jueves, 30 de abril de 2020

Reinvención: entre archivos, tertulias, anécdotas y obras online, reabre el Coliseo

 

Adaptando su programación con contenidos y actividades virtuales para que la gente disfrute en su casa, vuelve a levantar el telón desde mayo

María Virginia Bruno
30 de Abril de 2020
Apoyado en la tecnología, el coliseo vuelve a funcionar en mayo

Casi con el inicio de la cuarentena, el Coliseo Podestá fue uno de los primeros teatros en sumarse a la tendencia de compartir contenidos digitales, como una forma de acompañar el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno para prevenir la propagación del COVID-19, habilitando dos de sus grandes éxitos infantiles. Aunque luego se mantuvo “offline”, el teatro siguió trabajando en la preparación de una programación “online” para que el público pueda disfrutar desde su casa.

“Nos tomamos este mes de abril para pensar, imaginar, escuchar un poco la situación de cómo se iba desarrollando toda la problemática de los teatros, de la actividad en el país. Viendo y considerando que el panorama y la situación va a demandar más tiempo, y que las salas de muchas butacas como la nuestra es previsible que sean de los últimos espacios en volver a reabrir, es que comenzamos a pensar de qué manera el Coliseo podía estar cerca de los espectadores”, aseguró ayer Gastón Marioni, en diálogo con EL DIA.

Adaptarse o morir, el concepto históricamente aplicado a la naturaleza, podría también graficar la situación que algunos teatros por estos días. Así nació esta reprogramación virtual, que será lanzada oficialmente hoy, pensada como “un rediseño apoyado en la tecnología, para poder ingresar a las casas de los platenses”.

A partir de mayo, entonces, la web del teatro municipal -www.coliseopodesta.laplata.gob.ar- y sus redes sociales serán, por ahora, su nuevo escenario, hasta que lo presencial vuelva a ser la norma en este presente inédito que hace que, por primera vez en la historia, no haya ninguna sala abierta en todo el mundo.

Esta temporada virtual tendrá, de momento, cuatro propuestas demarcadas, comenzando con el desarrollo del “Archivo del Coliseo” -habilitado desde el lunes 5-. A través de este espacio, cualquiera que lo desee podrá “recorrer la historia año por año, mes por mes, de los artistas, los espectáculos y todos los eventos que han sucedido en el teatro”, anticipó Marioni. Ese espacio servirá además para dar a conocer el trabajo documental que viene desarrollando el Museo José Juan Podestá, con documentos y objetos que posee la ex casa del fundador y padre del teatro nacional rioplatense.

Otras de las propuestas tiene que ver con mostrarle al público el detrás de escena, la maquinaria del quehacer teatral, a partir de las voces de sus protagonistas. “Tertulias”, en este sentido, llegará como una iniciativa que, en formato de temporada, con ocho primeros episodios que se emitirán los domingos de mayo a las 20 a través del canal de YouTube del teatro, buscará “recuperar un poco lo nostálgico y lo interesante de la práctica conversacional”, convocando a protagonistas del arte escénico para charlar de temas de relevancia teatral.

Con moderación del propio Marioni, este ciclo, que debutará el 17 de mayo, tendrá como invitados a Carlos Rottemberg, Jorge Dubatti, Diego Cremonesi, Julieta Vallina, Carlos Gianni y Roberto Perinelli, a quienes se les propondrán diferentes tópicos como, por ejemplo, el oficio del actor, el oficio del dramaturgo, el oficio del productor, la historia del teatro independiente, los espacios de autogestión y la filosofía del teatro.

“Anecdotario Podestá”, por otra parte, propondrá al público recordar y compartir alguna curiosidad o suceso que les haya pasado durante alguna de las visitas al Coliseo para, entre todos, construir la historia del teatro desde los sentidos del público. “Pensamos que era también una manera de reencontrarnos con los espectadores desde otro lugar, mucho más humano, mucho más cercano, e íntimo”, manifestó el director.

