TEATRO CRÍTICA / BURKINA FASO
El grupo Barataria presenta, todos los sábados en el Viejo Almacén El Obrero, una obra de humor negro que resulta una propuesta original para los escenarios platenses
Por Ana María Tótoro
Especial para Hoy
El humor negro es el humorismo que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima y emociones parecidas.
No son comunes ni frecuentes las propuestas teatrales que trabajan en este sentido, y es quizás por eso el desconcierto del público que no sabe si la historia es “en serio” o si puede permitirse la risa. Sin embargo, en el texto de Daniel Dalmaroni se insinúan los rasgos que la presente puesta enfatiza con acierto.
Burkina Faso presenta la historia de una pareja cargada de frustraciones que busca darle sentido a la rutina con la creación de un sueño. Es clara la relación con la novela ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, (con su recordada versión cinematográfica protagonizada por dos históricos: Richard Burton y Elizabeth Taylor) en donde la pareja inventa un hijo al que después mata.
Pero en Burkina Faso todo esto se cuenta sin caer en el dramatismo ni en la hondura reflexiva. La dramaturga Nina Rapp concreta un muy buen trabajo de dirección destacando y reforzando los elementos textuales de humor, en los que apoya al espectáculo.
Acertada es también la composición de los personajes que realizan Susana Perdichizzi y Omar Musa. Con mucha riqueza de matices vocálicos y gestuales dan vida a estas criaturas queribles que, perseguidas por la realidad, deben desmontar su casa y destruir un sueño.
En la actriz se destaca, además, la capacidad de relacionarse con el público y establecer una comunicación basada en sus presencia escénica. Muy buen trabajo.
En tanto, en el espacio se marcan las áreas de cada uno de los miembros de la pareja, que sólo ella se atreve a transgredir. La única aproximación se produce en el momento en el que se interrumpe el juego para dar paso a la realidad.
Por otra parte, la escenografía refuerza esta idea de juego con una propuesta bidimensional en la que los objetos se asemejan a dibujos infantiles.
Se logra, de este modo, la imagen del universo desarmable y descartable en el que se mueven los personajes.
Vestuario, maquillaje y peinado acompañan en la misma dirección y apartan desde el inicio cualquier intento de lectura seria que pudiera pretenderse.
En síntesis: se trata de un espectáculo bien hecho que propone la catarsis por medio de la risa.
Ficha técnica:
Obra: Burkina Faso.
Autor: Daniel Dalmaroni
Intérpretes: Susana Perdichizzi,
Omar Musa.
Escenografía: Julieta Sargentoni
y Valeria González.
Música: Nina Rapp.
Dirección: Nina Rapp.
Lugar: Almacén El Obrero.
Funciones: sábados 21:30 hs.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/03/31/pdf/22.pdf
El grupo Barataria presenta, todos los sábados en el Viejo Almacén El Obrero, una obra de humor negro que resulta una propuesta original para los escenarios platenses
Por Ana María Tótoro
Especial para Hoy
El humor negro es el humorismo que se ejerce a propósito de cosas que suscitarían, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lástima y emociones parecidas.
No son comunes ni frecuentes las propuestas teatrales que trabajan en este sentido, y es quizás por eso el desconcierto del público que no sabe si la historia es “en serio” o si puede permitirse la risa. Sin embargo, en el texto de Daniel Dalmaroni se insinúan los rasgos que la presente puesta enfatiza con acierto.
Burkina Faso presenta la historia de una pareja cargada de frustraciones que busca darle sentido a la rutina con la creación de un sueño. Es clara la relación con la novela ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee, (con su recordada versión cinematográfica protagonizada por dos históricos: Richard Burton y Elizabeth Taylor) en donde la pareja inventa un hijo al que después mata.
Pero en Burkina Faso todo esto se cuenta sin caer en el dramatismo ni en la hondura reflexiva. La dramaturga Nina Rapp concreta un muy buen trabajo de dirección destacando y reforzando los elementos textuales de humor, en los que apoya al espectáculo.
Acertada es también la composición de los personajes que realizan Susana Perdichizzi y Omar Musa. Con mucha riqueza de matices vocálicos y gestuales dan vida a estas criaturas queribles que, perseguidas por la realidad, deben desmontar su casa y destruir un sueño.
En la actriz se destaca, además, la capacidad de relacionarse con el público y establecer una comunicación basada en sus presencia escénica. Muy buen trabajo.
En tanto, en el espacio se marcan las áreas de cada uno de los miembros de la pareja, que sólo ella se atreve a transgredir. La única aproximación se produce en el momento en el que se interrumpe el juego para dar paso a la realidad.
Por otra parte, la escenografía refuerza esta idea de juego con una propuesta bidimensional en la que los objetos se asemejan a dibujos infantiles.
Se logra, de este modo, la imagen del universo desarmable y descartable en el que se mueven los personajes.
Vestuario, maquillaje y peinado acompañan en la misma dirección y apartan desde el inicio cualquier intento de lectura seria que pudiera pretenderse.
En síntesis: se trata de un espectáculo bien hecho que propone la catarsis por medio de la risa.
Ficha técnica:
Obra: Burkina Faso.
Autor: Daniel Dalmaroni
Intérpretes: Susana Perdichizzi,
Omar Musa.
Escenografía: Julieta Sargentoni
y Valeria González.
Música: Nina Rapp.
Dirección: Nina Rapp.
Lugar: Almacén El Obrero.
Funciones: sábados 21:30 hs.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2003/03/31/pdf/22.pdf
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