Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/30/pdf/24.pdf
Archivo virtual destinado a difundir la Actividad Teatral de la Ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Aires, República Argentina
jueves, 30 de octubre de 2003
Teatro
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/30/pdf/24.pdf
miércoles, 29 de octubre de 2003
Teatro
ENCUENTRO REGIONAL DE TEATRO La dirección de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires informó que continúa abierta la inscripción para el Encuentro Regional de Teatro para Todo Público, de la Región V, que comprende los municipios de La Plata, Berisso y Ensenada. Informes e inscripción a Comedia de la Provincia de Bs. As (53 e/9 y 10, 1°,piso), de lunes a viernes de 10 a 16 o al tel. 429-1729.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/29/pdf/24.pdf
martes, 28 de octubre de 2003
Homenaje a China Zorrilla
La actriz uruguaya China Zorrilla, quien hace tres décadas despliega una reconocida actividad en la Argentina, fue homenajeada anoche en la sede central de Argentores.
El acto, con entrada libre y gratuita, fue organizado por la Comisión de Cultura de la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores) y consistió en un reportaje abierto a cargo del humorista Carlos Garaycochea y la entrega de una plaqueta.
Concepción Zorrilla de San Martín nació el 14 de marzo de 1922 en Montevideo y fue reconocida por una brillante trayectoria en teatro, cine y televisión que inició, a comienzos de la década del ‘40.
Además de obtener una beca del Consejo Británico para estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art, en Uruguay protagonizó grandes títulos del teatro universal. China también se desempeñó como directora teatral. Y desde 1971, con Un guapo del 900, de Leopoldo Torre Nilsson, inició una tarea cinematográfica que hoy día abarca cerca de treinta títulos. Gozando de un presente activo y pleno, Zorrilla actualmente se desempeña en la obra El camino a La Meca (se da en la sala porteña Multiteatro) y terminó de rodar Conversaciones con mamá, de Santiago Carlos Oves, que se estrenaría en 2004.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/28/pdf/23.pdf
Brisky en La Plata
Hoy a las 18, en el marco del Festival de Teatro por la Dignidad organizado por la Asociación Argentina de Actores, se presentará en la Escuela de Trabajo Social (9 y 63) el conocido actor, director y dramaturgo argentino Norman Brisky.
Norman Brisky ofrecerá una charla denominada “De Octubre a Brazo Largo”. Cabe destacar que el grupo Octubre fue el espacio en que se desarrolló este proyecto en los comienzos de la década del ‘70, utilizando al teatro como herramienta de reflexión social.
La agenda
El festival, que continuará hasta el domingo 2, tendrá hoy y mañana las siguientes actividades: El claudicante (hoy a las 21 en el Viejo Almacén El Obrero, 13 y 71), Los Revival Miusic Shou (hoy a las 22.30 en Siringo, 6 e/44 y 45), Hacé mimo conmigo (mañana a las 18.30 en La Lechuza, 10 y 58), El despojamiento (mañana a las 20 en la Sala Roberto Cossa, 10 e/diag. 74 y 48), Una vez teníamos la palabra (mañana a las 21 en El Núcleo (6 e/40 y 41) y El ojo en la grieta (mañana a las 21.30 en El Obrero).
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/28/pdf/22.pdf
sábado, 25 de octubre de 2003
viernes, 24 de octubre de 2003
Shakespeare en puntas de pie
Mañana, en el Teatro Argentino, repondrá, 33 años después, su audaz versión, en la que la enamorada de Romeo se multiplica
Carla Vincelli, Oscar Araiz, Nadia Muzyca y María Fernanda Bianchi Foto: Willy Gómez
Viernes 24 de octubre de 2003 | Publicado en edición impresa
William Shakespeare, el escritor más famoso y admirado de todos los tiempos, estrenó "Romeo y Julieta" hace 503 años. Su obra completa inspiró a miles de artistas hasta la actualidad, pero seguramente ésta es la que más se expandió en inco ntables montajes que siguen tanto el esquema tradicional como otros cuyo enfoque fue más próximo a la mentalidad de centurias posteriores. Mas allá del teatro, para el que fue concebida, la fuerza del argumento y los variados perfiles de los personajes fascinaron a creadores de la mayoría de las disciplinas artísticas y, entre ellas, obviamente, también a los de ballet: la primera versión clásica tuvo la composición original de Serguei Prokofieff, que acompañó al unísono a la coreografía. Cada cual en lo suyo dejó su sello, ya se tratara de films, de la lírica, de la danza académica, de la contemporánea, del flamenco o de una composición moderna que se alió perfectamente a la historia que transcurría en los barrios bajos de Nueva York. Perduró lo que se acercó a la esencia y lo que estuvo, sin comparaciones, a la altura de lo que Shakespeare deseó transmitir.
