miércoles, 12 de junio de 2002

Esta vez la música no fue lo más destacado de la noche

CRITICA / EL INGLES DE LOS GÜESOS

Con algunos problemas en el sonido, se realizó, el pasado fin de semana en la sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino, el estreno mundial de El inglés de los güesos, el drama musical basado en la novela de Benito Lynch

Por Carlos Sacanell
Especial para Hoy

El sábado pasado se puso en escena en el Teatro Argentino, por primera vez en estas tierras, una obra que representó el comienzo de un nuevo género sin precedentes: el drama con música.

El inglés de los güesos fue una obra con mala suerte desde su concepción, ya que recién ahora -teniendo en cuenta que Boero culminó su partitura en 1938- pudo estrenarse en su versión orquestal. Antes, en 1977, la Orquesta Juvenil de Radio Nacional, y luego en 2001 la Orquesta Juvenil Libertador San Martín, ejecutaron fragmentos orquestales de la obra. El 9 de julio del año pasado, la versión con piano se presentó en el Teatro Roma de Avellaneda.

Pero nunca pudo estrenarse la obra como Boero quiso e intentó hacerlo varias veces. La posible razón de esta larga espera es que se trata de una obra de puesta difícil, ya que a pesar de que la acción se centra en lo teatral, la parte musical encierra algunas complicaciones, como por ejemplo que dos de los personajes deban ser cantantes. Esta dificultad se hace mayor si dichos personajes deben cantar con una orquesta sinfónica acompañante, que resulta mucho más complejo que cantar con un piano solamente.

La puesta del Argentino fue sobria, en algunos detalles similar a la que se hizo el año pasado en el teatro Roma, principalmente en una especie de escenario pequeño de dudosa utilidad que fue colocado en medio del propio escenario en forma de plano inclinado hacia el público, alrededor del cual los personajes se movieron.

La obra narra la historia de la llegada de Mr. Gray, un antropólogo que llega a una estancia para buscar fósiles, y el amor que éste despierta en Balbina, la hija del puestero de la estancia. Notable fue la presencia de un actor como Arnaldo André en un teatro que suele ser utilizado para presentaciones sinfónicas u operísticas, demostrando un excelente manejo de la escena y claramente resaltando a nivel actoral en un medio tal vez extraño para su trayectoria.

También es digna de destacar la labor lograda por la soprano Graciela Oddone, quien no solamente dominó perfectamente las partes cantadas, sino también las partes actuadas, demostrando así su enorme ductilidad como artista.

Pero el verdadero protagonista de la presentación fue el sonido, y no de la mejor manera, ya que en lugar de ayudar a la escucha de las canciones, empobreció la puesta a causa de sus fallas o imprevisiones. Más de una vez en el dúo entre soprano y tenor se escucharon clicks y ajustes de volumen intentando corregir diferencias entre ambas voces de manera poco sutil. Además, la parte coral de la pieza se escuchó muy por detrás del zapateo de dos gauchos, que resultó el centro de atención de los micrófonos. Todo esto es difícil de entender cuando tanto el coro como los cantantes son profesionales de la lírica, es decir, que rara vez sus voces necesitan de la ayuda de la amplificación, sobre todo tratándose de un sala de un teatro lírico por excelencia.

La orquesta estable tuvo escasas pero correctas situaciones de protagonismo en el preludio y en los comentarios de escenas, algo así como música incidental de la obra, sin demasiada dificultad para un grupo de músicos que ya ha demostrado sus dotes dentro del repertorio de la ópera.

Es clara la intención de presentar este tipo de piezas, pero cuando la temporada lírica cuenta con tan escasos títulos, no se comprende demasiado la inclusión de El Inglés... en lugar de cualquiera de las numerosas obras que el repertorio operístico ofrece, sin desmerecer la correctísima labor de los cuerpos estables en la presentación de esta obra.

Ficha técnica:
El Inglés de los güesos, drama basado en la novela de Benito Lynch. Versión teatral de Arturo Cerretani y Marcos Bronenberg. Música de Felipe Boero.
Reparto: Arnaldo André / Fernando Cormick (Mr. James Gray), Graciela Oddone (Balbina), Carlos Sampedro / Carlos Iaquinta (Santos Telmo), Graciela Andrini (Doña Casiana), Raúl Herrero (Don Juan), Juan Ignacio Blanco (Bartolo), Maximiliano Drizza (Deolindo) y Gladys Romero (Doña María).
Integrantes del Ballet: Aníbal Gimenez y Carlos Morales (Ballet Libertad)
Director de la orquestas: J. María Ulla.
Director del coro: Eduviges Picone
Lugar: Sala Alberto Ginastera
Día: domingo 2/6

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2002/06/12/pdf/19.pdf

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