CULTURA / Adriana Varela se presenta el viernes en el teatro de cámara de City Bell. Antes de su show habló con Diagonales.com. y nos regaló un poco de toda la sensualidad de “una mina normal” que canta tangos.
24.04.2013 | 14.30
Adriana Varela para algunos es la imagen prototípica de la mujer del tango: Morocha voz gruesa arrabalera y sexy. Dentro de lo que salta a primera vista, asoma, una “mina normal”, de voz gruesa pero rockera y sexy. Una mujer que mezcla dos géneros y dos maneras de encarar la vida, que quizá estén más cerca de lo que parece: el Tango y el Rock. Y de esa mezcla sale la mina “que labura de esto” y que está orgullosa de nunca haber firmado un contrato con un “multi”, como dice ella. La despierta pasiones cuando pisa el escenario y se le planta al público al cuál le habla de igual a igual.
Este viernes se presenta en el teatro de Cámara de City Bell. Acompañada en piano y con la dirección musical de Marcelo Macri, brindará un show que seguramente será para disfrutarla al máximo. Antes de su presentación charlo con Diagonales.com y nos contó un poco de todo.
Hablanos un poco del show de este viernes, el cual promete “una sesión única de tangos y otras canciones”. ¿Además de los tangos que incluís en este repertorio?
-Va a haber un poco de Fito Páez, va ha haber Sabina, voy a hacer canciones que yo he cantado con él. Sabina siempre me convocó para cantar canciones que tienen mucho que ver con nosotros y que ademes tienen un aire urbano muy interesante, él es fanático de Buenos Aires. Y además de las canciones también pasa eso que pasa con el público de allí, de City Bell y de La Plata y es que hay cosas que por ahí no me animo a cantar en otro lado. Lo que pasa en esos lugares tan íntimos y maravillosos es que, lo que me piden, lo canto. Siempre que esté dentro de mi repertorio, claro está y siempre que pueda. Cuando actúo en City Bell, que es algo que hago asiduamente, es como que voy “a lo que venga”, en el sentido de lo que venga del público, a eso me refiero.
Es como un ida y vuelta más marcado que sólo la respuesta del aplauso
-Totalmente. Yo tengo con La Plata en general un vínculo, desde mi lado, muy emotivo. Yo me acuerdo en París en el Chaillot, que es como el lugar más top pata cantar y yo lo hice varias veces, recuerdo a un holandés que me vino a hacer una nota para la tv de Holanda, con cámaras y todo y me preguntó: ¿y ahora qué te gustaría hacer? Y yo le contesté: Volver a La Plata. Me salió espontáneamente, porque me gusta y yo sé que City Bell o La Plata son lugares muy importantes para mí.
La gente que te sigue es de edades muy variadas y escapan a lo que puede esperarse de una persona a la que le guste el Tango. Quizá tenga que ver con tu estilo, o tu repertorio, pero lo cierto es que vos sos una mina que conectás al tango con gente de 30 años, incluso menos.
-Eso es, de alguna manera, lo que me caracteriza no sólo acá sino en todo el Mundo. En cierto sentido hay gente joven que es la que me sigue y algunos descubren el tango a través mío. Eso es algo muy copado, porque finalmente yo también vengo de otro palo. Yo vengo del palo del rock y yo también lo descubrí a esa edad, o un poco más tarde, a los 35. Descubrí el tango por búsqueda. Hay una especie de simetría en ese sentido con la generación que va descubriendo el tango como lo sigo descubriendo yo, porque no es que tengo tanta historia de conocimiento con el tango. Sigo buscando tangos porque es una época muy intensa y de mucho interés histórico en cuanto a lo que tiene que ver con la literatura, con la vida que se vivía. Todo eso nosotros no lo vivimos. Yo me sigo sorprendiendo con ese mundo que hoy es clásico, Como lo es Jimi Hendrix. Clásico también es Lennon, Zappa es clásico, y bueno el falco Spinetta ni hablar…
Sí, no distan muchos años entre la década del 40 (donde surgen muchos tangos de los más famosos) con los 60´s y los músicos que nombras.
