viernes, 11 de septiembre de 2009

Danzaterapia: descubrir el cuerpo y liberar el alma

11 de setiembre de 2009

A partir de estímulos musicales y sensoriales, y a través de la creatividad y la improvisación, las clases de la platense Mónica Cardoso permiten descargar tensiones, levantar el ánimo y desestructurarse

"Con la técnica 'cuerpo abierto' se trabaja a partir de las líneas de ejes que nos permiten despegar las adherencias corporales y mentales" comenta Mónica Cardoso, quien se formó en danzas clásicas y descubrió en la danzaterapia la forma de liberar tensiones, romper estructuras, crear y disfrutar del cuerpo con cada movimiento.

La danzaterapia es una metodología dirigida a todo tipo de personas no importa el sexo, la edad o las capacidades físicas. A partir de la música y el movimiento se trabaja con la expresión creativa estimulando el desbloqueo de lo reprimido.

Dentro de la disciplina de la danzaterapia, Mónica cuenta que en sus clases, también dirigidas a personas de cualquier edad y sin distinción de género, emplea la técnica "cuerpo abierto".

Cada clase, que se extiende durante una hora y media una vez por semana, comienza con una consigna; unas palabras, como pueden ser "despejar" y "soltar". A partir de allí, y con la música como base, los alumnos improvisan.

"Es un trabajo que tiene que ver con lo interno, con el lenguaje corporal, con el objetivo de descubrir el cuerpo de cada uno en su totalidad", explica Mónica.

Libertad de expresión

Mónica explica que las clases que dicta en su estudio "son totalmente distintas" a una clase genuina de danzaterapia, ya que la técnica de "cuerpo abierto", de la cual se considera una autodidacta, "tiene aderezos propios".

“Es muy importante la creatividad del profesor, porque en eso radica que el alumno quiera volver al próximo encuentro. Además te vas bien de ánimo, porque después de descargar las tensiones, de sacar la mochila del estrés cotidiano, terminamos con música up, tipo disco”, agrega la danzaterapeuta.

Otra de las característica de la metodología “cuerpo abierto” es que no se trata de una disciplina mecanizada, ya que la mente no está dirigida, no tiene condicionamientos, y la persona improvisa sus propios movimientos, trabajando con distintos elementos como telas y bastones, y siempre con una consigna de por medio, relacionado con la libertad.

Por eso, Mónica recomienda sus clases a bailarines de clásico o contemporáneo, “para lograr desestructurarse”. “Pero además, el método es ideal para aquellas personas que le gusta la danza, que se sienta motivada para sacarse la carga. La danzaterapia también ayuda a elongar, tonificar, flexibilizar y relajar el cuerpo”, agrega.

La danzaterapia ayuda a encontrarse con el interior de uno mismo y a redescubrir el cuerpo en su totalidad a través de los movimientos, la música y la expresión creativa. La persona se desconecta, reencontrándose así con la paz interior, sacando afuera la negatividad, lo que permite el renacer de la alegría.

En un ambiente cálido, iluminado por luces tenues que emulan una clase de teatro, y donde se utilizan distintos elementos y tipos de música haciendo hincapié en las líneas del eje del cuerpo, como los pies y la columna, la técnica de “cuerpo abierto” hace que la persona alivie las cargas cotidianas y cambie de sintonía.

Además, es una gimnasia integradora que mediante distintas consignas despierta otras sensaciones. Como ejemplo, Mónica cita la experiencia de una de sus clases, cuando el lema del día era sentirse dentro de un circo. “Los alumnos sacaron afuera el niño que llevamos dentro”, cuenta.

Mónica Cardoso tiene una amplia formación en danzas clásicas. Estudió en el Teatro Argentino y en Capital Federal. Es danzaterapeuta con formación realizada bajo la dirección de la creadora de la disciplina, María Fux y su discípula María José Vexenat. Además, participó de importantes congresos internacionales y convenciones, y brindó diversos talleres en escuelas y organismos.

Señala que en una de las tantas clases de danzas que tomó descubrió la danzaterapia, lo que le permitió liberarse de las estructuras que poseía como bailarina, y disfrutar de su cuerpo con cada movimiento, y con la improvisación.

Mónica relata además que el año pasado dictó talleres de danzaterapia para chicos con capacidades diferentes en el centro “Seres especiales”, y recuerda la experiencia como “muy buena” y “gratificante”.

Para todos aquellos que quieran participar de sus clases, pueden comunicarse al teléfono 0221-479-3900, celular 0221-15-477-9012, o vía mail monikc26@yahoo.com.ar.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/mujer/nota.aspx?id_imagen=119

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