sábado, 24 de octubre de 2009

Un actor para aprovechar en el teatro (Maxi Ghione)

sábado 24 de octubre 2009

Note: Carla S. Tescione

Maxi llega al teatro temprano junto a su hijo Juan, a quien luego pasa a buscar su madre. Ella le trae un energizante y un agua deportiva que refuerza minerales a Maxi, ya que no había descansado bien., al mismo tiempo sale reiteradas veces a fumar un cigarro a la puerta del teatro en Av. Córdoba. Lo encontramos muy elegante y simpático, así nos hizo pasar a la sala para acomodarnos en las butacas. Mientras el resto del elenco iba llegando.

-Contame a cerca de tus comienzos en el teatro.

Comencé estudiando con Norman Briski, cuando tenía 18 años y a la vez estudiaba abogacía. El teatro me absorbió, me dijo no, abogado no vas a ser.

-Entonces ¿de dónde había surgido el tema de ser abogado?

En mi familia son todos abogados, entonces era más bien un mandato. Y un día decidí que no quería ser abogado. Quería estar en un escenario, actuar, y arriesgue. Todos mis seres queridos también apostaron.
Me metí en un curso de Norman Briski en La Plata y no me aleje más del teatro. Y fue muy lindo, empecé a trabajar ahí, la primera obra que hice era ecológica en el anfiteatro de La República de los Niños. Lo produjo la cooperativa de alumnos de Briski y hacia de árbol. Ahí arranque, me vine a Buenos Aires e hice “Sandokan” en la sala mayor del Cervantes, aquí me llamaba “pirata 1” y estaba dibujadísimo.

-Directamente puede decirse que comenzaste desde abajo.

De a poquito fui llegando, empecé a trabajar y acá estoy.

-¿Qué obras, profesores o directores recordás con más entusiasmo?

Briski marcó mi carrera. “Las alegres mujeres de Shakespeare”, una versión de “Las alegres comadres de Windsor”, también es bastante bisagra en mi carrera. Luego, el programa “Buenos vecinos” en el ´99, hacia de un loquito divino que se llamaba Ramiro. También dentro de la TV, me marcó Montecristo, ya que era mi primer ficción en tocar temas reales, hablar de algo mucho más profundo sin privarte de hacer ficción. El film “Roma” (2004)… haber sido dirigido por Aristaraín marca mi carrera. Son puntos que voy nombrando que creo que en mi lecho de muerte voy a recordar.

-¿Cómo llego a vos la obra de teatro “La cocina”?

Esta es la tercer obra de teatro que hago con Alicia, hice “Romeo y Julieta” (2003), donde interpretaba a Mercuccio. En el 2007, hice en el Teatro de la Ribera “Arlequín servidor de dos patrones”, yo era uno de los patrones junto a Eugenia Tobal. Somos muy amigos con Alicia, somos los dos de Tauro con el mismo ascendente y compartimos el signo chino.

-¿Cómo es Alicia como directora?

Es una actriz, ella primero es actriz. Es viseral, se le van las patas por subirse ella al escenario. Ella dice que no, pero yo le digo que sí.

-¿A la hora de crear tu personaje te da libertad en la composición?

Si, ella es muy permisiva. Muy elástica, digamos. Te da la posibilidad de que vos puedas crear, algunas cosas compra y otras no.

-¿Conocías antes a Arnauld Wesker, habías leído otras obras de su autoría?

No, pero lo leí y me gustó mucho. Me parece que el libro de “La cocina” es extraordinario y el autor es divino.

-¿Qué te pasó al conocer a Pedro, tu personaje?

Con respecto a Pedro, creo que es la primera vez en toda mi vida que hago un personaje que tiene muchísimos elementos míos. Tenemos muchos puntos en común con Pedro.
El personaje es papel y tinta, y los elegimos nosotros. Y este, lo leí y lo acepté. Fue raro, por curiosidad, cuando lo iba leyendo dije este tipo es muy parecido a mí. Así se convirtió en un desafío. Cuando tengo que hacer personajes más lineales, más normales, me cuestan mucho. Y cuanto más se alejan de mi es cuando menos me cuestan y más lo disfruto, y este esta muy cerca de mi. No digo que seamos iguales, pero tiene muchos elementos de Maxi Ghione, y se me hace más difícil. El proceso de composición fue interesante.

-O sea que estas al revés de otros, mucha gente piensa que es más fácil hacer un personaje que se parece más a uno.

Si, pero a mi no.

-Tu personaje transita por situaciones límites, ¿cómo lo definís?

Es tano, calentón. Actúa por impulso, es un animalito de Dios. Y yo soy más o menos así. Él esta perdidamente enamorado de Mónica, es un romántico. Es un macho y caballero. No es machista, si posesivo pero porque la ama. Esta perdido por esta chica y no es correspondido de igual forma.

-¿Por qué pensas que tu personaje no realiza el mismo trabajo coreográfico y corporal de los demás?

No tenia yo ganas… realmente. Yo tenía mi canción, pero no tenia ganas de cantar y de bailar. Es una parte en lo que no me siento muy seguro. Es en lo que soy muy inseguro, para cantar tendría que hacer el Master en Harvard!!! Como dijo Arnold el mundo es una cocina.

-¿Cómo sigue este éxito?

Hasta el 28 de noviembre seguiremos aquí en el Regio, luego iremos a la calle Corrientes. La idea es no dejar morir esta obra.

-Y respecto a tu carrera ¿estas en algún otro proyecto?

Estoy grabando Botineras, que es la nueva novela de Underground de Emanuel Ortega en co-producción con Telefé y Endemol. Una comedia policial, tira diaria. Me parece que va a ser un golazo, el elenco extraordinario, encontré muchos amigos con los que ya había trabajado. Seguramente antes de fin de año estará al aire, supongo.

Fuente: http://www.palermohcultura.com.ar/zancaghione.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

  Balance de teatro 2024 En un año con fuerte retracción del consumo y un ataque inusitado al campo de la cultura, la caída de la actividad ...