lunes, 6 de octubre de 2003

A 145 años del natalicio de un ícono del teatro

DON PEPE PODESTA

Hoy se festejará un nuevo aniversario del nacimiento de José Juan Podestá, fundador del tradicional teatro platense. Su obra creció con la ciudad y aún se mantiene vigente

“Cumplo con el afán de toda mi vida, tener un teatro propio: todos mis desvelos, mi trabajo y mis ahorros fueron esclavos de mi deseo”. La frase pertenece a José Juan Podestá - Don Pepe- el fundador del Coliseo Podestá de La Plata y baluarte del Teatro Nacional y Rioplatense.

El 6 de octubre de 1858 -hace ya 145 años- nació, en Montevideo, Don Pepe Podestá, un hombre que dedicó su vida al teatro y que dejó importantes bases para el desarrollo del teatro nacional. Y no es casualidad que la fecha de su natalicio haya sido considerada hace varios años como el Día del Teatro Nacional y Rioplatense.

Nace el circo criollo

Entre sus personajes más entrañables se encontraba el payaso “Pepino el 88”, que debutó en una gira de 1881 y se inspiró en la tradición payadoresca para hacer canciones que hablaban de la situación social con humor e ironía, y que hasta en la actualidad asombran por la vigencia de su contenido.

Ya en 1884, en busca de novedades para su repertorio, Podestá le propuso a Eduardo Gutiérrez adaptar su famoso Juan Moreira para una pantomima circense a la que más tarde Don Pepe le puso letra, transformándola en drama hablado.

Así se definía el circo criollo, que constaba de dos partes: la primera respondía a la estructura tradicional del circo (con payasos, malabaristas y trapecistas, entre otros) y en la segunda se representaban escenas gauchescas de asombroso realismo, donde los mismos integrantes del circo se transformaban en actores.

La aceptación masiva de esta nueva forma de espectáculo fue inmediata ya que repercutió directamente en la psicología del criollo, que vio en el drama del gaucho marginado y perseguido por la autoridad su propio drama.

Recuerdos de Don Pepe

Martha Alice Morando Podestá (78), nieta de Don Pepe, explicó a Hoy que “abuelito -así llama a Don Pepe Podestá- era sublime, un hombre fantástico que trabajó al lado de grandes actores argentinos. Para él, el teatro era la vida”.

Martha nació el 27 de junio de 1925 y desde pequeña su destino estuvo entre los escenarios, telones y aplausos. Con tan sólo un año tuvo su primera actuación junto a Don Pepe, siendo la única nieta que dedicó gran parte de su vida al teatro, aunque con el tiempo se convirtió en docente.

“Trabajé con abuelito hasta los 5 años y luego, hasta los 12, con distintos actores. A esa edad Podestá murió, rodeado de sus hijos y nietos”, indicó Martha. Y agregó: “Abuelito fue multifacético e incansable. Un creador. Y yo tuve el honor de trabajar en su compañía”.

Crecer junto a la ciudad

El Teatro Politeama Olimpo -actualmente Coliseo Podestá- fue inaugurado el 19 de noviembre de 1886, con la presencia del por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, doctor D’Amico y Carlos Zaehndorf, arquitecto del centro artístico.

En 1897 el centro cultural fue adquirido por la Compañía Circense Teatral, integrada los hermanos Podestá: Pepe, Gerónimo, Juan y Antonio. Poco después, como no era negocio rentable para todos, dada la crisis de la década de 90, Pepe Podestá, mediante una hipoteca, abonó la parte proporcional a sus hermanos. Y para amortizar esa deuda trabajó en circos que ambulaban por la provincia con su personaje “Pepino 88” hasta que formó su propia compañía.

Patrimonio histórico

Por Martha Morando Podestá (*)

La historia del circo en la Argentina está íntegramente ligada a la familia Podestá. José Juan Podestá fue el encargado de darle al circo criollo su propio lenguaje y de crear un teatro de identificación nacional.

A Podestá -Don Pepe- no le bastó todo lo que había dado a la escena nacional, sino que su pasión fue tener un teatro propio: su Coliseo Podestá. Pasó necesidades y privaciones para conservarlo, y así lo legó a su familia. Sus nietos comprendieron que la función debía continuar, y transfirieron la sala a la Municipalidad de La Plata.

Hoy veo con mucho pesar las deplorables condiciones y la destrucción que se aprecian en muchos sectores del Coliseo. El teatro había sido restaurado a nuevo en la gestión municipal de Juan Carlos Albertí, aunque el hacedor fue el secretario de Gobierno, Enrique Gorostegui.

Desde 1986, fecha en que fue reinaugurado, no ha sido mantenido como hubiera corres-pondido y deseado la ciudadanía para la cuna del teatro nacional y rioplatense. Esperamos que esto se corrija a la mayor brevedad, porque corre el riesgo de perderse un patrimonio histórico.

(*) Nieta de José Juan Podestá, Don Pepe

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/10/06/pdf/11.pdf

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