Estas anécdotas compartidas entrarán en una especie de competencia de votos del público semanales que irán dejando, semana a semana, un ganador. Así, cuando se retomen las actividades presenciales, se realizará una final con todas las elegidas, convirtiendo al triunfador en un “Huésped Vip” que, durante 2021, tendrá dos pases gratis para todas las funciones que se ofrezcan en el Coliseo.

Previendo que las grandes salas, como se dijo, serán seguramente las últimas en abrir, dadas las circunstancias, el Coliseo anunció también que durante los tres domingos de las vacaciones de invierno reestrenará, en su sitio web y con acceso gratuito, su primera producción integral, “Cantando sobre la Mesa”. Protagonizada por Cecilia “Caramelito” Carrizo, Martín Ruíz y gran elenco, esta pieza se convirtió en la punta de lanza de la gestión de Marioni en lo que ha producciones integrales propias refieren, además de una de las más exitosas. Cabe recordar que la obra, pieza del recordado Hugo Midón, se coronó en 2017 en los prestigiosos Premios Hugo.

Entre otros proyectos en mente, se destacan la producción de un ciclo de radioteatros y otro de teatro leído, los dos, claro, realizados a la distancia y de manera online, con invitados especiales.

“En sus 2500 años, el teatro pasó de todo, pandemias, guerras mundiales, la inquisición, dictaduras y siempre, como el Ave Fénix, logró reinventarse, reescribirse y repensarse porque así atravesó toda su historia. Estoy confiado de que todo va a pasar y que el teatro va a recomponerse. Claro que no va a ser sin haber tenido una pérdida muy grande, pero vamos a volver a encontrarnos arriba del escenario”, cerró esperanzando el autor, docente y director teatral.

Fuente: EL DIA

sábado, 25 de abril de 2020

Juan Palomino: El intérprete vive una cuarentena especial

 

El actor platense, que estrena este año la biopic de Amazon en la que se pone en el cuerpo maduro de “El Diez”, elige destacarlo como “un referente deportivo que se puso del lado de los que menos posibilidades tenían”

María Virginia Bruno
25 de Abril de 2020
Juan y su mamá Alicia, con quien volvió a compartir techo después de casi 40 años / EL DÍA

Más allá de la gesta futbolística, de esas gambetas extasiantes, de sus corridas olímpicas, de su calidad para las definiciones y de esa picardía única que lo llevó a atreverse a hacer “el” gol con la mano, Juan Palomino (58), que espera para este año el estreno de “Maradona: sueño bendito”, la biopic de Amazon en la que se pone en el cuerpo de un atormentado Diego maduro, elige rescatarlo como “un referente deportivo solidario, emblemático, mítico, que no dudó en ponerse del lado de los que menos posibilidades tenían para enfrentar el poder”.

Esa actitud, confiesa el actor platense en diálogo con EL DIA, es lo que siempre lo ha cautivado de Maradona, a quien tuvo el titánico desafío de interpretar para la pantalla chica en uno de los estrenos más esperados de este 2020 afectado por la pandemia.

Aún sin fecha de debut, y con el rodaje de la segunda temporada en stand by por la cuarentena, la producción, que tiene como showrunner al cordobés Alejandro Aimetta, abarca desde la juventud en Villa Fiorito, pasando por la gloria en México ‘86 y el Napoli, hasta el final de su carrera como jugador. En sus diez primeros capítulos, el astro del fútbol está encarnado por tres actores, según pasan los años. Los primeros son Nicolás Goldschmidt y Nazareno Casero. Palomino, el último, le presta su pesado cuerpo (tuvo que engordar más de veinte kilos para entrar en personaje) a la etapa más tormentosa de “El Diez”, actuando momentos históricos como el partido homenaje que tuvo en la Bombonera en 2001 y la dirección técnica de la Selección en Sudáfrica 2010.

