Escarnio público

 

5 de mayo de 2025

Por María del Rosario Goñi

Imagen crédito: gentileza de obra

"Showrisdictio" de Gonzalo Alba. Dirigida por Gonzalo Alba. Con Agustina Costantino, Nicolas Lofeudo, Her Müller, Guillermo Schinella. En Teatro La Lechuza. Calle 58 Nro. 757, La Plata. Funciones: Sábados 15, 22, 29 de marzo de 2025, 21:00 horas.

Rupert, un histriónico presentador, da comienzo al show titulado ¿Será Justicia?, un ring de combate dialéctico en el cual los personajes argumentan en pos de probar la culpabilidad del contrincante. El público asistente, devenido en audiencia, será el Soberano, quien dictamine a mano alzada el veredicto de condena.

La obra basa su trama en el clásico cuento Emma Zunz escrito por Jorge Luis Borges en 1948. Su título anticipa el plano sobre el cual se combate: show entendido como espectáculo de variedades al cual se adiciona el complemento ‘risdictio’ (asimilable a jurisdicción) que sugiere el estrado en el cual se administra justicia. Así Aarón Loewenthal, el marinero sueco y la mismísima Emma Zunz retornan al cuadrilátero pero convertidos en fantasmas. Los personajes se enfrentan en duplas, a elección del público asistente, en una pelea magistral que sustenta cada punto de vista. Y al mejor estilo borgeano, los laberintos podrán ser tantos e intrincados como combinaciones se sucedan.

Conforman el elenco actoral, Emma Zunz (Agustina Costantino) quien sustenta una dualidad contrastante, de joven angelical a vengadora aguerrida. Ella será quien enarbole con conciencia filial, el sentido del deber. Por su parte, Aarón Loewenthal (Guillermo Schinella) sostiene un tono cansino y poco confrontativo, por ratos, hasta arrepentido. Mientras el marinero sueco (Her Müller) evidencia rasgos pusilánimes y hoscos pero con cierto nivel de ternura al percibirse mero instrumento de venganza. Merece un destacado reconocimiento el anfitrión del show, más bien presentador, aunque bastante más instigador. Nicolas Lofeudo imprime ritmo al espectáculo al arengar el debate, provocar el morbo de la audiencia y destacar el dramatismo resultante, haciendo gala de un humor cómplice y picaresco.

El vestuario de los personajes del cuento nos instala en la década de 1920, en la cual, transcurre la narración. Vestido de obrera textil, tiradores y boina, chaleco rústico, atuendos de la clase trabajadora de entonces. Sin embargo y por oposición, el ámbito de la contienda acontece tras un decorado artificial. Con luces estridentes y confeti colorido en entre actos del show, el presentador luce un extravagante traje, demasiado holgado que, más bien parece payasesco.

El trabajo de dirección liderado por Gonzalo Alba resulta innovador. En la puesta escénica recupera el consumo cultural por excelencia de mediados de la década del ´90 en Argentina: los programas conocidos como Talk Show. Con tendencia sensacionalista, estos espectáculos promovían escándalos bizarros, generación de debates en torno a temas que involucraran el dolor humano, sin escatimar en detalles escabrosos sobre la intimidad personal. En este sentido, los personajes resultan humillados ante la desgracia que los precede. El presentador promueve la confrontación e incita a unos para denostar a otros. Así se advierte que cuanto más crudo sea el enfrentamiento, más espectáculo se ofrece. Se busca dedicar a la audiencia el hiperrealismo del show en vivo, con los errores técnicos producidos y los desbordes emocionales del momento ¡como la vida misma!

Showrisdictio se presenta, desde el humor, como una crítica social hacia los modos de decisión pública y los procesos de formación de opinión desde los medios de comunicación ¿Acaso creemos que tomamos decisiones sustraídos de condicionamientos? Así mediante la banalización del formato del Talk show se pretende generar reflexión sobre los entretejidos ocultos en el ejercicio de la manipulación de masas. De ahí que, si algo aprendimos del famoso cuento borgeano, la verdad también puede construirse a través de una estrategia y que, incluso, la concebida verdad puede tratarse de una ficción o un montaje.

Fuente: artecriticas.wordpress.com/