sábado, 22 de marzo de 2008

Contar historias, generar conciencia, dar luz

Lito Cruz reflexiona en su casa

Lito Cruz, director de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires

Volvió a la función pública con muchos planes y proyectos que buscan introducir el teatro y la historia en los sectores más indigentes

Sábado 22 de marzo de 2008 | Publicado en edición impresa

Llega a su estudio de la calle Suipacha con demora. Viene de La Plata y está próximo a dar comienzo a sus clases. Lito Cruz, el nuevo director de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, sigue compartiendo su trabajo en televisión y cine con la gestión teatral. En los últimos años fue director nacional de Teatro, director ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro, director del Coliseo Podestá de La Plata, y ahora tiene en sus manos la política teatral de la provincia con más actividad escénica, después de la ciudad de Buenos Aires, en la Argentina.

La tarea no es sencilla, aunque tiene algunos costados que le interesan para transitar. Vuelve a una ciudad que conoce bien. Nació en Berisso, al lado de La Plata. La secundaria la hizo en esta ciudad y hasta comenzó la universidad en la carrera de arquitectura. Dejó todo y se vino a Buenos Aires, donde completó su formación y desarrolló su carrera. "A los 67 años estoy volviendo a mi origen -dice el actor con una sonrisa-, a mis amigos, a mi gente. Ya tengo un lugar en el cementerio de Berisso. En mi vida hice Berisso, La Plata, Buenos Aires y ahora Buenos Aires, La Plata... Estoy volviendo."

Pero su vuelta tiene mucha vitalidad. Y no sólo porque sus funciones en La Plata se lo requieran, sino porque -hombre hiperactivo si los hay- está trabajando para lograr que su ciudad natal se fortalezca y sea considerada por sus cualidades históricas -nació con los inmigrantes y hasta los años 70 fue un polo laboral muy fuerte-, y en eso lo acompaña el gobernador Daniel Scioli.

Y donde también lo acompaña es en esto de redefinir a la Comedia de la Provincia, una institución que ha llevado, a lo largo de su historia, un camino algo errático. No tiene edificio propio ni teatro; no es un elenco estable y, en general, cuando produce, sus actores son sólo platenses, con lo cual su carácter provincial se torna dudoso.

"La Comedia es algo que empezó mal desde el comienzo -explica Lito Cruz- . Nadie sabe bien qué es. Scioli me planteó un proyecto que me interesó mucho. El objetivo es trabajar con toda la sociedad e ingresar también en las clases indigentes. Yo le planteé que para lograr eso es necesario crear una Dirección Provincial de Teatro porque entonces podrá lograrse una política más abarcativa."

Por ahora, Cruz ha comenzado a interesar en esto a senadores y diputados de la provincia y también a Fetibo, la Federación Teatristas Independientes Bonaerenses. La idea de máxima es formalizar una ley de teatro para Buenos Aires que no cree, como la ley nacional, un instituto del teatro, sino un consejo provincial de teatro independiente. "Si sumamos nuestra ley a la que ya tiene la Nación, las que tienen la ciudad de Buenos Aires y Tucumán, estaremos logrando más apoyo del Estado para los teatristas. No les estamos solucionando todos los problemas, pero sí los ayudamos a crear sin la angustia que produce no saber qué hacer a fin de mes."
Nuevos proyectos

Entre las nuevas actividades que Lito Cruz está diseñando para la Comedia de la Provincia de Buenos Aires -junto al director artístico Ciro Colli y el director técnico Daniel Feijoo- figuran la reapertura de la sala Armando Discépolo, ubicada en la calle 12, entre 62 y 63, de La Plata, donde en un par de meses subirá a escena Babilonia , de Discépolo. En ese espacio, los martes presentará un ciclo denominado El Teatro y la Historia, que concibió con artistas platenses cuando conducía el Coliseo Podestá. Los miércoles, distintos actores porteños ofrecerán un ciclo de unipersonales. Están confirmados Amelia Bence, Cipe Lincovsky, Víctor Laplace, Rudy Chernicoff y Laura Bove, entre otros.

Uno de los proyectos más fuertes tendrá que ver también con la historia. La idea es trabajar con las 15 regiones en que se ha dividido a la provincia y en cada una generar un proyecto con autor, director y elenco local, donde se cuente algún aspecto de la historia argentina, entre 1810 y 1854.

-Cuando conducías el Instituto del Teatro, generaste un proyecto que se llamaba 300 Ciudades Cuentan su Historia; en el Coliseo Podestá propusiste el ciclo El Teatro y su Historia, y ahora preparás un espacio de reflexión, a nivel provincial, con iguales características. ¿Por qué ese interés por contar la historia?

-Durante mucho tiempo pensé que el teatro argentino, después de Lizarraga, Dragún y Cuzzani se había alejado de la historia. El proceso militar un poco fue determinante en eso. Hizo que la historia fuera intocable. No se podía ser irreverente con ella; tenía que obedecerse a ciertos procesos unitarios que se mantuvieron en el tiempo. Después de esa etapa, los autores se han volcado al mundo intimista. Tenemos que volver a contar la historia; es indispensable. Porque si algo nos une a los argentinos es la historia, en cualquier clase social, en cualquier barrio.

-Daniel Scioli te pedía que trabajaras con comunidades indigentes. ¿Cómo será ese trabajo?

-Estoy empezando a trabajar en las villas; he tenido reuniones con las Madres del Paco. Es difícil. Pero si no nos introducimos en la gente por medio de la cultura, será difícil que la gente recapacite sobre lo que está pasando. Todo el mundo quiere ser protagonista de su historia. Una persona que no tiene padres los busca. Y si no, como hacen los chicos, te inventás una historia. El tipo que mata a alguien, el que se da con el paco, el que roba, se siente protagonista. Como delincuente es protagonista; tiene poder. De alguna manera cuenta su historia tratando de surgir de la nada en la cual se mueve, dentro de una villa miseria, un barrio. El teatro hace que el pueblo, al contar su historia, exalte aquellos valores que hacen a la comunidad, y esto te hace tomar conciencia de que sos argentino y que tenés que hacer algo por ese barrio, ese pueblo, este país. El teatro es una expresión donde la raza humana se piensa a sí misma viéndose reflejada en el escenario. El teatro tiene hoy una doble función. La primera es que vengan a verme los que pueden y la segunda, que yo tengo que ir hacia los que no pueden verme; tengo que ir a buscarlos, crear un evento teatral para que ellos puedan encontrar la forma de sublimar los sufrimientos, las angustias.

Carlos Pacheco


Cultura y sociedad

Si bien Lito Cruz conoce a la provincia de Buenos Aires desde hace muchos años, la realidad en la que hoy le toca trabajar es muy diferente a la de su niñez o adolescencia. El mismo artista destaca que no ve bien a su provincia. “La veo muy para adentro, a causa de la inseguridad –explica–. La cultura es algo que sale a la calle y la calle es peligrosa y, entonces, aparecen las manifestaciones solitarias: Internet, la televisión, la radio. La cultura es de la casa para afuera y ahí hay peligro. La droga y la delincuencia trabajan en la soledad y la oscuridad. El teatro en un espacio, una vereda, una manzana, y trae luz y, ante esa luz, las ratas se van. Es necesario que la gente pueda volver a salir a reflexionar con sus pares sobre lo que les pasa. El teatro es uno de los grandes poderes que tiene la sociedad para decir sus verdades y movilizar, como lo hizo en su momento Teatro Abierto”.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/997670-contar-historias-generar-conciencia-dar-luz

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