“Siempre me cautivaron los gestos que Diego ha tenido con sus compañeros, no sólo de su mismo equipo, sino también frente a otros, de generar un sindicato de jugadores, de plantarse frente a la FIFA y decirles ‘loco, no podemos jugar con 45 grados de temperatura’, habla de una persona generosa, de convicciones. Esa forma que tuvo de incentivar al equipo en el 86... Maradona se corrió del lugar de referente, enfrentó a los sectores del poder, poniéndose del lado de los que tenía que ponerse”, remarca Palomino, emocionado al hablar del actual DT del Lobo.

Dice que nunca se atrevería a juzgarlo como hombre, ese “ángel caído que pasó de tenerlo todo a no tener a nadie, que tuvo que sobrellevar esa soledad en medio de otras caídas” y que, en definitiva, “habla de la humanidad” de un ser elevado por multitudes a la categoría de Dios. “No lo cuestiono, nunca lo cuestionaría, ni atacaría su intimidad. Me parece que la intimidad de las personas son eso, íntimas, por más que sea una persona reconocida en el mundo entero”, admite el actor .

En este sentido, Palomino elige quedarse “con la épica, con un hombre que hizo lo que pudo como padre, como esposo, como hijo”, con esa imagen eterna del gol con la mano, “porque sólo a él se le podría ocurrir hacerlo y salir airoso… como un barrilete cósmico, como lo definió Víctor Hugo, porque no era políticamente correcto. Me quedo con esas inconductas que salen de ese margen que generalmente te exige el poder económico cuando te contrata”.

Reconoce el intérprete, que hace tevé desde hace casi treinta años tras su debut, en 1992, de la mano de Alejandro Doria en “Amores” (Telefé), que “no ha sido fácil” ponerse en la piel de Diego pero que ha sido una experiencia “nutritiva”, que ha sorteado gracias a la ayuda del equipo técnico y artístico que incluye a reconocidas figuras como Mercedes Morán y Rita Cortese (Doña Tota), Pepe Monje y Claudio Rissi (Don Diego), Laura Esquivel y Julieta Cardinali (Claudia Villafañe), Leonardo Sbaraglia (Guillermo Coppola), Peter Lanzani (Jorge Cyterszpiler), Marcelo Mazzarello (Carlos Bilardo), Darío Grandinetti (César Menotti) y Nicolás Furtado (Daniel Passarella).

Maradona, que le dio el visto bueno a Aimetta para crear esta producción, no tuvo curiosidad en saber cómo Palomino iba a abordar su personaje, algo que sirvió para construir “una mirada mucho más objetiva, sin condicionantes”, que lo dejó al actor conforme con el resultado que espera pronto podamos ver en la pantalla.

VOLVER A VIVIR CON MAMÁ

Aunque extraña a su pareja y a sus hijos, de quienes se encuentra circunstancialmente distanciado, a causa de esta cuarentena social, preventiva y obligatoria en la que nos encontramos desde hace ya más de un mes, Palomino volvió a sentirse niño en tanto pasa el aislamiento en un departamento porteño con su madre Alicia (77) con quien no compartía techo desde hacía casi 40 años.

Claro que para que la convivencia funcionara los dos tuvieron que “deconstruir una serie de actitudes”, y negociaron. “Nos entramos a complementar desde la limpieza, desde la cocina, desde la lectura, desde mirar un programa de televisión, desde las charlas”, cuenta el intérprete. Para el actor, esta experiencia fue clave para generar un vínculo con su mamá desde un lugar diferente, con tiempo de sobra ahora, donde aflora el pasado a través de recuerdos, quizás, nunca antes contados; quizás, olvidados.

“En el vínculo con mi madre aparece aquel niño que fui y que de alguna manera, a pesar de la distancia a conservar, y de los codos que se tocan, y la no existencia de besos ni abrazos ni caricias, prevalece la mirada maternal, en el caso de ella, y la mirada paternal, en mi caso también, al ser padre e hijo al mismo tiempo. Entonces estar signados por lo afectivo y la memoria hace muy bien porque eso despierta sensaciones que por lo menos a mí me permiten volcarlas al papel y cierta poética”, asegura el actor que en 1985 egresó de Escuela de Teatro platense, donde fue compañero de dos ex directores de la institución: Omar Sánchez y Colo DeMarchi.

