Domingo 31 de agosto de 2003 | Publicado en edición impresa LA NACION
El Teatro Argentino de La Plata acaba de anunciar los títulos para la temporada 2004 de ópera y ballet.
Los diez títulos líricos (incluida la reposición de "La Cenerentola", con régie de Norma Aleandro) implican un nuevo incremento en la oferta de la sala platense, que desde septiembre ganará además en autonomía administrativa.
El Teatro Argentino pasará a depender del flamante Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, un organismo que funcionará separado del Ministerio de Educación.
El incremento de la oferta le permitió al director general del Argentino, Daniel Suárez Marzal, trazar algunos ejes temáticos.
Así propone para el año próximo escuchar dos "Otello", el célebre de Giuseppe Verdi y el menos conocido de Rossini. "Un poco por razones económicas y otras estéticas, se harán en el mismo ámbito escenográfico -comenta Suárez Marzal-, aunque tendrán distintos directores musicales y régisseurs. Pero, de este modo, las diferencias "anatómicas" entre ambas óperas se harán más ostensibles".
La temporada incluirá también un Festival Rossini, que se conforma con este "Otello", la reposición de "La Cenerentola", más "Il signor Bruschino" y "El barbero de Sevilla".
En una programación con un fuerte acento en el repertorio italiano, Suárez Marzal continúa con su línea de incluir títulos poco frecuentados como el "Don Quijote", de Paisiello, y "La Oca del Cairo", de Mozart.
El Argentino de La Plata ofrecerá además el estreno argentino de "Un tango para Toulouse Lautrec", de los argentinos Jorge Zulueta y Jacobo Romano. Se trata de una ópera basada en una idea del escritor Julio Cortázar, que ya fue "probada en Francia y Alemania, y es realmente bella", sostiene Suárez Marzal.
Para el único capítulo francés de 2004 se anuncia una opereta: "Orfeo en los infiernos", de Offenbach.
En lo que respecta al ballet, cuyo director es Oscar Araiz se anuncian "La Bayadera" y "Gayaneth", de Kachaturian, junto con tres creaciones de Araiz: "Petrouchka", de Stravinsky; "El mar", de Debussy, y "El tango gris", de Stampone.
Para lo que resta de la presente temporada, el Teatro Argentino tiene por delante "Luisa Miller", de Verdi, y "La fille du régiment", de Donizetti. En esta última ópera -que reemplaza a la anunciada "Tancredi" por un problema de derechos- hará su debut otra actriz y directora teatral: Alicia Zanca.
Se trata de una política explícita de Suárez Marzal: "Apostamos a convocar a nuevos directores, pero que sean enamorados de la ópera. La intención es que sea un paso fluido, como ya ocurrió con Norma Aleandro antes y ahora con Alicia".
Según el director del Argentino el auge de la lírica hizo que haya "una enorme oferta estética y el Argentino tiene que diferenciarse en el sentido de ser más pluralista. Presentar a los consagrados junto con los nuevos. Esta debe ser la posición de un teatro oficial", asegura.
Suárez Marzal, quien ve el surgimiento de nuevas compañías teatrales como "algo que entusiasma, porque se están haciendo espectáculos de calidad", también tiene por delante el problema de cómo elegir a los cada vez más requeridos talentos vocales nacionales. "Lo que parecía una oferta extraordinaria ahora es chica. Es importante tener el ojo avisado para ver cuáles son los cantantes adecuados para qué papeles. Hacemos "Otello" de Verdi, porque tengo los cantantes -que lo hicieron en Colombia- Lombardero y Bengolea."
Tal vez sea por esta razón que lo italiano gane en la temporada 2004. "No hay que programar cosas que no se puedan hacer. Wagner está lejos, porque hay que traer a algunos de los cantantes de afuera por lo menos."
Mientras tanto, Suárez Marzal también lleva adelante la idea de tener dobles elencos. "Es que si no el cover (reemplazo) nunca se foguea. Tenés que asumir el riesgo y apoyar a los cantantes para que puedan crecer."
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=523379