PELIGROSOS GORRIONES
La tempestuosa noche del viernes pasado
ofrendó al público local el regreso rockero
más esperado. Ya desde principios de año se
hablaba de un posible retorno de Los Peligrosos
Gorriones a los escenarios. La banda
platense, formada en 1991 por el cantante
y bajista Francisco Bochatón, el guitarrista
Guillermo Coda, el tecladista Martín
Karakachoff, y el baterista Rocky Velázquez,
había dejado tras de sí tres majestuosos discos
que la posicionaron entre los principales
exponentes de lo que se llamó el “Nuevo
Rock Argentino”, junto grupos como Babasónicos
o Los Brujos.
Disueltos en el verano del ‘99, compartieron
escenario por última vez en el Showcenter
de Haedo y se separaron por “diferencias
que hacían peligrar su amistad”, según dijera
alguna vez Bochatón.
La posibilidad del retorno subrayaba la fecha
del viernes, que prometía sorpresas. Los
proyectos en donde militan tres de sus integrantes
(Coda en Miles, Rocky en Pájaros, y
Bochatón como solista) se presentarían en la
rockería platense El Ayuntamiento, en una
fecha llamada “¡Peligro! Gorriones sueltos”,
organizada por la gente de Basquiat Producciones.
A la cita solo faltaba Bazaar, el grupo
electrónico de su tecladista, el Cuervo Karakachoff.
Pero unas horas antes de la fecha, la
productora confirmó su presencia.
Tal como se esperaba, tras las cuatro
actuaciones programadas, el público aclamó
ansioso el poder ver nuevamente reunida
a una de las más importantes bandas del
rock platense.
El evento comenzó pasada la medianoche
ante un copioso público -en su mayoría
de veinteañeros y treintañeros- que al
finalizar lo explícitamente anunciado, comenzó
a inquietarse. “¡Gorriones! ¡Gorriones!”
fue el clamor que antecedió los
primeros acordes de Escafandra, popular
tema del primer disco de la banda (Peligrosos
Gorriones, 1993). “Hacía como quince
años que no tocaba este tema”, dijo un
sonriente Bochatón al concluir los últimos
acordes, ante la exaltada concurrencia.
Sonando como en su mejor época, o quizás
mejor debido a su acrecentada experiencia
como músicos, homenajearon a la concurrencia
con algunas de sus más memorables
canciones. A Escafandra siguieron La
mordida,El Bicho Reactor, Manicomio Gris,
Un ardiente beso y Siempre acampa, todos
inmersos entre una lluvia de flashes,
elogiosos gritos, y danzas rituales rockeras
como el mosh y el pogo.
Concluida la impecable ponencia, los
músicos se abrazaron, agradecieron y saludaron
a los fanáticos que esperaban la gran
vuelta desde hacía más de una década. Este
jueves, pero en Capital Federal -en el Club
Niceto- se especula con la repetición de los
acontecimientos y que, con esto, el regreso
de los Gorriones pueda seguir afirmándose.
Federico Valenti
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2009/10/26/pdf/cuerpo.pdf
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