viernes, 7 de julio de 2000

Por amor a Chéjov

7 de julio de 2000

Aunque está inspirado en las cartas de amor de Anton Chéjov a Olga Knipper, la mujer a la que el gran escritor ruso más amó y con quien se casó y compartió los últimos cuatro años de su vida, "Querido Chéjov...Olga Knipper" se parece más a las cartas que la actriz María Marchi le enviaría al autor de "La Gaviota" si tuviera oportunidad de hacerlo.

De hecho, Marchi admira a Chéjov, se dedicó fervorosamente a él, aprendió su idioma para poder traducirlo y cuando habla de su obra lo hace con amor. Por eso, con la colaboración en la adaptación de los textos de Camila Vanz, pergeñó este espectáculo que ahonda en la relación de separaciones y constantes desencuentros entre Anton y Olga, las despedidas y la necesidad desgarrante que tenían el uno del otro, ya que Olga era actriz y la mayor parte del tiempo estaba actuando en Moscú, mientras Chéjov, muy enfermo para esa época, debía recluirse en Yalta, cuya cálida temperatura favorecía su delicado estado de salud.

"Me he dedicado casi exclusivamente a este autor porque me fascina. Su propuesta te hace cumplir con el objetivo del teatro: lo que importa es lo que pasa, no lo que se dice. Por eso en la última parte del espectáculo interpreto el monólogo final de 'Nina' en 'La gaviota' en su idioma original", expresó Marchi, quien estará mañana a las 21 en el teatro La Nonna de la calle 47 y 3.

Desde ese escenario, una de las protagonistas de "Ojos de tinta", que hoy se reestrena en Andamio '90, con dirección de Kado Kotzer, se entregará al público para transmitir el sentimiento que según ella propone el autor acerca de la felicidad, efímera y fugaz, que casi no pertenece al presente.

"Chéjov cree que la felicidad puede ser la reliquia de un amor pasado o de algo que está por venir. Por eso me atrapa; por su sentido teatral y su sentido de la vida. Y en este momento me parece bastante necesario porque hay mucha confusión respecto a lo que es la felicidad o cómo se accede a ella. Y el autor nos hace reflexionar. El mensaje sería que hay que buscar más adentro el bienestar y el estar mejor".

El absurdo de lo cotidiano, la tragedia de lo cotidiano, puede provocar la risa según María Marchi interpreta a Chéjov, porque para ella su obra provoca una emoción sutil que desde el día que estrenó la obra en la Casa de Rusia, hace tres años atrás, intenta transmitir con la responsabilidad que siente que le corresponde desde su lugar de actriz.

"Tengo que sentir la satisfacción de que por los menos, a uno lo que hice le sirvió", confesó esta mujer de entusiasmo contagioso que transpira teatro desde hace muchos años.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000707/espectaculos2.html

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