Miércoles 28 de noviembre de 2012 | Publicado en edición impresa
Ópera
La versión adaptada de El anillo del Nibelungo, de siete horas de duración, fue seguida por un público entusiasta; la obra abre las celebraciones por los 200 años del compositor
Foto: Santiago Filipuzzi |
Y finalmente llegó el día. Durante la tarde de ayer, se llevó a cabo en el Teatro Colón el estreno mundial del ColónRing , la versión adaptada de siete horas de El anillo del Nibelungo , de Richard Wagner. De esta manera, comenzó en Buenos Aires la celebración del bicentenario del nacimiento del compositor alemán, que se festejará en todo el mundo el año próximo.
Este polémico "anillo compacto", adaptado de las cuatro óperas del ciclo por el compositor Cord Garben, dio comienzo con puntualidad a las 14.30, con la sala del Teatro Colón completamente colmada.
El oro del Rin transcurrió así en una hora y diez minutos frente a un público respetuoso y entusiasta, lo que se pudo notar con los aplausos del final. Es cierto que también hubo algún grito extemporáneo, pero es algo que sucede con frecuencia en la ópera; nadie se sintió escandalizado ni sorprendido.
Luego llegó el primer intervalo -otro programa dentro del programa-, en el que se sirvieron bocaditos, champagne, vino, gaseosas y café, bebida fundamental para poder seguir adelante.
La segunda parte continuó con La valkiria , segmento que fue más aplaudido que el primero. El ánimo de la gente estaba intacto y con ganas de más.
Tras la hora y quince minutos que duró la segunda obra, llegó el intervalo de sesenta minutos, que puso a disposición de los melómanos un importante buffet froid y más bebidas.
La tercera parte, Sigfrido , llegó puntual, igual que el último recreo, con mesa dulce y demás... El final, con El ocaso de los dioses, comenzó entrada la noche... y el cansancio empezó a hacerse notar.
EL MUNDO MIRA AL COLÓN
Así, luego de tantas controversias, escándalos y abandonos, llegó a buen puerto esta original propuesta que tuvo los ojos de los amantes de la ópera del mundo puestos sobre el Teatro Colón.
El viernes tendrán su segunda y última oportunidad. Es cierto, también, que quienes no puedan verlo en estas dos presentaciones tendrán la opción de acceder a ella a través de la grabación integral que el canal alemán Deutsche Welle realizará de este ColónRing . Eso sí, habrá que esperar hasta el año que viene.
De todas maneras, más allá de las variopintas opiniones que seguramente aflorarán, el hecho de que esta obra se haya estrenado en tiempo y forma es un logro de no pocos méritos, ya que no hay que remontarse muy atrás para recordar los problemas que llevaron al cambio intempestivo del director de escena, con la salida de Katharina Wagner (una de las ideólogas del proyecto) y la entrada (salvadora) de la argentina Valentina Carrasco, parte de La Fura dels Baus. Lo mejor de todo es que esta historia (con sus múltiples repercusiones) continuará...
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