VALERIA AMBROSIO, DIRECTORA ARTÍSTICA DEL TEATRO ARGENTINO, TENDRÁ A SU CARGO LA DIRECCIÓN ESCÉNICA DE “TOSCA”, LA ÓPERA DE PUCCINI CON LA QUE CIERRA LA TEMPORADA LÍRICA
Con el debut de la directora artística del teatro, Valeria Ambrosio, como regista, la famosa ópera de Puccini sube a escena en la Sala Ginastera, en una versión novedosa que, sin modificar el espacio temporal original, incluirá pantallas LED en su diseño escenográfico
19 de Noviembre de 2014
Las últimas producciones del Teatro Argentino han abierto el juego a un concepto novedoso que tiene que ver con el objetivo al que apunta la nueva dirección artística: ofrecer alternativas para todos los públicos. En este sentido, y tras algunas experiencias exitosas como una reciente gala de ballet en la que el cuerpo de baile se movió al ritmo de una orquesta de rock en vivo, ahora llegó el turno de “Tosca”, la ópera de Puccini con la que se cierra la temporada lírica y que marca el debut de Valeria Ambrosio como regista de ópera tras una vasta trayectoria en el mundo de la comedia musical.
Con música de Giacomo Puccini y libreto de Victorien Sardou, Luigi Illica y Giuseppe Giacosa (basado en la obra teatral homónima del primero), que será ejecutada por la Orquesta Estable a cargo del maestro Carlos Vieu, la gran historia de amor, pasión y traición que imaginó Puccini se estrenará este domingo a las 18.30 y tendrá nuevas funciones el jueves 27, viernes 28 y sábado 29, a las 20.30, y el domingo 30, a las 18.30.
En diálogo con EL DIA, Valeria Ambrosio, quien desde septiembre se hace cargo de la dirección artística del primer coliseo bonaerense, se refirió a cómo vive este estreno en la lírica, el concepto en el que basó su puesta, las expectativas generadas en torno a su debut y el cambio de perfil al que apunta el teatro.
-Debutás con “Tosca”, ¿Cómo estás atravesando este desafío?
-Intensamente, sobre todo porque se trata de aplicar la energía para las dos tareas, no sólo la dirección del teatro sino también la dirección de la ópera. La dirección de la ópera es lo que me recarga de energía para lo otro porque es lo mío. Y “Tosca”, justamente, es de las óperas mas teatrales y te da mucha posibilidad para jugar lo actoral.
-¿Cómo surgió la propuesta?
-Fue una autoconvocatoria, sobre todo teniendo en cuenta que era necesario ayudarnos en esta instancia económica que estamos atravesando, porque lo hago sin cobrar el honorario del director. Al resignar ese dinero, pudimos ir reciclando vestuarios existentes, escenografía. De esa manera quedaba como “más en casa”, no tenía que enfrentar la instancia de hablar con un regisseur y explicarle y coartarlo en su creatividad. Al estar adentro y conocer la situación desde el interior me parecía mas útil y, de paso, me interesaba también la experiencia, que no me es ajena, porque no me siento que me falten herramientas para llevar a cabo esta misión.
-¿Utilizaste algún recurso de la comedia musical para llevar a cabo tu puesta?
-Ninguno. A lo mejor en lo visual intenté acercarme a un lenguaje más moderno, y entre comillas, porque de hecho no hay una modernidad de concepto. Es más, me quedo en el 1800, en esa Roma, en esa época y respetando absolutamente la idea del libro original.
-¿Se respetan los tres actos?
-Se respetan los tres actos, se respeta la temporalidad, la cronología. No me metía en extrapolar la historia sino en ser fiel a lo que está escrito pero a lo mejor utilizando algunos recursos visuales un poquito más aggiornados, justamente, donde puede existir esta interface de mezcla de una visión de un teatro más popular.
-Esos recursos visuales tienen que ver con la inclusión de pantallas LED, ¿Cómo se aplican a la historia?
-Le encontré lógica siendo que Puccini era un interesado en los avances tecnológicos de su época y me pareció que era acorde utilizar esas herramientas para poner al servicio de un relato, y que las pantallas sean protagonistas. Indagar y ver qué podemos sacarle a un recurso que está muy a la mano y muy al servicio para sumarle a la propuesta general. Ahí es donde está la búsqueda y la novedad: meternos en el interior de los personajes y ayudar al espectador a empatizar más con la emoción, o con un pensamiento, una desesperación, una imaginación porque, en ese sentido, tenemos toda la libertad porque uno imagina atemporal, uno no imagina de época. Vos cuando soñás, soñás sin límites, entonces ahí nos podemos tomar libertades, y sobre todo en las arias, que son el momento de la emoción.
-¿Qué devolución tuviste de los artistas, acostumbrados a hacer una “Tosca” más convencional?
-Se súper interesaron y se entregaron con mucha generosidad, lo cual a mí me dio felicidad porque no hay nada peor que trabajar con alguien que no está siguiéndote en la propuesta. Y ellos, los cuatro, se tiraron a la pileta y me acompañaron con interés y con todo lo que tienen a disposición para dar.
-¿Cómo vivís la expectativa que hay alrededor de esta puesta?
-Con ansiedad, mucha ansiedad, sobre todo porque espero no decepcionar porque abordé el tema con mucho respeto y cuidado, entonces no debería suscitar nada más que alegría. Cuando las cosas se hacen desde un lugar de honestidad y sinceridad me parece que el resultado matemáticamente tendría que ser positivo.
-¿Creés que la ópera debería apuntar a ser cada vez más teatro cantado en vez de menos canto teatralizado?
-Sí, porque sino no justifico que haya tanto gasto en puestas, en vestuarios y luces cuando lo podrías hacer en forma de concierto. Para mí es más importante, más allá de la dificultad musical o de la dificultad técnico-vocal, la historia que estás contando. Entonces, lo que me interesa, es que se lleve más hacia el terreno teatral.
-¿Esta producción va a marcar un quiebre en el Argentino?
-Espero que sí porque no es sólo la puesta de “Tosca” sino la manera en que estamos tratando de trabajar en equipo en todas las producciones que se hagan. Ahí sí es donde puedo sentir que puede haber un punto de inflexión, en el hecho de sentir que el teatro le pertenece a todos, y que somos todos parte de algo y que todas las áreas tienen que estar laburando en colaboración. Y si estamos en una situación de bajo presupuesto eso no nos tiene que impedir nada, y tenemos que trabajar de una manera coherente, aprovechar lo que tenemos, porque en el mundo se están extinguiendo estos teatros, y que se siga sosteniendo, aún no en las mejores condiciones económicas, es casi un milagro.
-¿Te sorprendió la convocatoria que te hicieron para hacerte cargo de la dirección artística del teatro?
-Sí, claro, me sorprendió mucho. Fue algo que no estaba en mis planes, no era una ambición ni una meta personal. Pero la vida te pone siempre en circunstancias en las que te preguntás ¿qué quiere Dios de mí? ¿Por qué me pone en este lugar? Pero yo asumo eso y trato de entender. En principio siento que hasta el momento voy entendiendo, trato de dar lo mejor.
Fuente: EL DIA
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