Oscar Araiz, que ahora tiene 62 años, creó su versión en 1971 para el primer Ballet del San Martín, que él fundó. Tuvo una enorme repercusión, porque además del exacto lenguaje coreográfico necesario para encontrar el camino de emociones y situaciones y las características de los papeles fundamentales, hizo una innovación que se diferenció radicalmente de otras obras danzadas sobre el tema. A medida que transcurre la trama, Julieta es interpretada por tres distintas bailarinas que exponen las etapas cruciales de su vida, en tanto que Romeo es un mismo intérprete. Después, nunca más la repuso en la Argentina. Ahora, pasados 33 años, hoy, a las 20.30, volverá a verse en un escenario de nuestro país, interpretada por el Ballet del Teatro Argentino, de La Plata.
-¿Desde el principio pensaste en tres Julietas?
-No sé cómo surgió. Cuando trabajaba con la música me di cuenta de que Julieta asumía el rol protagónico de toda la obra, lo superaba a Romeo en interés. Entonces empecé a descubrir una gran riqueza en sus aspectos y empezó a desdoblarse y a triplicarse . Fue como un juego de espejos. En un acto, en espejo, está la imagen de una Julieta que descubre que ya no es una nena. Aparece el tema del reflejo y de la reflexión y también de la esquizofrenia, de la división. Son varias Julietas muy diferentes, desde la niña hasta la dramática, pasando por la romántica. Son las facetas de la vida de una mujer, en realidad, en un período muy corto porque hasta se superponen. El primer elenco fue interpretado por Andrea Bengochea, Irma Baz y Bettina Bellomo. Elegí a Julio López para el papel de Romeo, por su ductilidad, su mente abierta. Venía de las compañías de Stuttgart y de Chile, con experiencias junto a coreógrafos tan importantes como John Cranko y Ernst Uthoff. Los papeles principales los estrenaron ellos y Freddy Romero, como Teobaldo, Daniel Angrisani, como Mercucio, Guillermo Borgogno, en el personaje de Lord Capuleto, y Esther Ferrando, una nodriza impagable. Todos estuvieron magníficos, pero Doris Petroni, como Lady Capuleto, fue muy fuerte, excepcional. En realidad, creé el perfil de esa madre, sobre todo, en la escena del lamento por la muerte de Teobaldo, apoyado en su personalidad. Fue montado para ella. Ahora no tengo a Doris. Me resultó el papel más difícil de llenar. Puse a una chica muy jovencita que tiene mucha personalidad y es muy flexible en todo sentido. Estamos ahondando a ver si llegamos a esa profundidad, porque el lamento es como un grito de Anna Magnani. Fernanda Bianchi hará Lady Capuleto y, en otra función, la tercera Julieta. Me parece la artista más interesante que existe en el Ballet del Argentino. Es la actriz, la sensibilidad, tiene la técnica más madura En ella se conjuga una serie de elementos ideales.
-Hasta hace poco tiempo daba la impresión de que te negabas a reponer obras de esa época o algo posteriores. Pero recientemente vimos, después de 30 años, "Estancia" y otras. La reposición de "Romeo y Julieta" es todo un acontecimiento, ya que parecía que no la íbamos a volver a ver más.
-Mucha gente que se acuerda de "Romeo y Julieta" me ha preguntado por qué no la reponía. Y lo que ocurre es que no se dio nunca una compañía que tuviera las características para hacer esa obra. Para empezar, tiene que ser un elenco una técnica clásica, que no fue el caso del Ballet Contemporáneo del San Martín que dirigí posteriormente. Es una obra para el Teatro Colón o el Argentino, para una compañía con un trabajo más académico y en puntas. Además, tiene un espíritu bastante neoclásico combinado con otros elementos. Sigue siendo una obra teatral que tiene una técnica bastante libre por momentos. Y se dio ahora. La volví a montar en Ginebra en 1983. Pasaron otra vez muchos años desde esa última versión y cuando la repuse me quedé satisfecho. No es algo que no quiera mostrar; para mí está viva. Tampoco es pretenciosa, sino muy simple. Por ahí lo que tiene de pretencioso es el enfoque, teatralmente. La diferencia son las tres Julietas, la eliminación de ciertos personajes, la escena del casamiento, las espadas, el veneno. Prescindí de eso para descarnar el drama y quedarme con lo medios básicos, esenciales. Esa fue mi intención cuando se hizo y, en mi opinión, eso está vigente. Me dio una gran alegría reponerla aquí.
-Rescatar "Romeo y Julieta" recuerda a la primera compañía que la hizo, el Ballet del San Martín que cumplió 35 años, ya que fuiste el pionero que lo formó en 1968. De la segunda fundación, que hizo Ana María Stekelman en 1977, viene la idea errónea de que el plantel cumplió 26 años. Obviar el elenco inicial y los años de tu trabajo es una falencia tanto de fechas como de reconocimiento. Respecto de esto, la propuesta, en 1968, ¿partió de vos?
