Martes 22 de enero de 2013 | Publicado en edición impresa
Verano 2013: Radiografía del circuito de verano
Mientras en Carlos Paz la escena crece al compás del nuevo fenómeno Stravaganza, Buenos Aires y Mar del Plata viven un comienzo de 2013
Mar del Plata, la cuna del teatro de verano por excelencia. Foto: Mauro V. Rizzi
"Las vacaciones son ese extraordinario momento sagrado, esa pequeña revolución permitida en la que nos vestimos con cosas y colores que nunca usamos, fantaseamos un erotismo interminable y soñamos con que nos ponemos un quiosquito en Gesell." Lo dijo Mauricio Kartun, dramaturgo, actor y tipo inteligente. Claro que ese despliegue de lo sagrado en medio de paisaje de playas, montañas o entorno urbano también incluye encerrarse colectivamente entre cuatro paredes. Más todavía, pagar por cumplir con ese otro rito: el de ir al teatro.
A lo largo de la temporada de verano del año pasado, unas 963.548 personas fueron a las salas comerciales de Carlos Paz, Mar del Plata y Buenos Aires. En realidad, más porque a este número se llega contando las salas afiliadas a Aadet (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales), que engloba a la mayoría de los dueños de teatros, pero no a todos.
Sobre los tres circuitos circulan prejuicios, estéticas diversas, particularidades, escándalos mediáticos y varios datos llamativos.
Por ejemplo: entre el 1° de diciembre de 2011 y el 18 de marzo del año pasado se presentaron en Buenos Aires 68 espectáculos. En Carlos Paz, 14. Sin embargo, la villa cordobesa tuvo mayor cantidad de espectadores aunque allí haya un tercio de las salas comerciales que hay en Buenos Aires y se hayan hecho casi la mitad de funciones. En cantidad total de público, en el primer lugar del podio se ubicó Mar del Plata. Superó a Carlos Paz, la segunda, y última quedó Buenos Aires, justamente la ciudad con mayor cantidad de salas y de espectáculos.
Se suele decir que los tres circuitos teatrales de verano dialogan entre sí, pero no tanto. "Por ejemplo, en Carlos Paz, salvo Stravaganza, no recuerdo otro espectáculo estrenado allí que luego haya realizado temporada en la Capital", repasa -apelando a su sólido disco rígido- Carlos Rottemberg, el señor que tiene más salas de teatro en el país.
La ruta 2 sí parece ser un territorio de intercambio entre la plaza porteña y la ciudad de los alfajores. Aunque, claro, las cosas cambian. "La tendencia de los últimos años indica que son más las producciones que van de Buenos Aires a Mar del Plata que el camino inverso. De hecho, el año pasado, la revista de Carmen Barbieri no pudo presentarse en la Capital", sigue él.
Los espectáculos que se ofrecen en Carlos Paz -y esto lo suele afirmar Flavio Mendoza- tienen una amplia base de público local (algo que no necesariamente sucede en Mar del Plata). Su percepción tiene correlato con lo que indica un estudio realizado por el Observatorio Turístico de Carlos Paz. El informe, que da cuenta del movimiento de enero del año pasado, señala que el flujo más importante que llega a la Villa viene de la misma provincia de la Pritty pomelo. Según ese estudio, entre las principales actividades de los 1.038.000 personas que arribaron en enero y febrero del año 2012 es ver espectáculos en Las Vegas serrana.
Javier Faroni, el señor que produce más espectáculos comerciales en el país, cree que el público de Mar del Plata concurre más veces al teatro que el que pasa sus días en Carlos Paz. De ser cierto, ¿estarán en juego factores económicos ligados al poder adquisitivo? Si fuera verdad es un tanto llamativo porque justamente allí, en la ciudad cordobesa, el precio de las entradas tiene el techo más elevado. Pasó el año pasado. Pasa ahora. Tomando datos actuales, este otro podio (que se arma según las obras que más están recaudando) sería así: Stravaganza, Carlos Paz, 320 pesos; Gasalla nacional, Buenos Aires, 220 pesos, y Escandalosas, Mar del Plata, 200 pesos.
COSA DE SOFOVICH
Carlos Rottemberg recuerda que el primero que elevó el precio de las entradas en la ciudad del Reloj Cucú fue Gerardo Sofovich. Eso fue en 2007, cuando montó El champán las pone mimosas. Según Faroni, el precio de las entradas tiene un correlato con los costos operativos (transporte, alquiler, publicidad) que, en Córdoba, son más elevados que en la costa. En general, son los productores los que tienen que hacerse cargo del alquiler de propiedades para su elenco. Sin ir muy lejos, Faroni Producciones tiene en estos momentos 250 personas que están trabajando en las distintas puestas de Mar del Plata.
