martes, 21 de diciembre de 2004

La danza clásica con aporte joven

IÑAKI URLEZAGA ACTUO COMO BAILARIN INVITADO CON EL BALLET ESTABLE DEL ARGENTINO DE LA PLATA

21.12.2004 | Ficha técnica: Cuarto espectáculo coreográfico de la temporada del Ballet Estable del Teatro Argentino de la Plata. Primer bailarín invitado: Iñaki Urlezaga. Programa: Floralis (estreno en La Plata), de Urlezaga/Prokofiev; Carmen, de Alonso/Bizet-Schedrin; Gaité parisienne, de Massine/Offenbach. Ballet Estable del Teatro Argentino, directora Esmeralda Agoglia. Orquesta Estable del Teatro Argentino, director Luis Gorelik. En el teatro Argentino de La Plata.

Equilibrio y variedad fueron las características del último programa de la temporada del Ballet de La Plata. Con la seguridad de la convocatoria del gran público debida a la presencia de Iñaki Urlezaga, hijo dilecto de esa ciudad y figura admirada por gran cantidad de balletómanos, la compañía puso en escena tres obras de distinto carácter conformando un interesante programa. La propuesta de Urlezaga en "Floralis", sobre fragmentos musicales de "La Cenicienta" de Prokofiev, es netamente tradicional, con un cuidado lenguaje coreográfico que le es habitual, pero que no aporta mucho más allá de la belleza estética. Lo cual, si bien no es poco, no alcanza para catalogar la obra como trascendente, aunque nos sirva para apreciar la elegancia y precisión de Iñaki como bailarín, el perfecto ensamble con su partenaire Caroline Queiróz, y el dedicado trabajo de las seis parejas que los acompañaron. Párrafo aparte merecen los continuos desajustes de la orquesta estable, sobre todo en su afinación, que se repitieron durante toda la velada.

OBRA QUE NO ENVEJECE

La esmerada reposición de Violeta Janeiro para "Carmen" posibilitó el reencuentro con una obra que no envejece. Hace ya treinta y siete años, Alberto Alonso basó el personaje de la gitana en la excepcional personalidad de la estrella rusa Maia Plissetskaia, dotándolo de infinidad de detalles que lo van delineando y entrelazando con los demás. Reducir la extensa partitura de Bizet a sólo cuarenta y cinco minutos fue otro de los desafíos, cumplido con creces con la colaboración de Rodion Schedrin, marido de Plissetskaia y responsable de la innovadora percusión que completa las inolvidables melodías de la ópera. El resultado fue una síntesis que reúne una dinámica teatralidad y una coreografía novedosa aún para la época actual. En esta ocasión, la joven Aldana Bidegaray cumplió adecuadamente con un papel que reconoce grandes antecesoras, sentando las bases para un futuro crecimiento firmemente cimentado en su segura técnica y su fuerte compromiso interpretativo. Iñaki Urlezaga fue un Don José profundo en su pasión y posterior desesperación, con una excelente actuación. Las cigarreras y las máscaras se lucieron en la escena de las palmas en la taberna, mientras que Gustavo Marchioni se vio superado por el papel del seductor Torero.

CON HUMOR Y FRESCURA

Sin mayor brillo en lo que hace a vestuario y escenografía, "Gaité parisienne" alcanzó en cambio un excelente nivel de entrega por el Ballet de La Plata. Fue un desvelo para su directora Esmeralda Agoglia la reposición de esta pequeña joyita cuya enseñanza recibiera de primera mano del propio Leonide Massine. El abanico de personajes que desfilan por el famoso Maxim"s fueron plasmados por el coreógrafo con humor y frescura, algunos más chispeantes como el Peruano (papel que reservara Massine para él mismo en el estreno de 1938), y otros más líricos como la vendedora de guantes, pero todos con igual maestría. A su vez la brillante música de Jacques Offenbach, con su seguidilla de valses, mazurcas y marchas y la célebre barcarola para el final, hizo un inmejorable aporte a la obra, cuya reposición fue largamente aplaudida en la sala bonaerense. El trabajo del joven elenco fue de primer nivel, encabezado por un recompuesto Gustavo Marchioni como el atrevido Peruano. Genoveva Surur como la vendedora de guantes aportó técnica y expresividad junto a su habitual partenaire Victor Filimonov; Juan Manuel Ortiz lució gran virtuosismo como el maestro de ceremonias, y Aldana Bidegaray encabezó con garra el elenco femenino al compás del frenético can-can offenbachiano, cuyo ejemplo de espíritu y precisión la orquesta nunca se decidió a seguir.

Patricia Casañas

Fuente: http://www.laprensa.com.ar/300700-La-danza-clasica-con-aporte-joven.note.aspx

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