-César Magrini, que entonces era el director del teatro, me convocó para que planificara espectáculos de ballet con artistas invitados, incluyendo los del Colón. En su labor de crítico, elogió mucho mis obras "Crash" y "Consagración de la primavera", que por el éxito que tuvo se dio durante seis meses en el espacio que tenía la Asociación Amigos de la Danza, y luego se estrenó en el Colón. Le habían gustado y por eso, creo, me llamó. Pero yo le hice una contrapropuesta: en lugar de hacer galas con gente de afuera, formar un grupo que tuviera continuidad y hacer un repertorio con identidad propia. Ahí él aceptó, con bastante resquemor porque no había antecedentes.
-Tu idea fue desafiante. ¿Cuántos años tenías?
-27. Fue de inconsciente nomás.
-Sobre todo porque se trataba de una compañía de danza contemporánea.
-No era puramente contemporánea. En realidad, la compañía fue un reflejo de lo que yo hacía, que era una combinación de elementos que siempre existieron y que es muy difícil de definir. Tengo una formación que es contemporánea y clásica, y siempre me consideré contemporáneo a la época en que vivía. ¡Pero eso hoy es tan relativo!
-Algo que no podés negar es que sos muy musical...
-Es una característica mía. La mayoría de mis trabajos están disparados desde lo musical. Lo que pasa es que antes de empezar con la danza yo hacía pintura, dibujo y música. De pronto, a los 15 años, cuando empecé en Bahía Blanca a estudiar danza con Elide Locardi, encontré en ese arte la síntesis de las cosas que yo amaba. Eso se refleja bastante en mi trabajo. En realidad, el descubrimiento de la danza como lenguaje fue el nacimiento de mi vida personal, porque me permitió hacer cosas que hasta ese momento me estaban vedadas, desde la comunicación con mis pares hasta la independencia. Luego, una vez que encontré el camino, me vine a Buenos Aires e hice mi aprendizaje más profundo en la escuela del Teatro Argentino de La Plata.
-Tu experimentación como coreógrafo empezó cuando eras un adolescente, porque la mayoría, a los 16 o 17 años desea ser bailarín. Pero lo tuyo fue diferente desde el principio.
-Sí, la coreografía fue lo que más me apasionó de entrada. Lo demás eran conocimientos técnicos que necesitaba adquirir para componer. Es a la inversa de lo que pasa en general. La palabra creatividad para mí es juego, y jugar es diversión, entretenimiento. Encontré el modo de vivir jugando, divirtiéndome, seriamente y no tanto, como una manera de goce. En lo que hago ligo la música, la plástica y lo teatral, que es fundamental. Me parece importante detectar los elementos que forman parte de lo que hago. Son muy variados y en eso radica la dificultad para definir mi estilo, ya que la paleta es muy amplia y va del humor a lo más formal. También hay una gama mística, blanca, y hay cosas muy dramáticas.
-Volviendo al primer Ballet del San Martín, ¿cuáles fueron las razones por la que se diluyó?
-Políticas y presupuestarias. En 1972, al perder el sostén económico, la compañía no se disolvió, sino que cambió de nombre: se llamó Ballet Contemporáneo de la Ciudad de Buenos Aires y se refugió en el Teatro Cervantes, con el apadrinamiento de Ricardo Freixa, que entonces era el secretario de Cultura. Seguimos en el Cervantes dos años más y después ya perdimos todo tipo de apoyo. El ballet continuó como una compañía independiente con la que hicimos bastantes obras. Fue cuando creé "Adagietto", por ejemplo. De los veinticinco bailarines que había en el San Martín quedaron muy pocos.
Ante un panorama que no le permitía mantener el ballet ni realizar prácticamente nada, Oscar se fue de la Argentina. Obras suyas están en el repertorio de compañías de América latina, Norteamérica y Europa. Regresó para ser, por muy poco tiempo, director del Ballet del Colón. Hasta que se asentó, con el mismo cargo, en el Ballet de la Opera de Ginebra, para el cual creó gran cantidad de piezas. Cuando nuevamente volvió, dirigió el Ballet Contemporáneo del San Martín, y actualmente, dirige el del Teatro Argentino de La Plata.
Está contento de poder reponer esta obra, en la que por primera vez, en 1971, colaboró con él en el vestuario Renata Schussheim, con una imaginería en la ropa que fue de gran impacto. Llena de colorido, turbantes, una capa de colas de zorro y hasta un tapete en el que pintaron un arco iris. Ahora, el vestuario, por supuesto, de Renata, cambió en la producción de Ginebra.
-¿Modificás tus obras si lo considerás necesario?
-Me gusta modificar porque yo me modifico y los tiempos también son otros y veo las cosas de otra manera. Quiero sentir que la pieza tiene opciones de cambios para que no quede petrificada. Y la vida es cambio continúo, porque caso contrario, involucionamos. Y yo nunca me puse límites. Sí di pasos adelante, podía caer en un abismo o superarlo. Pero nunca quedarme estancado.
Por Silvia Gsell
De la Redacción de LA NACION
El Teatro Argentino
El viejo Teatro
En 1885, un grupo de vecinos notables, conscientes de la necesidad de un teatro para la incipiente ciudad, formó la Sociedad Anónima Teatro Argentino y adquirió la manzana comprendida entre 51, 53, 9 y 10, para construir allí una sala.
