecimiento un derrame cerebral, que la había dejado postrada. Nacida en Besarabia, Rumania, el 1ø de mayo de 1927, durante la década del '50 desarrolló una destacada tarea artística.

Siendo pequeña llegó a Buenos Aires, donde descubrió su vocación por la actuación. Estudió en la Escuela de Arte Escénico de la Sociedad Hebraica Argentina, y allí tuvo entre sus maestros a Hedy Crilla. Armando Bo la seleccionó para actuar en la película Su última pelea (1949), y de ese modo fue quien le dio su primera oportunidad.

Protagonizó una decena de películas en blanco y negro. Entre sus trabajos se destaca su actuación en la versión cinematográfica de El túnel (1952), basada en la novela de Ernesto Sabato, donde hizo pareja con Carlos Thompson, bajo la dirección de León Klimovsky. Actuó también en El Morocho del Abasto (1950), que retrata la vida de Carlos Gardel, Caídos en el infierno (1954), de Luis César Amadori, y La bestia debe morir (1952), de Román Viñoly Barreto.

La filmografía de Hidalgo incluye Las campanas de Teresa (1957), de Carlos Schlieper, Más allá del olvido (1956), de Hugo del Carril, María Magdalena (1954), Armiño negro (1953), de Carlos Hugo Christensen, La orquídea (1951), Derecho viejo (1951), Juan Mondiola (1950) y Cinco grandes y una chica (1950), entre otras.

Estuvo casada con Narciso Ibáñez Menta, con quien realizó tres obras teatrales: El fabricante de piolín, del dramaturgo argentino Carlos Gorostiza; La muerte de un viajante, de Arthur Miller, y F.B., de Enrique Suárez de Deza.

Varias veces volvió a la Argentina, país en el que transitó su infancia y donde dio los primeros pasos en la actuación. Venía a ver a sus familiares y lo hizo por última vez en 1987, oportunidad en la que presentó su libro de poemas La casa a cuestas. 

Fuente: Clarín