Rodríguez Arguibel se muda al Teatro Argentino de La Plata Foto: Archivo / Maxi Amena
Hace poco menos de dos años, cuando en el país reinaba otro ánimo y el abismo final parecía cercano e inevitable, Eduardo Rodríguez Arguibel aterrizó en la Dirección Nacional de Artes, la que hasta ese momento había sido la Dirección Nacional de Música, para ocuparse de cuestiones que, para muchos, en aquel contexto de desintegración generalizada, parecían decididamente nimias. Ahora, el régisseur de larga historia, marcha hacia La Plata para asumir como director general y artístico del Teatro Argentino.
El reciente alejamiento de Daniel Suárez Marzal del puesto del cual él se hará cargo, estuvo rodeado de controversias. Rodríguez Arguibel prefiere no opinar sobre el asunto y recuerda que llega al teatro lírico "por una invitación de Cristina Alvarez Rodríguez, la presidenta del Instituto Provincial de Cultura, del cual depende el teatro. Suárez Marzal es un hombre de la cultura, de la ópera, del teatro y tendrá sus razones para afirmar lo que ha dicho y el Instituto habrá tenido las suyas". Ante la consulta sobre qué hará con el diseño para la temporada 2004 que dejó su antecesor, manifiesta su interés por analizar detenidamente sus contenidos "para ver si van a ser convenientes para la política y el perfil que concibo para el Argentino. En la medida en que se ajusten a esos fines, la programación será mantenida".
Con respecto a ese perfil, Rodríguez Arguibel enumera una serie de instancias previas: "Yo voy con mis proyectos, pero antes quiero escuchar a todos los trabajadores del teatro, los de los cuerpos artísticos, los técnicos y los administrativos. Quiero implementar un modelo de gestión colectiva que, a la vez, sea comprometedora. El objetivo sería el de conformar una especie de comisión interna, no gremial, con los delegados de todos los cuerpos, para exponer y discutir las ideas, las necesidades y las expectativas de los involucrados en las realizaciones del teatro. Las decisiones que hagan a la vida de la institución tendrían que surgir de ahí y las artísticas, en última instancia, van a ser las resultantes de esas discusiones".
Con respecto a sus propias expectativas, Rodríguez Arguibel pretende elaborar temporadas que "no sufran las pequeñas traiciones de los cambios de títulos o de elenco. Contemplando las posibilidades concretas artísticas y de producción, se harán óperas tradicionales y modernas con un lugar especial para las argentinas. Quiero que el nombre del teatro guíe nuestro accionar, incluyendo a la ópera argentina ya existente y la nueva por generar, con encargos y un lugar permanente para los compositores nacionales".
Declara que no le interesa "competir con el Teatro Colón, sino que me gustaría que el público de La Plata, sus adyacencias y también el de la Capital, puedan ver en el Argentino una alternativa válida, con su propia identidad". También asegura que algunas de las actividades estarán concebidas "para permitir su traslado y montaje en otros lugares de la provincia. El teatro está en La Plata, pero es provincial".
Confía en poder lograr ofrecer entre ocho y diez títulos de ópera por año, en promover el espacio que se merece el ballet y, con los recursos propios del teatro y con otras fuerzas, incrementar la actividad sinfónica y camarística. "En general, me gustaría que los directores, los compositores, los músicos y los cantantes argentinos, los consagrados y los jóvenes, sepan que en el Argentino habrá un lugar para ellos."
Con respecto a su trabajo en la Dirección Nacional de Artes, se le pide a Arguibel que señale cuáles considera como sus logros más importantes: "En primer lugar, haber puesto en funcionamiento al máximo del rendimiento posible a los cuerpos estables. Y también haber concretado el inicio de una serie de procedimientos para la solución de cuatro temas de antiquísima data y que nunca habían sido encarados". El régisseur los puntualiza: "La estabilidad del Coro Polifónico Nacional para armar un reglamento de trabajo que permita la realización de concursos; el desarrollo de la carrera de profesor de la Orquesta Sinfónica Nacional, con beneficios y exigencias para los músicos, y la aprobación del plus a los integrantes por aportar sus instrumentos; brindarle la categoría de cuerpo artístico al Ballet Folklórico Nacional, cuyos miembros figuraban como empleados administrativos y otorgarle una nueva estructura a la Orquesta Nacional de Música Argentina, acorde con la realidad. Sé que son todas tareas administrativas, pero su resolución se traducirá, finalmente, en mejoras sustantivas en el plano artístico".
Señala otros logros como haber contribuido a establecer concursos abiertos para los distintos cuerpos. "El futuro director del Coro Polifónico Nacional, que sucederá al renunciante Carlos López Puccio, saldrá de un concurso abierto a desarrollarse a principios del año que viene."
Con respecto a su sucesión LA NACION logró entrevistar brevemente a Torcuato Di Tella que indicó: "La Dirección de Artes andaba muy bien con Rodríguez Arguibel, alguien a quien observé dominando perfectamente la situación. Tengo dos opciones para designar a su sucesor. Promover a alguien que ya haya estado con él en la gestión, para ratificar el mismo buen sendero, o invitar a alguien de afuera. Pero todo esto es muy reciente y sólo informaremos sobre la resolución a mediados de la semana que viene".
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=555154
No hay comentarios.:
Publicar un comentario