Sus padres se conocieron en nuestra ciudad, de donde es oriunda Alicia. Su padre, José Palomino Cortez (83), nació en Cuzco, Perú, y llegó a La Plata para estudiar Medicina en la UNLP -aunque se dedicó a la radio- y así se conocieron, en “un Carnaval del Club San Martín, en 1956”, el barrio donde vivía su mamá. Cinco años después llegaría al mundo Juan, con su esencia artística. Sus padres vivieron juntos hasta hace un tiempo en la Ciudad de Buenos Aires pero ahora están separados.

“Papá se fue a vivir a la Casa del Teatro, y decidió ocupar un lugar en ese espacio que nos pertenece a los actores que, a pesar de las dificultades, y de lo que está pasando, la labor de Linda Peretz (presidenta) es imprescindible junto a todo el equipo. Con mucho amor, vehemencia y pasión llevan adelante la épica de estar atendiendo a queridos actores, actrices y cantantes, que han decidido vivir en ese espacio tan bello. Ojalá que todos pudieran tener esa experiencia”, destaca.

INCERTIDUMBRE ARTÍSTICA

Sensibilizado por la distancia de sus otros afectos (Charo Bogarín, su compañera, está pasando el aislamiento en Mar del Plata, junto a su mamá y su hija; Sofía, su hija mayor, está con su mamá, Adriana Ferrer; Aaron, el único hijo varón, con su mamá Sabrina; y Floriana, la más chica, vive en Río de Janeiro con su madre Lucila), a Palomino lo atraviesa también la incertidumbre generada por la pandemia del Covid-19 en tanto su sector, el artístico, es uno de los más perjudicados.

“Dentro de lo laboral, que es la parte que nos toca a la mayoría, y más al sector colectivo de actrices, actores, directores, cantantes, cantoras, es una situación bastante compleja si no has tenido una continuidad de trabajo, o contratado en relación de dependencia en algunos casos, porque no tenés recursos. Hay colegas que no tienen ni para comer y ni hablar de cómo van a hacer para pagar los servicios y el alquiler”, asegura el también músico que, comprometido con la causa, aporta su granito de arena como parte de SAGAI, desde donde gestionan, a través del Ministerio de Acción Social, ayudas para los más necesitados.

Este parate en lo profesional ha provocado una situación pocas veces vista en tanto, según el intérprete, “todos los actores nos hemos quedado en el mismo nivel: ninguno puede actuar. Ni Oscar Martínez, ni Pablo Echarri, ni Carlitos Pérez que hace teatro a la gorra. Estamos bien parejitos porque, ¿qué es un actor que no actúa? ¿cómo sobrevive psicológicamente de esa situación? Pero eso ya sería entrar en un lugar fino…”

Y a pesar de que Palomino, en lo personal, tiene un respaldo económico, gracias a su participación en la serie de Amazon, sabe que hay una sola forma de hacerle frente a esta situación: “Entender que de acá se sale colectivamente. Lo individual, me parece, va a ser un gesto que va a quedar para antes de la pandemia”. Para el actor, este contexto que estamos atravesando nos está dando una oportunidad para ser mejores personas. “Creo que es un buen momento de reflexión, de encarar la mirada colectiva, fundamentalmente, a pesar de que muchos están solos”.

Palomino, que fue enfermero del Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero durante tres años, como parte del Servicio de Rehabilitación, desde donde llevó adelante, junto a la doctora Silvia Cardone y el doctor Adolfo Pérez, un proyecto a través del cual los pacientes, por primera vez, hicieron una función de “Un sueño inolvidable” de Polo Lofeudo en la Escuela de Teatro en 1974, opina que las medidas tomadas por el gobierno para hacerle frente a la pandemia fueron “dolorosamente acertadas”, en tanto implicó un parate a nivel económico, “pero me parece que la consigna ‘vamos por la vida, que de la economía se vuelve’, es muy acertada”.