Inspirado en los grandes coliseos europeos, el teatro comenzó a construirse en 1887 según el proyecto del arquitecto italiano Leopoldo Rochi.
La sala levantó por primera vez su telón el 19 de noviembre de 1890, con una versión de “Otello” de Verdi. Las temporadas fueron de gran jerarquía y en su escenario brillaron los artistas más destacados de la época, como el compositor Richard Strauss, el pianista Arthur Rubinstein, y la bailarina Ana Pavlova, entre otros.
Pero el 18 de octubre de 1977 comenzó el ocaso de la sala: un incendio, que se sospechado de intencional, devoró el teatro. Ante las llamas cedió la arquitectura renacentista, y la fuerte tradición que había establecido la sala lírica quedó a la intemperie en cuestión de horas. La reconstrucción se hizo esperar más de dos décadas y demandó un costo elevado, para que La Plata volviera a contar con las puertas abiertas de un Teatro Argentino que dista mucho de la grandeza de la sala original.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/24/pdf/24.pdf
sábado, 18 de octubre de 2003
miércoles, 15 de octubre de 2003
Una obra en movimiento
IV FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO MERCOSUR 2003: "FELIX. MARIA. DE 2 A 4"
La pieza que dirige Beatriz Catani transcurre, durante dos horas, por la ciudad de Córdoba.
María Ana Rago
Durante toda la semana, a las 14, se lleva a cabo la obra Félix. María. De 2 a 4, con dirección y dramaturgia de la teatrista platense Beatriz Catani, dentro de la sección Arte Público del IV Festival Internacional de Teatro Mercosur 2003. Catani es dramaturga, directora y docente teatral. Entre los títulos que dirigió se encuentran Los 8 de julio (en el ciclo Biodramas del Teatro Sarmiento), Ojos de ciervo rumanos, Perspectiva Siberia, La desdicha y Las presidentas. En esta oportunidad propone un espectáculo itinerante, que problematiza el espacio escénico. Se trata de un trabajo realizado en el marco del taller de experimentación escénica auspiciado por la Fundación Antorchas, que se representó dos veces en La Plata en mayo de este año y ahora está en Córdoba. "La premisa era trabajar en los bordes entre la ficción y la realidad", explicó a Clarín la directora, quien siempre apuesta a la renovación de procedimientos y a crear lenguajes nuevos. "Una posibilidad para lograrlo es abandonar la sala", señala. De eso se trata Félix. María. De 2 a 4: un teatro fuera de la sala, que no sucede en un solo espacio físico.
Doce espectadores es el limitadísimo cupo que admite este espectáculo. Cecilia Coleff e Iván Esquerré son los actores que interpretan a los personajes principales, secundados por actores de roles secundarios (un taxista, un médico, entre otros). Actores y público se encuentran en el Centro Cultural Alta Córdoba y juntos comienzan un itinerario que se extiende por dos horas y que obliga a los espectadores a seguirlos, con rumbo incierto, por las calles de la ciudad. El público debe sintonizar la radio (elemento obligatorio para la función) en la frecuencia que se le indica y caminar tras Félix y María.
La pareja transita en tiempo real por lugares cotidianos: una esquina, una peña, un hotel, un hospital y el público escucha los diálogos a través del sistema de audio de frecuencia modulada. El punto de partida del recorrido por distintas locaciones es un locutorio —frente al Centro Cultural—, al que entra Félix, mientras los espectadores observan su conducta. Ingresa a una cabina y habla por teléfono. Los doce "intrusos" escuchan absolutamente todo lo que los actores conversan y, primero tímidamente, luego con mayor confianza, van involucrándose en la historia. Félix ve a María y cruza a su encuentro. La pareja decide movilizarse en taxi y hay que seguirlos. Entonces el desconcertado público sube a taxis cómplices del espectáculo y se embarca en la aventura que lo llevará, incluso, hasta la habitación de un hotel alojamiento.
Hay una historia que se cuenta: los encuentros y desencuentros de una pareja de jóvenes. Hay actores espontáneos que se suman involuntariamente a la propuesta cuando, por ejemplo, Félix le pregunta a un transeúnte la hora. Entra en juego también lo accidental: en una de las funciones, la policía intervino llamada por vecinos que notaron sonidos muy fuertes. También hay un desenlace para ese relato. Pero la historia es sencilla, porque los procedimientos para contarla concentran la mayor riqueza de esta propuesta.
"Es una producción compleja para llevar a cabo. Hay que establecer contactos con cada locación, organizar los traslados de la gente. Es costosa", explica Catani. "La gente sigue una historia ficcional, pero además recibe los estímulos de la realidad en cada lugar. Se da una zona confusa o borrosa que es la que más me interesa; pensar qué de lo que sucede es realidad o ficción: es difícil de determinar. Porque hay hechos de la realidad que intervienen en la obra, por una pregunta o un hecho azaroso. O cuando el mismo público es mirado como actor por los que está desprevenidamente afuera", agrega.
¿Por qué la necesidad de poner en conflicto ficción y realidad?