-Totalmente. A nivel histórico si vos te distancias y haces un análisis histórico o filosófico, no es nada. Distanciarse hace bien. En ese sentido todos esos años que acabamos de nombrar no son nada históricamente, son dos minutos. Es por eso que por cierta proximidad que veo entre el rock y el tango es que me resulta mucho más sencillo relacionarlos, de lo que le podría resultar a otro. No me parecen géneros tan distantes, quiero decir.
Ha habido momentos en tu carrera (al principio sobre todo) donde hubo una cierta resistencia por parte del “tanguero tradicional”, y quizá algo de eso se mantenga. Además de tus orígenes que tiene que ver con el rock ¿Sentís que también tiene que ver con cierta impronta tuya en el escenario, con tu relación con el público?
-Yo creo que tiene que ver con la actitud rockera, principalmente. Yo lo que hago es desacartonar lo que nunca estuvo acartonado que soy yo, interpretando canciones tan maravillosas que tienen que ver con otras épocas. Pero también incluyo grandes autores contemporáneos a mí.
Con respecto a tu impronta me refería también a que cambiás el rol de la mujer cantando tango. Pienso en la morocha argentina del tango, y yo a vos no te veo cebándole un cimarrón a las 4 de la mañana al gauchito valiente, todo lo contrario. O quizá Tita Merello con una cosa más arrabalera, pero que también jugaba con su fealdad y su inocencia. Vos sos una mujer increíblemente sexy que se para desde ese lugar.
-Muchas gracias. Y sí es verdad, en mí no tienen cabida ni la mujer inocua, ni la mujer sometida. Ni tampoco esa figura de la mujer mala o traicionera del tango. Yo creo que soy una mina muy normal, actual. Que ha empezado a cantar laburando de otra cosa y con dos pibes chiquititos, y me fue como el culo cuando dejé de laburar en el consultorio. Y empecé a hacer mi historia con el tango y me quedé sin un mango y todo eso. Esas cosas se reflejan en tu personalidad: no hay caretas acá, ni hay posturas. Yo me acuerdo una vez una persona muy interesante me dijo: “no digas más que venís del rock”. Y yo caretear, no careteo. A mi el que me banca, si es tanguero y me banca, buenísismo. Ahora yo no voy a negar de donde vengo. Así como no niego que vengo de la provincia de Bs As, así como no me hago ni la francesa, ni la inglesa. Yo como soy arriba del escenario, así soy abajo. Soy una mina normal que labura de esto, se gana la vida y viaja y esas cosas, pero nada más.
Sí, y sos conocida y vendés discos. Está ese costado también
Sí, igual lo de los discos ya es medio al pedo. Yo ahora estoy recopada con Youtube, pero mal, y aparte tengo la postura de nunca haber firmado con una multi, lo decidí porque lo vi como algo que me podía limitar y es algo que no hice, ni nunca voy a hacer. Y me perdí mucha guita, pero sabés que salud que tengo en este momento. Por lo menos psíquica. De los que sí me felicito es de seguir siendo libre. Y eso también se ve sobre el escenario. Porque sino estaría como recortada. Esas presiones no me van. Por ejemplo, vos y yo no estaríamos hablando si yo no le pido permiso a una multi. Ellos te lo arreglan. Es una locura. Por eso para mí el fenómeno popular masivo, esto de ser no una mina de mercado, sino popular, es porque yo hablo con el público, así como estoy hablando con vos, naturalmente.
Dentro de lo que se pasa con el público, en algunas oportunidades se genera también una cosa muy al estilo Sandro con sus nenas. Yo he escuchado que muchas veces te gritan algunas cosas muy subidas. En tu lugar otra se enojaría…
Son muy graciosas. Y ¿sabés qué? Eso es muy copado para el tango. Me parece que haya un poquito de rock and roll en el escenario y en la actitud del público. Y además el tango es rebeldía también. Tiene un origen bajo, portuario, un origen prostibulario, entonces, ahí estamos. Ahí estoy yo.
Adriana Varela se presenta el viernes 26 de abril de 2013 a las 21:30 hs en el teatro de Cámara de City Bell (diag. Urquiza e/ 462 y 464)
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