viernes, 22 de septiembre de 2006

Murió María Esther Gamas

Viernes 22 de septiembre de 2006 | Publicado en edición impresa

La actriz y vedette tenía 96 años

Con María Esther Gamas, que falleció ayer, a los 96 años, como consecuencia de una larga enfermedad, desaparece una de las actrices más versátiles y de mayor trayectoria del espectáculo argentino.

Había nacido en Buenos Aires, en 1910, y los inicios de su carrera artística se remontan a su juventud, cuando siendo casi una niña participó de varios espectáculos teatrales en los que demostró su simpatía y su desenvoltura puestas al servicio de sainetes de gran éxito popular.

En sus comienzos acompañó a Carlos Gardel en el film Luces de Buenos Aires , rodado en los estudios Joinville, de Francia. Afincada definitivamente en Buenos Aires, se consagró en innumerables revistas en las que compartió cartel con Pepe Arias, Florencio Parravicini, Luis Arata y los más consagrados bufos de aquellos años.

Su bien afiatada voz la puso al servicio de tangos y milongas en una gran cantidad de espectáculos musicales que lograron imponerla como una cantante pícara y dicharachera en los escenarios más relevantes de la época.

CINE MUDO

En la cinematografía argentina debutó en la todavía no sonorizada película Consejo de tango , y su primer film sonoro fue Riachuelo . Aunque no tuvo roles protagónicos, su desempeño en la pantalla grande siempre se destacó por su ductilidad tanto para el drama como para la comedia, y entre sus títulos más destacados se hallan Cuando canta el corazón , Adiós pampa mía y Mi noche triste , y en Pampa bárbara junto a Francisco Petrone, puso de manifiesto su garra de actriz recia y sincera.

El teatro, entretanto, proseguía brindándole oportunidades en las más populares revistas, en las que ella, de sonrisa pícara, aportaba un sólido oficio y una cordialidad que transmitía netamente al público.

En 1976 participó del elenco del film Los chicos crecen , de Enrique Carreras, que se convirtió en su última labor para la pantalla grande. Se había casado con el músico Roberto Fugazot y su hija, María Rosa Fugazot, prosiguió la trayectoria artística de su madre.

Hace casi treinta años, María Esther Gamas decidió alejarse de su carrera, pero su figura nerviosa y su facilidad para divertir con bromas y diálogos que solía improvisar en los escenarios la recordarán como a una de las míticas figuras de nuestro espectáculo. .

Adolfo C. Martínez

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