Me interesaba que el espectáculo sucediera en un tiempo real y con desplazamientos reales. Además, a la realidad se la puede percibir a partir de la existencia de un lenguaje. Y lo que no existe en lo real es precisamente un lenguaje. Todo sucede y es, pero sin algo que lo organice. Al recortar una porción de la realidad con un organizador, lo real empieza a poder ser percibido y uno empieza a ponerle un sentido. Pero no soy militante del trabajo realista. Tomo esto como parte de una experiencia para ver cómo se puede generar lenguaje en la realidad.
¿Quién no puso la oreja alguna vez para escuchar una conversación ajena? En Félix. María. De 2 a 4, el público es invitado a explorar la ciudad y meterse sin culpas en una historia pequeña. En el recorrido, viaja en taxi y en colectivo, es convidado con una taza de café y hasta con comida regional. Y cuando la función termina, no sabe si su parte fue la de un espectador o la de un actor.
Fuente: Clarín
lunes, 13 de octubre de 2003
La gran noche del teatro independiente platense
Tal como viene sucediendo desde 1984, la actividad desarrollada por los teatros independientes de nuestra ciudad recibirán su reconocimiento en el marco de la entrega de los Premios Pepino el 88 que se realizará hoy a partir de las 19.30 en el Teatro Coliseo Podestá (10 e/46 y 47).
Este premio fue instituido por el escritor y poeta Hector M. Rivera, fundador además del Club Gente de Teatro, entidad que tiene a su cargo la entrega del significativo galardón. La figura de Rivera será evocada por el profesor Hugo Negri y la poetisa Meneca Negri.
Las estatuillas que reciben los premiados fueron concebidas por el arquitecto Alberto Leonforte y Susana Macris, ambos profundamente vinculados con el quehacer artístico de nuestra ciudad.
Entre los galardonados se encuentra el actor Lito Cruz que recibirá un reconocimiento
por su trayectoria artística.
Los Ganadores de los Premios Pepino el 88:
GALARDONADOS TEMPORADA 2002
Fragmentos a cargo del actor Carlos Juárez en la Sala Cultural Almafuerte.
Premiado: Carlos Juarez.
Grupo de Teatro Catalinas Sur. Obra: Venimos de muy lejos: Dirección:
Adhemar Bianchi. Estrenada en el Teatro Coliseo Podestá.
Premiado: Adhemar Bianchi, dirección.
Obra Hotel Ritz. DIrector: Carlos Falomir.
Premiado: El Grupo.
Grupo Amanecer. Obra: Bodas de sangre.
Dirección: Nelly Güimil. Estrenada en el Centro Gallego de La Plata.
Premiada: Olga Waldman.
Grupo La Gotera. Obra: El claudicante. Estrenada en el Viejo Teatro de 13 y 71.
Premiado: Febe Chávez, dirección.
Grupo La Cigarra. Obra: Baruc. Estrenada en el Teatro del Colegio Nacional (1 y 49). Premiado: Leonardo Almiento, dirección.
Grupo Amanecer. Obra: La tragedia de las equivocaciones. Dirección: Nelly Güimil. Estrenada en la Sala Almafuerte el 4 de octubre.
Premiado: Oscar Bianconi.
Grupo La Cuarta Pared. Obra: La orgía, dirigida por Horacio Rafart.
Premiado: Horacio Rafart, dirección.
Grupo Hospital Romero. Obra: Estación de Campaña:Km. 38 Trocha Angosta, estrenada en el Coliseo Podestá .
Premiado: Polo Lofeudo, dirección.
Grupo La Gotera: Obra: El culebrón. Estrenada en la Sala Cultural Almafuerte.
Premiado: Fabián Andicochea, dirección.
Grupo Amanecer. Obra: La zapatera prodigiosa. Dirección: Nelly Güimil.
Premiado: Diego De Avila.
Grupo Barataria: Obra: El médico a palos. Adaptación infantil. Dirección: Nina Rapp. Premiada: Eugenia Musa.
Grupo Claromeco: Obra: El líquido táctil. Estrenada en la Sala Almafuerte.
Premiado: Omar Musa, dirección.
GALARDONADOS TEMPORADA 2003
Obra: La casa de Bernarda Alba (Ballet flamenco).
Premiada: Isabel Victorero.
Grupo La Fabriquera: Obra: El hacha. Dirección Pollo Canevaro.
Premiada: Delia Aguinaga.
Grupo El Teatrito. Obra: Esperando la carroza. Dirección de Alberto Leonforte.
Premiada: Analia Velis.
Grupo Amancer. Obra: La enemiga. Dirección: Nelly Güimil.
Premiado: Pablo Ramos.
Grupo Barataria. Obra: Monos con navaja. Dirección de Nina Rapp.
Premiado: Gabriel de la Canal.
Obra: Familia de tango: Dirección de Cristian Boragina.
Premiado: Juan Esquibela.
