Hoy dialogó en exclusiva con Georgina Barbarossa,
integrante de Los Grimaldi, la obra más exitosa de la
temporada que llegará mañana a nuestra ciudad
Una familia desunida y con diferencias se
reúne después del llamado del patriarca.
Allí, en una escena que podría resultar
común, se juntan la hija mayor –con algunos problemas de alcohol- con su marido y su hija, la preferida de
papá y la oveja negra que vuelve de un viaje por Europa. Todos estuvieron atentos a la llamada de su padre
quien, en sus últimos días, decide reunir a su clan. A
este encuentro, se suma un abogado con dudosas intenciones, una enfermera, más dos empleados de la
casa que desencadenan una serie de sucesos divertidos y misteriosos.
Bajo este marco , que bien podría parecerse a los
antiguos Campanelli o los Benvenuto, se suben al
escenario para dar un espectáculo familiar, divertido y sin lugares comunes, Los Grimaldi, una familia típica en la que no faltan los celos, la envidia y
la avaricia.
Pero el secreto de este éxito, que comenzó con la idea
de Nazarena Vélez, no radica sólo en la historia que
cuenta sino en la calidad de sus personajes. Rodolfo
Ranni, Esteban Prol, Diego Pérez, Micaela Vázquez,
José María Muscari, Thiago Batistuta, Lucas Velasco,
Julieta Bal y Georgina Barbarossa integran esta obra
que debutó en diciembre en Villa Carlos Paz y llenó salas
hasta estas fechas, en la que encaran una gira que los
traerá mañana a nuestra ciudad.
Para contarnos mejor de este suceso, Georgina Barbarossa habló en exclusiva con Hoyy dio detalles de su
personaje en la obra. “Soy una persona mala, enferma
de poder, ebria. Un papel contrario al que hacía en
Dulce Amor, de Telefe. Es una tilinga, una fría”, relató
la actriz. “Es una malvada tan cruel que al final la terminás queriendo”.
Con su particular simpatía, que
traspasa el auricular, Barbarossa cuenta -entre risascómo llegó a Carlos Paz y por qué decidió participar de
esta apuesta, la primera que tiene a Vélez como productora y protagonista. “Cuando me llamaron para convocarme me junté a cenar con Nazarena y su marido,
Fabián Rodríguez. Me senté e inmediatamente empecé
a escuchar la historia con mucha pasión y ganas. Me
di cuenta que ella tiene la producción en la sangre, a
pesar de ser muy joven, y me transmitió esa energía”.
En tiempos en el que los escándalos cuentan más
que una producción bien hecha, Los Grimaldi se lanzó
en la temporada de verano con una propuesta distinta,
en la que sus hacedores apostaron todo para imponerse. “Nazarena primero contrató a los actores y después
escribió el guión.
El pobre Atilio Veroneli tuvo que
hacer malabares para adaptar la historia a los personajes que ella había pensado para cada uno de nosotros”, contó Barbarossa y agregó: “Lo único que le
pedí cuando me llamó
es que pusiese a todos actores arriba del escenario.
No a aquellos que se refieren
a su trayectoria como si fuese
un par de zapatos”.
La intérprete, que el año pasado
se destacó en Dulce Amor, también resaltó el valor de un grupo unido en el
que no forman parte de sus guiones
los escándalos. “La trayectoria es
pisar el escenario con mucho respeto.
Para subir al escenario hay que estudiar y todos los que estamos arriba
nos destacamos con nuestros papeles,
sin narcisismos ni diferencias”.
Con el sabor del éxito
Antes de comenzar con Los Grimaldi, Georgina Barbarossa integraba una de las novelas más importantes de la televisión
local: Dulce Amor. “Dios me dio muchos regalos en la vida, pero el año pasado me dio
la suerte de trabajar en dos familias, donde
todos nos amamos y nos llevamos bien.
Con los de la novela nos seguimos escribiendo, aunque no podemos vernos tan seguido”.
Conductora y actriz de cine, teatro y televisión, Barbarossa también asumió un
papel distinto al que cualquier artista de su
talla se atrevería, y es una de las 24 integrantes de Celebrity Splash, el reality que
conduce Marley por Telefe, donde distintas
celebridades se animaron al desafío del
agua para saltar de altos trampolines.
“Acepté porque soy una atrevida y porque
lo quiero a Marley”, contó Barbarossa
sobre este desafío y agregó: “Mis hijos tenían miedo. Pero yo tenía esa asignatura
pendiente y quise cumplirla, para evadir
mis temores”
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