sábado, 14 de diciembre de 2013

Calu Rivero

Dueña de un estilo propio, su fórmula combina intuición, fidelidad a sí misma y determinación. Una chica camaleónica, que deja su sello en todo lo que hace

Por Valeria García Testa.






Llega a cara lavada y, aún así, reluce. Calu Rivero se prepara para protagonizar la tira Mis amigos de siempre (Canal 13), es DJ ocasional (como le gusta presentarse), la imagen de varias marcas y, según muchos, una verdadera It girl. Pero ella dice que no se hace cargo de este último título, porque defiende su libertad y no quiere sentirse exigida a tener que sorprender todos los días con su look o a vestirse como otros pretenden. Mientras la maquillan, cuenta sobre su ruptura con Ricardo “el Chino” Darín y asume que la saca verse envuelta en rumores. “Los medios crean un perfil que no es real. Me inventaron 25.000 novios ya”, se queja.

C : ¿Sos de hacer balances de fin de año?

CR: En realidad, los hago constantemente, no espero a fin de año. Es como un parámetro para las elecciones que tomo. También, trato de agradecer y de ser consciente de cada cosa que me sucede. Llegar a fin de año es ver en qué etapa me encuentro. Casi siempre me agarra empezando algo nuevo, como ahora con la tira.

C : ¿Creés que hay cierto poder en el acto de agradecer?

CR: Para mí, es fundamental ser agradecida, es un vaivén de energías. Creo que tiene que ver con esto de que uno da (se corrige), uno recibe lo que da.

C : Ibas a decir que uno da lo que recibe, pasa eso también, ¿no?

CR: Sí. Cuando estás en un formato automático, das lo que recibís. Cuando lográs estar en un aquí y ahora más presente, das sin pensar en lo que vas a recibir. Que venga lo que tenga que venir.

C : ¿Siempre tuviste en claro hacia dónde querías ir?

CR: Sí. Tuve mucha suerte, porque le hice mucho caso a la intuición y nunca me equivoqué. Además, me lo tomo muy relajado cuando algo no sale, no me frustro. Desde chiquita me enseñaron, hasta con las pruebas del colegio, que si me iba mal, todo bien: volvía a rendir, nunca era tan grave.

C : La música es tu refugio, ¿qué melodía tendría este momento de tu vida?

CR: Eh… estoy… eh, creo que un hip hop (se ríe). No estoy ni en un jazz enamorada, ni tampoco en un reggaetón, ni en nada muy arriba. Me identifico con esto que tiene el hip hop de decirle a la gente lo que pensás, de comunicarte.

C : ¿Cómo lograste pasar de ser una chica de pueblo a convertirte en lo que sos?

CR: Fue el no tener miedo, el ser muy lanzada.

C : ¿De dónde sale tu seguridad?

CR: De que no hay mala leche en eso, de confiar. Para mí, en cómo suceden las cosas, tiene que ver la energía que uno le pone.

C : Sos difícil de clasificar, ¿cómo te definís vos?

CR: Carnavalera…Primero pienso en divertirme y en conocer, soy una esponja, de cada experiencia trato de llevarme algo. No lo hago porque me dé plata. Las veces que lo hice por plata, dije “nunca más”. Capaz más adelante, cuando me harte de jugar… (risas).

C : Llegás a fin de año habiendo terminado tu noviazgo con el Chino Darín…

CR: Sí. Tampoco es que digo “Este príncipe azul no es más azul” y me voy. No vivo en una fantasía. Ya aprendí que el príncipe azul no existe (risas).

C : ¡Qué bueno que lo aprendiste!

CR: Lo aprendí. Además, conozco mis límites muy bien.

C : ¿Cuáles son tus límites?

CR: Respetar las decisiones que uno toma y respetar la independencia de uno, más allá del noviazgo. No estaría con una persona que no pueda respetar eso o mi forma de ser, es difícil mi forma de ser…

Fotos: Marcello Molinari. Producción: Lucía Di Nucci. Peinó: Fabi Blanco para Roho. Maquilló: Bettina Frúmboli con productos LancÔme. Vestuario: Etiqueta Negra, Getien y Ona Sáez. Agradecimientos: 1828 Sm art Hotel y agencia Multitalent.

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