PREMIO PEPINO EL 88 DE ORO
Director Quico García en reconocimento por su trayectoria.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/13/pdf/22.pdf
sábado, 11 de octubre de 2003
Un hito del teatro independiente
La presentación de esta noche a las 22.15 en el Teatro Rambla (2 e/48 y 49) de la obra "Pasión Sudaca" marcará todo un acontecimiento dentro del teatro independiente de nuestra ciudad ya que será su presentación número 200 en forma continuada.
“Luego de tantas funciones queremos seguir actuando sin perder la pasión”, afirma José Luis de las Heras, el protagonista masculino. Junto a él comparte el escenario Mónica Greco y ambos se ponen en la piel de dos viejos actores que invitan a resistir. La dirección es de Alejandro Bilbao.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/11/pdf/19.pdf
Llegan los Premios Pepino el 88
desarrollada por los teatros independientes de nuestra ciudad.
Este reconocimiento se viene otorgando desde 1984 y fue instituido por el escritor y poeta Hector M. Rivera, fundador además del Club Gente de Teatro, entidad que tiene a su cargo la entrega de los mismos y que actualmente tiene como presidente a Juan Carlos Rivera.
Las estatuillas fueron concebidas por el arquitecto Alberto Leonforte y Susana Macris, ambos ligados al quehacer cultural platense.
Entre los galardonados en esa noche de fiesta para el teatro de nuestra ciudad se encuentran Lito Cruz (quien recibirá una distinción especial), los directores Febe Chávez, Polo Lofeudo, Horacio Rafart, entre otros.
El premio Pepino el 88 de Oro será para, el director Quico García en reconocimiento a su trayectoria artística.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/11/pdf/19.pdf
viernes, 10 de octubre de 2003
Agenda del fin de semana: Teatro
Todos los sábados a las 21 se presenta en el Espacio Arte Vivo (58 e/4 y 5) la obra Tenesy. El texto dice: “Tennesee Williams no ha muerto; se refugia en un bar de Buenos Aires. Allí llegó en busca de un amor”. Dirección: Alicia Diciacio.
Una comedia clásica
Se renueva la cartelera teatral del Pasaje Dardo Rocha (50 e/6 y 7). Ahora, todos los sábados a las 20.30 se presentará Esperando la Carroza (foto).
Amor y amistad
El domingo a las 17 en la Sala Armando Discépolo (12 e/62 y 63), María Paula Corral y Leonardo Torre Moure presentan su espectáculo Mirá como me pongo, que resalta el amor y la amistad.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/10/pdf/22.pdf
jueves, 9 de octubre de 2003
TV Caliente
Jueves, 9 de octubre de 2003
EROTISMO ELEVADO EN LA PANTALLA, EN BUSCA DEL IMPACTO FACIL
La oferta de sexo sugerido en la televisión crece, desde “Navegando con Fede” y “El Mono Mario” a “Real World Las Vegas” y “Dismissed”, además de la escalada pasional que eleva la temperatura de “Soy gitano” y “Resistiré”. Todos tienen algo que mostrar y concretar, parece.
POR JULIAN GORODISCHER
miércoles, 8 de octubre de 2003
Abel Ayala, un chico de extracción muy humilde que nació en La Plata
martes, 7 de octubre de 2003
Buena puesta de "Luisa Miller"
07.10.2003 | Ficha técnica: "Luisa Miller", ópera en tres actos. Libro: Salvatore Cammarano. Música: Giuseppe Verdi. Cantantes: Mónica Ferracani, Antonio Grieco, Enrique Gibert Mellá, Laura Cáceres, Hernán Iturralde, Oreste Chlopecki, Alejandra Herrera y Carlos Iaquinta. Escenografía y vestuario: Jorge Ferrari. Iluminación: Nicolás Trovato. Regie: Daniel Suárez Marzal. Coro (Eduviges Picone) y Orquesta Estables del Teatro Argentino (Carlos Vieu). Teatro Argentino de La Plata
A caballo entre el primero ("I Due Foscari", "Attila"), y el segundo período verdianos ("Il Trovatore", "La Traviata"), "Luisa Miller" es una ópera de transición, plena de vitalidad, de fuerza dramática y de una fluidez melódica y formal que permite entrever con claridad todo lo que vendría después. Basada en "Kabale und Liebe" ("Intriga y amor"), la célebre pieza teatral de Friedrich von Schiller, transportada al Tirol y adaptada para la escena lírica por Salvatore Cammarano, el Colón la ofreció por primera vez en 1968 (con Flaviano Labó cantando "Quando le sere al placido", Rossi Lemeni, MacNeil y Bruno Bartoletti), mientras que el Argentino la estrenó recién el año pasado y la repuso ahora, en una versión que con sus más y sus menos, fue seria y tuvo general dignidad. Estuvo en esta ocasión en el podio el maestro Carlos Vieu, quien sin perjuicio de cierta debilidad global (técnica y sonora) en las cuerdas de la orquesta del teatro platense, concertó con seguridad, y condujo con encuadre en los cánones estilísticos de una apropiada tradición. Eduviges Picone preparó a su vez al coro del coliseo bonaerense, organismo de muy correcto desempeño canoro, aunque algo impreciso en los ataques de masas separadas.