Fuente: EL DIA

jueves, 23 de abril de 2020

La pandemia golpea duro a los teatros de La Plata: salas desoladas y desesperado pedido de ayuda

LA CIUDAD 

Las entidades emitieron un crudo comunicado sobre la difícil situación que atraviesa la comunidad artística platense. 


"Necesitamos apoyo para seguir de pie y poder volver", expresaron En la medida que la pandemia que desató el coronavirus Covid-19 se prolonga en el tiempo y obliga a la ciudadanía toda a mantenerse guarecida en sus hogares para contener la propagación del virus, los teatros y salas culturales de La Plata ven con preocupación la crisis que se ha desatado en el sector, que va desde el derrumbamiento de los programas culturales hasta el duro golpe económico, marcado por el cese de los ingresos y los gastos que deben seguir afrontando. En ese sentido, las entidades emitieron un comunicado en el que dieron cuenta de la difícil situación que atraviesa la comunidad artística platense y clamaron "apoyo para poder continuar de pie y poder volver".

A través de una misiva expresaron que en la ciudad de La Plata "este intermedio forzoso nos sorprende antes del comienzo de la temporada 2020, que transcurre en habitual plenitud desde Marzo hasta Noviembre. Esto implica que nuestros sueños de llevar adelante nuestras programaciones se esfumaron con la pandemia y las oportunas medidas de seguridad públicas que se han llevado a cabo. 

Según explicaron, "nuestros últimos ingresos fueron en diciembre de 2019 y nuestros egresos, hoy son una bola de nieve que no para de crecer:  sueldos, impuestos, alquileres, gastos operativos". 

"Llevamos cinco meses de ingresos en 0 y gastos al 100%. Lamentablemente estas variables se extenderán por varios meses más", afirmaron.

En ese sentido, remarcaron que "los teatros y salas culturales no solo cumplimos un rol cultural, sino también socioeconómico. No solo habitamos hechos artístico, sino que además generamos un gran movimiento social y económico". 

Y apuntaron que "la actividad local evita la emigración, fomenta el turismo y fortalece un sin fin de rubros anexos, aportando una gran oferta de puestos de trabajo en la ciudad".

La esperanza, lo último que se pierde

Según evalúan, "proyectamos una tímida y optimista vuelta a la actividad para comienzos de la primavera y anhelamos con ansias, recuperar plena actividad para abril de 2021". 

"Nos caracteriza la creatividad, el empuje, la apertura y la diversidad. Nos sostiene el optimismo y la esperanza", expresaron.

Pero la realidad es que "hoy, nuestras salas  se encuentran en completa soledad y necesitamos apoyo para poder continuar de pie y poder volver" 

"Cuando este intermedio inesperado llegue a su fin, celebraremos que nos volvemos a encontrar, que se levantan los telones, se prendan las luces, se ocupen las butacas y el arte vuelva vivir en nuestras sala. Pero tenemos que poder llegar", resaltaron.

Por último, enfatizaron que "hoy es necesario que todos quienes formamos parte de la actividad cultural de la ciudad, la comunidad platense y los organismos correspondientes entendamos el impacto económico, social y cultural de esta situación y el desafío que tenemos por delante".

Fuente: Diario El Dia de La Plata

sábado, 18 de abril de 2020

El drama de la escena teatral: “La situación comienza a ser desesperante”

ESPECTÁCULOS | EL CORONAVIRUS CERRÓ LOS TELONES

Teatristas platenses están en estado de alerta por las consecuencias que el parate generará y piden urgentes medidas de auxilio

María Virginia Bruno

LA NONNA, COMO TODOS LOS TEATROS DE LA CIUDAD PERMANECE CERRADO

Atrevida, la pandemia COVID-19 se animó a romper con una máxima del mundo del espectáculo que parecía intocable hasta que el virus estornudó en la realidad y el show, esta vez, no pudo continuar.

