sábado, 23 de noviembre de 2002

De la mano de Araiz el ballet llega al Argentino

ULTIMA PRODUCCION DE LA TEMPORADA

Subirán a escena Rapsodia, Adagietto y Magnificat. El coreógrafo recordó la realización de su sueño adolescente al presentar la obra de Bach en nuestra ciudad

El Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata se presentará hoy a partir de las 20.30 en la Sala Lírica del máximo coliseo platense con tres exitosas coreografías de su actual director, Oscar Aráiz.

Será la última producción de la temporada 2002 del ballet platense, que se repetirá mañana a las 17, el viernes 29 y el sábado 30 de noviembre, a las 20.30, y el domingo 1 de diciembre, a las 17. Intervendrán, además del Ballet Estable, la Orquesta estable del magno teatro, dirigida en esta oportunidad por Roberto Ruiz, y el Coro, preparado por Eduviges Picone.

El programa se iniciará con Rapsodia, con música de Sergei Rachmaninov (Rapsodia para piano y orquesta sobre un tema de Paganini), con vestuario de Renata Schussheim y el desempeño como solista de piano de Adrián Martínez.

Proseguirá con Adagietto, coreografía montada sobre el Adagietto de la Sinfonía Nro. 5 en do sostenido menor de Gustav Mahler. En el cierre del espectáculo se ofrecerá el ballet Magnificat, sobre la obra homónima de Johann Sebastian Bach, con vestuario de Renata Schussheim y la actuación como solistas vocales de Rubén Martínez, Vanesa Mautner, Mariana Rewersky, Víctor Castells y María Soledad de la Rosa.

En relación a esta creación, Araiz recordó que “fue la primera versión creada para el Ballet del Teatro San Martín en 1969, al año siguiente de su fundación”.

Fue también su primera experiencia como director de una compañía profesional subvencionada pues el primer año “había sido estimulante, pero también me había revelado la falta de una disciplina técnica unificadora en la trouppe”, expresó. “Concebido sobre el plan coreográfico en una especie de arte de barra, con algo de misticismo deportivo, fue una fiesta del cuerpo y el espíritu en conjunción”, puntualizó.

“Pero -dijo- no podemos olvidar que la obra de Bach es una celebración gloriosa de la Virgen, y si bien ningún intérprete la representa concretamente, ella es el común denominador de todas las variaciones, la energía del ballet”.

La obra coreográfica fue posteriormente llevada a compañías de Canadá, Alemania, Brasil, Portugal, en el Ballet del Grand Theatre de Ginebra y en el Teatro Colón de Buenos Aires.

“Remontándome a mis años de formación en La Plata, una idea se destaca con precisión entre mis sueños adolescentes y es un ballet en el frente de la Catedral de la ciudad”, expresó.

“La concreción del mismo tuvo lugar el 20 de diciembre de 1998 y representó -sin dudas- la alegría de evocar a los intérpretes originales del Ballet del Teatro San Martín y a los que levantan catedrales con el movimiento”, concluyó.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2002/11/23/pdf/18.pdf

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