Como dos presidiarias embarcadas en una relación obsesiva, animaron un episodio de mucha repercusión.
Adriana Bruno
Muy convincente, por momentos (como el de la ducha) casi temible, Nancy Dupláa fue anteanoche Laura, abandonada, la presa posesiva, violenta y finalmente homicida de Mujeres asesinas (Canal 13, martes a las 23). Junto a ella, Celeste Cid repitió ese gesto distante, como ausente, que tan bien le sale, en su papel de Cecilia, otra presa, el objeto de deseo y luego la pareja forzada de Laura. La tragedia se desencadena cuando ambas quedan libres y aunque Laura insiste en seguir con la relación amorosa, Cecilia (evidentemente heterosexual) intenta apartarla de su vida y empieza a salir con un hombre. Los balazos de Laura no se hacen esperar.
Todo había empezado cuatro años antes. Condenada por un robo, Cecilia, una joven de clase media, es hostigada con todo tipo de convites sexuales, no bien pisa la cárcel. Laura también pone los ojos en ella, la frágil, la distinta, la "preciosa", como le dice. Laura tiene voz de mando en esa "ranchada", un poco por su carácter fuerte y su condición de presidiaria veterana y reincidente, mucho más por el dinero que reparte convenientemente, cada vez que sus ex cómplices en un robo le acercan una mínima porción del botín. Y aunque Cecilia le advierte que "no me gustan las mujeres", la muy varonil Laura la aborda en plena ducha y no le deja opción: "lo jodido es al principio, después te acostumbrás". Sexo por protección termina siendo el intercambio. Frecuente en el marco tumbero. Salvo porque Laura se enamora y a partir de allí no dejará ni respirar a Cecilia. No lo hará adentro, ni tampoco cuando ambas estén afuera. Y llega el mal día en que, después de varios rechazos, va a buscar a su chica al Bingo en el que trabaja, y le pega varios disparos. Con 22,5 puntos de rating, según Ibope, el capítulo fue el segundo más visto de la temporada y se ubicó en el top five de la jornada.
Inspirada, como todas las historias de este unitario, en un caso real —éste estuvo en los diarios hace muy poco tiempo—, la "pasión" de las dos mujeres encontró un atractivo adicional en la elección de las actrices que las animaron. Dato irrelevante, si se quiere, pero curioso al fin, mientras la desaliñada y agresiva Laura, un auténtico macho alfa carcelario, estuvo a cargo de Nancy Dupláa, la mujer de Pablo Echarri y madre de su hija Morena, el papel de la "protegida" Cecilia le tocó a Celeste Cid, la actriz que dos años atrás fue pareja de Echarri en la telenovela Resistiré. Y más de un chiste sugirió que los cinco balazos fueron algo así como un simbólico ajuste de cuentas tardío. Más allá del chascarrillo, el mérito de ambas fue demostrar que, como actrices, ni siquiera necesitan de un galán.
Fuente: http://edant.clarin.com/diario/2006/05/25/espectaculos/c-00202.htm
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