miércoles, 7 de mayo de 2003

Público con auriculares

Beatriz Catani concretó un desopilante trabajo

Miércoles 7 de mayo de 2003 | Publicado en edición impresa

La consigna era encontrarse a las 13.45 en una esquina de la ciudad de La Plata. Había que llevar una radio con auriculares y sintonizarla en FM 87.5. Sólo doce personas podían participar de la experiencia "Félix.María.De 2 a 4", dramaturgia y puesta de Beatriz Catani y la actuación de Blas Arrese Igor y Cecilia Coleff. La propuesta imponía seguir a una pareja, sin tomar contacto con ellos.

A las 14, exactamente, por medio de los auriculares se escucha un diálogo telefónico. El llama a ella desde un teléfono público y la cita en la esquina de 1 y 69. Ella llega, se encuentran, se besan, y se dirigen en taxi a una oficina donde él comenzará un nuevo trabajo. Los espectadores también abordamos un taxi y los seguimos y vamos escuchando mediante la radio que pelean, ella quiere bajarse, abre la puerta del auto. En un bar cercano a la plaza Rocha se detienen, bajan, bajamos, ingresan en el bar. En mesas próximas los espectadores escuchamos de qué hablan. Y empezamos a reconocer de quiénes se trata.

Ella cuenta que está muy enferma, que debe hacer un tratamiento. El insiste en que el nuevo trabajo le permitirá cambiar, ser otro. Ella no le cree, se enoja, llora. De pronto una joven reparte volantes que invitan a ir a una peña salteña. Todos salimos para allí, ellos siempre van más adelante, discutiendo. Allí todo se mezcla con zambas, chacareras, empanadas y vino. Ella no resiste y se va.

Y nos vamos detrás, él la corre, vuelven a encontrarse. En la plaza Rocha se reconcilian, se miman y deciden ir a un albergue transitorio. Allí vamos. Nos distribuyen, de a dos, en las habitaciones y una empleada prende el televisor y cierra la puerta. Y uno está allí, con alguien que no conoce y en la pantalla una pareja tiene sexo mientras escuchamos que ellos siguen peleando. Al rato, salimos. En la esquina abordamos un colectivo que va al hospital donde ella tiene una entrevista con su médico. Y nos quedamos en el hall, junto a él, esperándola. Ella sale preocupada y en la puerta del hospital se despiden, mal. El se va, extrañamente nadie lo sigue. Terminamos en un centro cultural viendo una escena de la película "Cleo de 5 a 7", de la francesa Agnes Varda. Telón.

Carlos Pacheco

Fuente: La Nación

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