viernes, 5 de diciembre de 2003

Renunció Daniel Suárez Marzal al Teatro Argentino

Cultura bonaerense: en crisis

Se anuncian más cambios en algunos organismos clave

Viernes 5 de diciembre de 2003 | Publicado en edición impresa LA NACION

Una confirmación en el renovado gabinete del gobernador bonaerense, Felipe Solá, la de Cristina Alvarez Rodríguez en el Instituto de Cultura, está produciendo, sin embargo, importantes cambios en dicha repartición.

Alvarez Rodríguez -que es sobrina nieta de Eva Perón y está con licencia por maternidad- anunciará el miércoles próximo el cambio de la mayoría de los directores de los organismos que dependen del flamante Instituto (que independizó Cultura de Educación).

Pero ayer por la tarde, el director del Teatro Argentino de La Plata, Daniel Suárez Marzal, se le adelantó al transformar en "indeclinable" la renuncia que -dice-, ya le había presentado hace tres meses a la funcionaria.

Entre Alvarez Rodríguez y Suárez Marzal había fuertes roces en torno de la gestión del teatro platense en el nuevo marco del Instituto. El reemplazo de parte del equipo de Suárez Marzal por un grupo puesto por Alvarez Rodríguez deterioró definitivamente el vínculo entre ambos. Resuelta la continuidad de Alvarez Rodríguez, el director teatral y régisseur decidió alejarse del cargo, cuando aún faltan tres espectáculos para completar la temporada.

En el instituto, fuentes cercanas a su presidenta confirmaron que José Fernández de Rosa será el nuevo director de la Comedia provincial y el director de orquesta argentino Gustavo Plis Sterenberg, de notable carrera en el Teatro Kirov de San Petersburgo, se hará cargo de la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca. Para suceder a Suárez Marzal, la misma fuente mencionó al actual director nacional de Música, Eduardo Rodríguez Arguibel, que, sin embargo, a través de un asesor desmintió haber recibido propuesta oficial alguna en ese sentido.

El funcionario del Instituto de Cultura bonaerense señaló que Alvarez Rodríguez decidió los cambios porque "en las entidades artísticas hay ciclos que se cumplen".

Por su parte, Suárez Marzal, que había asumido la dirección del teatro de ópera platense en enero de 2002, se acercó hasta la Redacción de LA NACION para explicar las razones de su dimisión, que definió como producto de un "lento, pero insoportable, cansancio moral".

"La situación me tiene perplejo -aseguró- porque hay un consenso de que es una gestión modelo, realizada con poco dinero, con responsabilidad de trabajo y una estética nueva, y que convoca a un público que se multiplicó geométricamente este año. Pero esto se contradice con el deseo oficial, manifestado a través de cosas que empezaron siendo pequeñas cortapisas y terminaron transformándose en inaceptables."

Según Suárez Marzal, fueron varias las gotas que colmaron su vaso: "Entre otras, que se redujo mi equipo de trabajo, que fue reemplazado por una especie de virtual intervención. Tenía un secretario a cargo que terminó dando órdenes a mí. Yo hubiera entendido que por la nueva modalidad viniera alguien del instituto, pero esta situación no la pude entender."

Suárez Marzal se había manifestado en forma muy crítica contra la ley que creó el instituto cultural bonaerense: "Es que ya viví una circunstancia muy similar en España. Aquí tuve que luchar hasta para que se conservase el nombre de Teatro Argentino y no se convirtiera en "programa" o "célula" que se pierde en un maremágnum poco práctico e indiferenciado. Yo fui testigo de la disolución del centro andaluz de teatro, siendo su director Y me juré a mí mismo que no me iba a pasar por segunda vez. Este es el teatro donde nací".

Razones

El director renunciante aclaró que podía entender que no se quisiera su continuidad, pero alegó que la funcionaria le había pedido que siguiera. Y si postergó su renuncia, fue porque -según confiesa- esperaba que se produjera un cambio.

Marzal dice que apoyó la separación de Cultura con respecto a la gigantesca Secretaría de Educación de la provincia de Buenos Aires. "Pero yo avisé -enfatiza- en las reuniones de gabinete que había que preservar las instituciones, que por algo existen desde hace 113 años, como el Teatro Argentino. Es un teatro que resistió hasta la destrucción de su sala por un incendio. Y ahora que lo tenemos de nuevo y funcionando bien, no es bueno que pierda su control administrativo. Me sentiría un traidor al teatro si siguiera en estas condiciones."

Por Martín Liut
De la Redacción de LA NACION

  • Polémico
    Ayer, Daniel Suárez Marzal concretó su alejamiento, motivado por un "lento pero insoportable cansancio moral". Está enfrentado con la titular del Instituto de Cultura

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=551595

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