MAXIMILIANO GUERRA
Actuará como bailarín invitado en el primer ballet que presenta en el año el Teatro Argentino, desde hoy. Promete un espectáculo cautivante y cuenta cómo se divide entre el baile y la compañía que él mismo creó
Atravesando los indescifrables pasillos que esconde el cemento del Teatro Argentino, se llega a una puerta, ubicada detrás del escenario de la sala Ginastera, que tiene un nombre: “Maximiliano Guerra”. Es el camarín donde el bailarín esperará ansioso que lleguen las 20.30 de hoy para iniciar la temporada de ballets del Teatro Argentino, ritual que repetirá mañana a la misma hora y el domingo a las 18.30.
“Es una puesta muy tradicional, con pocos cambios, similiar al original”, adelanta sentado delante del espejo donde ultimará su maquillaje minutos antes de saltar al escenario vestido de Solor.
“El siente amor por La Bayadera -explica sobre su rol-, pero tiene el compromiso de casarse con la Princesa Gamzatti”. Y cuenta que la Bayadera muere envenenada por la Princesa, quien luego de un ritual de opio va a visitarla “al lugar donde los hindúes dicen que van los muertos. Es la parte más fantasiosa del ballet... Y la caída del templo -agrega-, porque si jurás amor eterno sobre el fuego sagrado a una mujer y no lo cumplís algo va a pasar”. Y en medio de la narración del argumento promete: “Es un ballet con mucha magia, muchas danzas, muchas variaciones”.
Además de bailar, Guerra es coreógrafo y tiene su propio cuerpo de baile, el Ballet del Mercosur, con el que ya ha actuado en La Plata. Pero en este caso, no es el encargado de la puesta en escena.
-Como coreógrafo, ¿participás en la preparación del ballet o no?
-No, yo dejo que haga el coreógrafo. Obviamente los primeros bailarines llevamos nuestras variaciones puestas. Yo hice (como coreógrafo) Don Quijote en Stutgart y sabía que los bailarines invitados no iban a hacer las variaciones que yo había puesto. Participo desde mi lugar, desde cómo yo interpreto el rol.
-¿Cómo está tu ballet?
-Bien. El 14 de marzo tenemos una actuación en el Obelisco. Y en abril empezamos de nuevo con giras. Tenemos gira todo el año.
En alguna sala cercana al camarín suena la voz de un barítono, acompañado por un piano. La música brota en este lugar... Se combina con la danza. Hay magia.
La Plata, ciudad de sus primeros pasos en la escena
“En La Plata empecé mi carrera -recuerda Guerra-. A los 15 años estaba como sala y escenario del Teatro Argentino”. “Yo estaba en el Colón de refuerzo, y me enteré que había concurso aquí en La Plata, y entré. Y mientras trabajé acá terminé la escuela en el Colón”.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2008/03/07/pdf/cuerpo.pdf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario