Con la asistencia de unos 5.600 espectadores, el sábado terminó la 21ª Fiesta Nacional del Teatro. Diversas obras -de Capital y del interior- se presentaron en forma gratuita en 19 salas, y La omisión de la familia Coleman, escrita, dirigida y actuada por Claudio Tolcachir, fue distinguida como mejor espectáculo y mejor obra original, en tanto No me dejes así, también de Capital, se alzó con tres reconocimientos.
Luego de muchos años de deambular por el territorio nacional (Misiones y Córdoba entre otros lugares) el evento se realizó en Capital, organizado por el INT (Instituto Nacional del Teatro) y la secretaría de Cultura del Gobierno porteño.
En el acto celebrado en el teatro Empire se entregaron todos los premios y menciones especiales al actor y director Osvado Bonet (en reconocimiento a su trabajo como gestor de la Fiesta en 1985) y la titiritera Sara Bianchi.
La cifra de espectadores puede parecer exigua si se compara con ediciones anteriores, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de las salas cedidas para la Fiesta son de reducidas dimensiones y las oficiales o privadas que hubiesen ofrecido un aforo más adecuado brillaron por su ausencia.
Celebrado en Buenos Aires después de 16 años, el encuentro sirvió para demostrar lo ya sabido: es incomparable la situación teatral de las grandes ciudades con las más aisladas. No obstante, el intercambio siempre enriquece.
Luego de muchos años de deambular por el territorio nacional (Misiones y Córdoba entre otros lugares) el evento se realizó en Capital, organizado por el INT (Instituto Nacional del Teatro) y la secretaría de Cultura del Gobierno porteño.
En el acto celebrado en el teatro Empire se entregaron todos los premios y menciones especiales al actor y director Osvado Bonet (en reconocimiento a su trabajo como gestor de la Fiesta en 1985) y la titiritera Sara Bianchi.
La cifra de espectadores puede parecer exigua si se compara con ediciones anteriores, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de las salas cedidas para la Fiesta son de reducidas dimensiones y las oficiales o privadas que hubiesen ofrecido un aforo más adecuado brillaron por su ausencia.
Celebrado en Buenos Aires después de 16 años, el encuentro sirvió para demostrar lo ya sabido: es incomparable la situación teatral de las grandes ciudades con las más aisladas. No obstante, el intercambio siempre enriquece.
Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2006/03/20/pdf/22-c.pdf
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