De las tres plazas teatrales de verano, la única que ha tenido un crecimiento exponencial significativo es la villa cordobesa. Tenía carencia de salas (y de salas en buen estado), aunque el año pasado se abrieron dos: Luxor y Melos (que pertenece a Florencia de la V).
El Luxor es en donde se presenta Flavio Mendoza, el señor que el año pasado marcó un hito histórico al superar el récord de público de teatro de verano que, en la temporada 1986/7, había alcanzado Alberto Olmedo con El negro no puede. De hecho, de los 295.000 espectadores que tuvo Carlos Paz, 160.000 se los llevó él. El efecto se hizo sentir. "La taquilla creció un 40 por ciento en la temporada de verano 2012 con respecto a la de 2011", señaló hace poco Pablo Sittoni, de la Cámara de Empresarios Teatrales. Flavio Mendoza es el único que tiene dos espectáculos en cartel simultáneamente, en Buenos Aires y en la ciudad cordobesa.
En contraposición, aunque sea la plaza con la mayor cantidad de salas, de funciones y de espectáculos, el panorama en Buenos Aires no tiene grandes modificaciones. La última (y fundamental) fue hace cosa de unos 30 años cuando los teatros comenzaron a instalar equipos de aire acondicionado. Una de las primeras que levantó el telón del teatro de verano porteño fue China Zorrilla cuando debutó con Emily en enero de 1981. Hasta ese momento, las salas estaban cerradas por vacaciones (o porque hace calor). Claro, y acá vale señalar algo que linda con lo obvio, si las salas de Mar del Plata y las de Carlos Paz luego de marzo entran casi en receso invernal, la recaudación de la cartelera porteña de febrero a junio aumenta en un 30 por ciento.
En términos de programación Faroni es contundente: "En Buenos Aires yo programo igual para el invierno que para el verano. Por eso acabo de estrenar una comedia como La jaula de las locas y un texto como El don de la palabra". Esta última obra podría enmarcarse en un tipo de comedia dramática hecha casi a la medida del gusto de un sector de la clase media porteña consumidor de teatro.
Hasta el momento, la deuda de Carlos Paz parece ser que alguien se anime a programar este tipo de espectáculos en la ciudad de las comedias livianas y en la tierra de Cacho Buenaventura. Algo que, en nombre de la diversidad de lenguajes, vendría muy bien. Claro que, quizá, se pueda entender el perfil de la programación de Carlos Paz como un sello de identidad cordobesa.
Más allá de estas cuestiones, en los tres circuitos las comedias, los espectáculos (neo)revisteriles y los shows musicales suelen ganar la preferencia del público. "Creo que eso tiene que ver con la situación del país. En tiempos como los actuales la gente busca en el teatro un lugar para reírse", afirma Javier Faroni. Y la risa, en las vacaciones, parece completar un combo perfecto.
SEÑAS PARTICULARES
Cantidad de obras, según Aadet, durante la temporada pasada
68
En Buenos Aires
Fue la plaza que tuvo mayor cantidad de espectáculos (68) y la que tiene más salas, pero la que convocó a menos espectadores (283.661).
14
En Carlos Paz
De las tres ciudades, es la que tiene menos salas y en la que se hizo menor cantidad de funciones, pero quedó segunda en cantidad de espectadores (295.622).
36
En Mar del Plata
Tuvo la mayor cantidad de funciones y espectadores (295.622), aunque se montaron la mitad de obras (36) que en Buenos Aires.
"NO AL SUBSIDIO PROVINCIAL"
En compensación por la disminución de espectadores en Mar del Plata, producto de los recitales gratuitos organizados por el gobierno provincial, el mismo gobierno evalúa subvencionar al teatro que se presenta allí. Carlos Rottemberg, en declaraciones al diario La Capital, cuestionó la medida. "No sería justo utilizar dineros públicos a favor de nuestros intereses como empresas privadas", dijo. Y agregó: "Si [la gobernación] dispone de un subsidio debe ser dirigido al teatro independiente de Mar del Plata". Esto sucede mientras algunos artistas que se presentaron en abril en el Teatro Argentino de La Plata, que depende de la gobernación, todavía no cobraron sus salarios.
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