Por IRENE BIANCHI
"Deshojando ilusiones" (otra historia), por La terraza Teatro. Actores: Diego Biancotto y Diego Mendoza Peña. Músicos: Luciano Fortin y Hernán Samá. Escenografía e iluminación: Olivia Grioni y Eugenia Kubli. Vestuario: Grioni, Kubli, Analía Seghezza. Dramaturgia y Dirección general: Gustavo Vallejos. Sala 420, calle 59 entre 12 y 13. Domingos 21 hs.
"Mathyus Von Gelver" y "Boom Gelverbon" son dos comediantes de la legua, dos bufones, dos juglares, dos artistas trashumantes que recorren el continente americano, con la carpa de su circo imaginario a cuestas, montando su "Bienvenidos a Calamuchita" donde haya público bien dispuesto a disfrutar del "mega espectáculo".
Ilusionistas, hipnotizadores, acróbatas, domadores, mimos, clowns, estos multifacéticos saltimbanquis prometen mucho más de lo que ofrecen. Para dar tan sólo un ejemplo: en lugar de animales de gran porte (jirafas, elefantes, dromedarios), pretenden cautivar a sus espectadores con las piruetas y travesuras de una pulga amaestrada.
Con un curso de magia por Internet como todo curriculum, Boom hace "levitar" a su compañero. Pero la mentira tiene patas cortas, el levitante vuela bajito, y estos pícaros farsantes se ven obligados a levantar campamento y volver a trajinar caminos en busca de nuevas plazas.
Este espectáculo escrito y dirigido por Gustavo Vallejos pulsa una cuerda de humor ingenuo, naif, candoroso, que se ubica en las antípodas de la grosería y vulgaridad reinantes. La pieza es una bocanada de aire fresco, una perla en el fango, una prueba fehaciente de que se puede hacer reír apelando a la sutileza, la ocurrencia ingeniosa, el disparate, la festiva desfachatez.
Mendoza Peña y Biancotto componen una dupla que se complementa a la perfección. Chaplinescos, con una pizca de Laurel & Hardy, un toque de los Hermanos Marx, y cierta reminiscencia a Pepe Biondi, los actores destilan simpatía y gracia. El manejo que ambos hacen del cuerpo, el gesto y la voz habla a las claras de un riguroso entrenamiento y una gran versatilidad.
El vestuario y los pocos pero funcionales elementos de utilería, constituyen valiosos aportes a la hora de ambientar la acción y caracterizar a los personajes.
Sin lugar a dudas, un enorme acierto de la puesta es la inclusión de músicos en escena, recurso que no se había utilizado en el espectáculo anterior. Luciano Fortín (batería y percusión) y Hernán Samá (saxo alto y soprano) son los otros dos indispensables protagonistas de esta propuesta. Sus instrumentos anticipan, crean y refuerzan climas, dialogando, interactuando y enriqueciendo notablemente la historia.
"Deshojando ilusiones": lograda muestra de un humor apto para todo público, sin ninguna contraindicación.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20041112/espectaculos4.asp
"Deshojando ilusiones" (otra historia), por La terraza Teatro. Actores: Diego Biancotto y Diego Mendoza Peña. Músicos: Luciano Fortin y Hernán Samá. Escenografía e iluminación: Olivia Grioni y Eugenia Kubli. Vestuario: Grioni, Kubli, Analía Seghezza. Dramaturgia y Dirección general: Gustavo Vallejos. Sala 420, calle 59 entre 12 y 13. Domingos 21 hs.
"Mathyus Von Gelver" y "Boom Gelverbon" son dos comediantes de la legua, dos bufones, dos juglares, dos artistas trashumantes que recorren el continente americano, con la carpa de su circo imaginario a cuestas, montando su "Bienvenidos a Calamuchita" donde haya público bien dispuesto a disfrutar del "mega espectáculo".
Ilusionistas, hipnotizadores, acróbatas, domadores, mimos, clowns, estos multifacéticos saltimbanquis prometen mucho más de lo que ofrecen. Para dar tan sólo un ejemplo: en lugar de animales de gran porte (jirafas, elefantes, dromedarios), pretenden cautivar a sus espectadores con las piruetas y travesuras de una pulga amaestrada.
Con un curso de magia por Internet como todo curriculum, Boom hace "levitar" a su compañero. Pero la mentira tiene patas cortas, el levitante vuela bajito, y estos pícaros farsantes se ven obligados a levantar campamento y volver a trajinar caminos en busca de nuevas plazas.
Este espectáculo escrito y dirigido por Gustavo Vallejos pulsa una cuerda de humor ingenuo, naif, candoroso, que se ubica en las antípodas de la grosería y vulgaridad reinantes. La pieza es una bocanada de aire fresco, una perla en el fango, una prueba fehaciente de que se puede hacer reír apelando a la sutileza, la ocurrencia ingeniosa, el disparate, la festiva desfachatez.
Mendoza Peña y Biancotto componen una dupla que se complementa a la perfección. Chaplinescos, con una pizca de Laurel & Hardy, un toque de los Hermanos Marx, y cierta reminiscencia a Pepe Biondi, los actores destilan simpatía y gracia. El manejo que ambos hacen del cuerpo, el gesto y la voz habla a las claras de un riguroso entrenamiento y una gran versatilidad.
El vestuario y los pocos pero funcionales elementos de utilería, constituyen valiosos aportes a la hora de ambientar la acción y caracterizar a los personajes.
Sin lugar a dudas, un enorme acierto de la puesta es la inclusión de músicos en escena, recurso que no se había utilizado en el espectáculo anterior. Luciano Fortín (batería y percusión) y Hernán Samá (saxo alto y soprano) son los otros dos indispensables protagonistas de esta propuesta. Sus instrumentos anticipan, crean y refuerzan climas, dialogando, interactuando y enriqueciendo notablemente la historia.
"Deshojando ilusiones": lograda muestra de un humor apto para todo público, sin ninguna contraindicación.
Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20041112/espectaculos4.asp
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