miércoles, 16 de agosto de 2006

Paula Almerares deslumbró en su actuación en La Plata

OPERA / ROMEO Y JULIETA

El viernes y domingo, fue la protagonista de Romeo y Julieta, la ópera de Gounod que se presentó a sala llena en el Teatro Argentino

El cuarto título de la exitosa temporada lírica 2006, la ópera romántica en tres actos, Romeo y Julieta, se presentó durante el último fin de semana en el Teatro Argentino, con el impactante protagónico de la soprano Paula Almerares junto al tenor Carlos Vittori, gran elenco de voces, coro y orquesta bajo la dirección del maestro Javier Logioia.

Estrenada en 1867, bajo la influencia que Gounod recibía del belcantismo de Gioacchino Rossini, Gaetano Donizetti y Vincenzo Bellini, la tragedia de los amantes de Verona que inmortalizó William Shakespeare (1564- 1616), llegó al parisino Theatre Lyrique con gran éxito y con este mismo libreto de Jules Barbier y Michel Carré con el que se cantó la obra en el coliseo lírico bonaerense.

Desde su recordado y definitorio debut en 1993 -junto al maravilloso tenor Alfredo Kraus en el Colón, como la frágil y tierna Antonia de Los Cuentos de Hoffmann-, la platense Paula Almerares ha conquistado premios y la admiración con los más difíciles protagónicos de su cuerda y correctísimamente siempre en su tesitura, lo que le ha valido legítima fama y sólido prestigio en los más diversos teatros del mundo. Y este fin de semana eso es lo que percibió el público que colmó la gran sala Alberto Ginastera.

Almerares fue esa versátil actriz cantante, artista completa, soberbia, con su altamente constituido physique du rol para la ternura, para el encuentro amoroso con su bien amado Romeo y, por qué no, para el dolor, para la frustración, todo lo que demanda una fuerte cuota de precisión vocal y actoral y ese encanto que ella prodiga sin esfuerzo y con total naturalidad: un lujo.

Junto a la verdadera estrella de la noche y tal vez, como un desafío, el buen tenor Carlos Vittori mostró su garra para los fuertes compromisos y acertó realmente en su composición del personaje del dificilísimo Romeo montesco con un importante material vocal, fiato, lirismo, cuidada musicalidad, romanticismo, fuerza viril, segura técnica al servicio de la música: un logro.

Completaron el elenco sin altibajos y con mucho merecimiento, Leonardo Estévez en cuerda de barítono en el papel del riguroso e inflexible jefe de la casa Capuleto; el Mercucio de Sebastián Sorarrain; bien Carlos Natale como Teobaldo; fantástica y aclamada la mezzo Vanesa Mautner en el travestido de El Paje, con la celebrada performance del bajo Carlos Esquivel en el papel del Fray Lorenzo que aporta el brebaje para el sueño trágico de la inocente y dulce Julieta.


La quinta y última función de Romeo y Julieta se realizará el domingo a las 17, otra vez con el elenco principal sobre el escenario


El maestro quilmeño Miguel Martínez (colonista de cepa, si los hay), realizó un trabajo impresionante al frente del Coro estable del teatro platense junto a la impecable régie de Marga Niec que vino asistida por Daniel Feijóo en escenografía, y Eduardo Caldirola en vestuario cedido por el teatro Colón para esta puesta.

Discípulo de grandes argentinos del podio como Pedro Ignacio Calderón y Guillermo Scarabino, Javier Logioia dio una versión extremadamente cuidadosa de la obra de Gounod concertando con gran profesionalidad, las voces en escena y los diestros atriles del foso: una experiencia imperdible para todo público en esta tan exitosa temporada lírica platense.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2006/08/16/pdf/s04-sup.pdf

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

  Balance de teatro 2024 En un año con fuerte retracción del consumo y un ataque inusitado al campo de la cultura, la caída de la actividad ...