Coinciden los hacedores del teatro local que se trata de una situación “absolutamente inédita”. Ni siquiera la Gripe A, en 2009, logró cerrar durante tanto tiempo las salas -los telones permanecieron bajos durante diez días, del 6 al 16 de julio-. Si bien en aquel entonces la actividad disminuyó hasta en un 80 %, muchos teatros trabajaron siguiendo estrictos protocolos de seguridad y, aunque a cuentagotas, la actividad se mantuvo. Pero el coronavirus, ese enemigo invisible con el que luchamos, como le gusta decir a nuestro Presidente, se ha convertido en el despiadado villano de un arte esencial para la cultura.

Primeros en cerrar y, seguramente, últimos en abrir -y con restricciones-, los teatros, su gente, enfrentan un difícil panorama en tanto, para muchos, ya es un año perdido.

Carlos Rottemberg, Integrante de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), compartió recientemente un análisis basado en las fases que el teatro afrontará con respecto a la la pandemia: “Primero la fase de clausura, luego vendrá una segunda fase en donde nuestras actividades, que congregan gente, estarán en cola y luego vendrá la tercera fase (de recuperación): el público tardará al menos tres meses en volver a las salas. Por eso, si vemos el calendario, la temporada 2020 para nuestra actividad está virtualmente terminada”.

Daniel Gismondi, presidente de la Asociación de Teatristas del Plata (Atepla), asegura que “desde la llegada de la pandemia COVID-19 la situación de las salas de teatro independiente de la ciudad comienza a ser desesperante”.

Para el también director de Espacio 44, “en este momento las salas de teatro estamos padeciendo una situación inédita, sin precedentes, que hace peligrar todo el camino andado durante las últimas décadas, que llevó la actividad cultural de nuestra ciudad a ser una de las más importantes plazas del país, en diversidad, cantidad y calidad de producción”.

Leo Ringer, director y dueño del teatro La Nonna, explica que “al comenzar el año todos los ahorros se invierten en una sola dirección, previendo recuperarla al menos al finalizar el mes de agosto. Por eso, ante esta situación, nos quedamos con la inversión freezada, sin posibilidad de ningún ingreso posible”.

Detrás de escena, más allá de los actores, que también sufren gravemente esta situación, hay todo un mundo que forma parte imprescindible de la cadena de producción de un teatro, ahora cortada, y que incluye dramaturgos, directores, técnicos, escenógrafos, administrativos, maquilladores, diseñadores, prenseros, boleteros, personal de limpieza, etc . “Esta simple enumeración permite entender que esta situación va mas allá de la suspensión de actividades, con sus respectivos no ingresos, porque en este tipo de emprendimiento no existe la mínima posibilidad de alentar al uso de una idea motriz sustituta”, agrega Ringer: habilitado como teatro, no puede convertirse ni funcionar como otra actividad, no hay chance de reinvención en su caso, sólo resta esperar a que todo pase y volver a empezar.

César Palumbo, otra importante figura del teatro platense, al frente de El Altillo del Sur Casateatro, aborda la penosa situación escénica desde un ejemplo concreto. Según sus estimaciones, “para producir una obra de 4 actores, se necesitan no menos de 20 personas. Y si por fin de semana, en promedio, hay más de 20 espectáculos, estamos hablando de 400 a 500 personas que en estos momentos están sin trabajar”.

PÉRDIDA ECONÓMICA, ARTÍSTICA Y AFECTIVA

Autor, director y teatrista platense, Gastón Marioni sostiene que “la pérdida es enorme” y no sólo hablando desde lo “económico” sino también desde lo “artístico” y lo “afectivo”, porque el coronavirus hizo trizas meses de ilusiones puestas en el armado de una programación que hoy reposa en la basura.