UNA PUESTA ATINADA
Con ostensible economía de recursos, Daniel Suárez Marzal realizó una puesta sumamente atinada, que concentró con acierto los rasgos esenciales de la acción, al tiempo que Jorge Ferrari plasmó un vestuario agradable y un marco escenográfico decididamente bonito, iluminado con encomiable sentido estético por Nicolás Trovato. En el elenco de solistas vocales, el barítono Enrique Gibert (Miller) desplegó un canto elocuente y firme, sostenido por un registro absolutamente parejo en toda su extensión, mientras que la contralto Laura Cáceres (Duquesa de Ostheim) lució un metal de excelente cuerpo y coloración y notas pastosas. El bajo Oreste Chlopecki (Wurm) mostró por su lado interesante definición tímbrica y caudal limitado, de afinación inestable, y el bajo-barítono Hernán Iturralde (Conde Walter), sin desmedro de su adecuada línea expositiva, pareció incómodo en una tesitura y una parte que van sin duda más allá de sus posibilidades. En cuanto a Antonio Grieco (Rodolfo), se trata de un verdadero "tenore de fianco", a quien las autoridades del teatro nunca debieron haberle asignado un cometido que no le corresponde.
UNA MENCION ESPECIAL
Merece sin duda un párrafo aparte la labor de Mónica Ferracani (protagonista), porque marcó entre otras cosas el reencuentro de esta artista consigo misma. Víctima de un lamentable accidente doméstico que incidió en su carrera, nuestra compatriota tuvo una actuación realmente espléndida, en un papel vigoroso y extenso, de severas exigencias vocales. Agil en los fragmentos de coloratura, pulcra en las escalas descendentes, homogénea en la intensidad y el color, la soprano porteña manejó las gradaciones con criteriosa flexibilidad, y tal vez antes que otra cosa, puso siempre en evidencia una expresión muy cálida y comunicativa.
Carlos Ernesto Ure
Fuente: http://www.laprensa.com.ar/299281-Buena-puesta-de-Luisa-Miller.note.aspx
lunes, 6 de octubre de 2003
A 145 años del natalicio de un ícono del teatro
Hoy se festejará un nuevo aniversario del nacimiento de José Juan Podestá, fundador del tradicional teatro platense. Su obra creció con la ciudad y aún se mantiene vigente
“Cumplo con el afán de toda mi vida, tener un teatro propio: todos mis desvelos, mi trabajo y mis ahorros fueron esclavos de mi deseo”. La frase pertenece a José Juan Podestá - Don Pepe- el fundador del Coliseo Podestá de La Plata y baluarte del Teatro Nacional y Rioplatense.
El 6 de octubre de 1858 -hace ya 145 años- nació, en Montevideo, Don Pepe Podestá, un hombre que dedicó su vida al teatro y que dejó importantes bases para el desarrollo del teatro nacional. Y no es casualidad que la fecha de su natalicio haya sido considerada hace varios años como el Día del Teatro Nacional y Rioplatense.
Nace el circo criollo
Entre sus personajes más entrañables se encontraba el payaso “Pepino el 88”, que debutó en una gira de 1881 y se inspiró en la tradición payadoresca para hacer canciones que hablaban de la situación social con humor e ironía, y que hasta en la actualidad asombran por la vigencia de su contenido.
Ya en 1884, en busca de novedades para su repertorio, Podestá le propuso a Eduardo Gutiérrez adaptar su famoso Juan Moreira para una pantomima circense a la que más tarde Don Pepe le puso letra, transformándola en drama hablado.
Así se definía el circo criollo, que constaba de dos partes: la primera respondía a la estructura tradicional del circo (con payasos, malabaristas y trapecistas, entre otros) y en la segunda se representaban escenas gauchescas de asombroso realismo, donde los mismos integrantes del circo se transformaban en actores.
La aceptación masiva de esta nueva forma de espectáculo fue inmediata ya que repercutió directamente en la psicología del criollo, que vio en el drama del gaucho marginado y perseguido por la autoridad su propio drama.
Recuerdos de Don Pepe
Martha Alice Morando Podestá (78), nieta de Don Pepe, explicó a Hoy que “abuelito -así llama a Don Pepe Podestá- era sublime, un hombre fantástico que trabajó al lado de grandes actores argentinos. Para él, el teatro era la vida”.
Martha nació el 27 de junio de 1925 y desde pequeña su destino estuvo entre los escenarios, telones y aplausos. Con tan sólo un año tuvo su primera actuación junto a Don Pepe, siendo la única nieta que dedicó gran parte de su vida al teatro, aunque con el tiempo se convirtió en docente.
“Trabajé con abuelito hasta los 5 años y luego, hasta los 12, con distintos actores. A esa edad Podestá murió, rodeado de sus hijos y nietos”, indicó Martha. Y agregó: “Abuelito fue multifacético e incansable. Un creador. Y yo tuve el honor de trabajar en su compañía”.
