Lo más tradicional de la lírica yel ballet en la programación de este año
14 de febrero de 2015
PARA LA NACION
Jorge Aráoz Badí
Si como explicó en una reciente entrevista Valeria Ambrosio, directora artística del Teatro Argentino de La Plata, el propósito es que la gente "le pierda el miedo a la ópera, al ballet o a los conciertos" y que no sienta que debe ser gran conocedora para acceder a la sala platense, la temporada de espectáculos recientemente anunciada es un verdadero compendio básico para público novel y principiante.
Las óperas La traviata (20 a 29 de marzo), Carmen (29 de mayo a 7 de junio), La bohème (17 a 23 de diciembre), los ballets El Quijote (24 de abril a 3 de mayo) y El lago de los cisnes (26 de junio a 5 de julio) integran con eficiencia de hierro el manual del novato.
Si a estos verdaderos prototipos se agregan algunos complementos, como el Otello, de Verdi (31 de julio al 8 de agosto) o el ballet La cenicienta, de Prokofiev (26 de junio a 5 de julio) o un género infrecuente en las programaciones de salas, como es la zarzuela, con La corte del faraón (9 a 18 de octubre) y un montaje de neto corte juvenil como Interface con temática inspirada en composiciones de Charly García (4 a 13 de septiembre), el bien noble propósito de ejercer política artística de divulgación indiscriminada aparecería cumplido.
Los elencos están integrados con nombres de reconocida competencia artística. Directores musicales y escénicos como Carlos Vieu, Diego Censabella, Willy Landin, Luiz Malheiro, Pablo Maritano, Javier Logioia Orbe, Carlos Iaquinta, Ricky Pashkus, Darío Dominguez Xodo, Luis Belforte, Carlos Calleja y la misma Valeria Ambrosio; responsables de coreografías como Mario Silva, Vicente Nebrada, Víctor Filimonov y Elizabeth de Chapeaurouge; cantantes como Paula Almerares, Darío Schmunck, Omar Carrión, Adriana Mastrángelo, Enrique Folger, Leonardo Estévez, María Bugallo, José Azócar, Fabian Veloz, Daniela Tabernig, Gustavo López Manzitti, Oriana Favaro y Hernán Iturralde; la orquesta, el coro y el cuerpo de baile del teatro, aparecen como reales garantías de calidad que, sin duda, tendrá que volver a medirse cuando se levante el telón en cada una de las fechas de este calendario.
Habrá un sector, el de los veteranos espectadores adictos a la ópera que siempre fueron fieles al Argentino, al que este programa resultará escasamente imaginativo y bien conservador. Sin embargo, si se logran realizaciones escénicas y musicales de alto nivel profesional, sin rozamientos con el decorativo efectismo o el amateurismo, habrá válidos motivos para conformarlos.
Mañana, a las 18, la batuta empuñada por Carlos Vieu dará señal de largada para esta temporada, con un concierto sinfónico en el que figuran obras de Wagner, Mozart y Dvorak, con entrada gratuita. Será el primero, de un ciclo de diez conciertos, complementario de los espectáculos. Pero este tema será materia de otro comentario.
Fuente: LA NACION
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