Crecer junto a la ciudad
El Teatro Politeama Olimpo -actualmente Coliseo Podestá- fue inaugurado el 19 de noviembre de 1886, con la presencia del por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, doctor D’Amico y Carlos Zaehndorf, arquitecto del centro artístico.
En 1897 el centro cultural fue adquirido por la Compañía Circense Teatral, integrada los hermanos Podestá: Pepe, Gerónimo, Juan y Antonio. Poco después, como no era negocio rentable para todos, dada la crisis de la década de 90, Pepe Podestá, mediante una hipoteca, abonó la parte proporcional a sus hermanos. Y para amortizar esa deuda trabajó en circos que ambulaban por la provincia con su personaje “Pepino 88” hasta que formó su propia compañía.
Patrimonio histórico
Por Martha Morando Podestá (*)
La historia del circo en la Argentina está íntegramente ligada a la familia Podestá. José Juan Podestá fue el encargado de darle al circo criollo su propio lenguaje y de crear un teatro de identificación nacional.
A Podestá -Don Pepe- no le bastó todo lo que había dado a la escena nacional, sino que su pasión fue tener un teatro propio: su Coliseo Podestá. Pasó necesidades y privaciones para conservarlo, y así lo legó a su familia. Sus nietos comprendieron que la función debía continuar, y transfirieron la sala a la Municipalidad de La Plata.
Hoy veo con mucho pesar las deplorables condiciones y la destrucción que se aprecian en muchos sectores del Coliseo. El teatro había sido restaurado a nuevo en la gestión municipal de Juan Carlos Albertí, aunque el hacedor fue el secretario de Gobierno, Enrique Gorostegui.
Desde 1986, fecha en que fue reinaugurado, no ha sido mantenido como hubiera corres-pondido y deseado la ciudadanía para la cuna del teatro nacional y rioplatense. Esperamos que esto se corrija a la mayor brevedad, porque corre el riesgo de perderse un patrimonio histórico.
(*) Nieta de José Juan Podestá, Don Pepe
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/06/pdf/11.pdf
sábado, 4 de octubre de 2003
Se estrena la primera tragedia burguesa
Se trata del sexto título del abono lírico 2003. Participan el Coro y la Orquesta estable del Argentino. Teresa Musacchio, Juan Carlos Vassallo y Luis Gaeta, en los roles principales
La ópera dramática Luisa Miller, de Giuseppe Verdi, subirá a escena hoy a las 20.30 en la Sala Ginastera del Teatro Argentino (51 e/9 y 10), en la primera de cuatro funciones, y a cargo de reconocidas voces nacionales, coro y orquesta bajo la dirección musical de Carlos Vieu, y con régie de Daniel Suárez Marzal.
“Luisa Miller es la primera tragedia burguesa”,señaló Suárez Marzal, quien trabajó sobre un libreto original en italiano de Salvatore Cammarano, a su vez basado en un drama del alemán Johann Christian Friedrich Schiller.
Agregó el teatrista que “la tragedia burguesa aparece a mediados del siglo XVIII, poco antes de la Revolución Francesa”, y precisó que “Schiller escribió en 1784 Kabale und Liebe, que se traduce aproximadamente como Intrigas y amor, a sólo cinco años de la toma de la Bastilla”.
“Una nueva clase social se avecinaba. Tenía deseos nuevos e ideales menos corruptos; tenía una nueva concepción de vida”, indicó Suárez Marzal. “La tragedia burguesa, de la que Kabale und Liebe fue el primer exponente -manifestó el regisseur-, aspiró a dignificar a esta clase social desdeñada, exaltando a sus personajes a la categoría de los antiguos héroes clásicos, haciéndolos luchar contra el destino como hasta el momento lo habían hecho primero los dioses y luego los aristócratas”.
El reparto
En lo que será el sexto título de la temporada lírica 2003 del teatro bonaerense, el papel de Luisa Miller será asumido por Teresa Musacchio (en las funciones del 4 y 12), Mónica Ferracani (en la del 5), y Marcela Paturlann (el 11).
El rol de Rodolfo fue confiado a Juan Carlos Vassallo (para las funciones del 4 y del 12), y Antonio Griecco (5 y 11); encarnarán a Miller Luis Gaeta (4 y 12) y Enrique Gibert Mellá (5 y 11), junto a un gran elenco y coro estable del teatro con la preparación de Eduviges Picone.
Luego del estreno de esta noche (abono nocturno), habrá funciones mañana a las 17 (abono vespertino), y el sábado 11 y el domingo 12 de octubre.
Las entradas generales tienen un valor que oscila entre 25 pesos y 12, con descuentos especiales para estudiantes y jubilados y pueden adquirirse en la boletería del Argentino (teléfonos 4291732/33), de martes a domingos, de 10 a 20 horas.
Habrá un servicio de ómnibus desde la Capital Federal, con micros que partirán desde el frente de la Casa de la Provincia de Buenos Aires, Callao 235, y desde Cerrito 778, desde dos horas y media antes del comienzo de cada función.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/04/pdf/19.pdf
miércoles, 1 de octubre de 2003
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