“Como autor y director se me ha cancelado un proyecto que estaba pronto a estrenar en Montevideo y dos proyectos de teatro comercial que comenzaban los ensayos para dos teatros en calle Corrientes. Y en el teatro independiente quedaron suspendidas las funciones de una obra que venimos haciendo desde el año pasado en Teatro Estudio”, revela el director de la sala ubicada en 3 y 40 que, como el resto, permanece cerrada; no sólo para funciones sino también para clases: todos los talleres que se ofrecen en el espacio fueron suspendidos y quedarán a merced de la pandemia. “No sé hasta cuándo pero tengo la certeza que será uno de los últimos rubros que podrán retomarse debido al tipo de actividad que hacemos”, reflexiona con pesar Marioni que, como el resto de sus colegas, convive desde hace ya casi un mes con dos villanos que parecen salidos de una obra de suspenso: el desconcierto y la incertidumbre.

Las mismas sensaciones atormentan a Palumbo, que parece estar atascado en un limbo donde las preguntas abundan y las certezas se buscan con lupa. Con la sala cerrada y las clases de su taller suspendidas, las facturas con fecha de vencimiento siguen, sin embargo, entrando por debajo de la puerta y cada sobre que se abre es un nuevo nudo en la garganta. “Los gastos fijos de las salas los estamos absorbiendo nosotros, pagando algunos y esperando la ayuda para otros. Solicitando prórrogas en alquileres, cargas impositivas y servicios”, detalla el ex Delegado General de Actores y actual dirigente de Atepla.

Gismondi coincide. “Como es de imaginar, una sala de teatro, aunque no haga funciones continúa teniendo gastos fijos, que comienzan a ser difíciles para sostener en el tiempo. Al lucro cesante por la imposibilidad de funcionar, se suma la deuda que comienza a generarse por la imposibilidad de abonar impuestos, servicios, seguros, coberturas de emergencia, salarios de personal de tareas específicas”. Entonces, ¿cómo hacer?

“Si superamos la llegada de la radio, la aparición del cine y la tevé, también pasaremos esto”

PEDIDO DE AUXILIO

Este panorama es una figurita repetida entre los más de veinte espacios teatrales que engrosan la agenda cultural de la ciudad. Por esa razón, destaca Gismondi, “es que las salas estamos en estado de alerta, buscando soluciones sin dejar de solidarizarnos con el resto de la población, que está pasando un momento crítico”. Para el teatrista, “en esta coyuntura, sin una ayuda por parte del Estado, el resultado va a ser el cierre de numerosos espacios con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y el deterioro de una industria que se fue hilvanando con años de esfuerzo”.

Leo Ringer propone una salida. “Ante la imposibilidad de afrontar la parte impositiva, fiscal, tasas, contribuciones, servicios, cargas sociales y sindicales, esos gastos deberían ser proporcionales a los ingresos y no ser ajenos a la destrucción total del salario, y todo tipo de ingresos”, plantea el actor, director y también escribano. Y en este punto es claro como el agua: “Si La Nonna -su teatro- no produce nada, el ciudadano no consume nada y, en este caso, si el ciudadano no consume, desaparece la razón de existir”.

En esta misma línea, Palumbo hace un llamado a las autoridades municipales a quienes, como medida paliativa a esta situación extraordinaria, reclama que se “debería establecer un subsidio especial y luego establecer un Consejo Municipal de Teatro, con una asignación anual de acuerdo a la actividad de cada sala, grupo, etc”. Y algo parecido solicita al Consejo Provincial de Teatro, en el que se desempeñara años atrás, al que sugiere “legisle una medida extraordinaria ante esta emergencia”. Si bien el Instituto Nacional de Teatro está instrumentando una ayuda excepcional para este año, Palumbo advierte “un problema, que esperamos que esta sea la ocasión para resolverlo”: las habilitaciones de las salas. “Sin ello, es imposible terminar el trámite”, para solicitarlo.

“Otra ayuda importante sería que se arbitren medidas fiscales extraordinarias, como exenciones en tasas municipales e impuestos provinciales durante el período de inactividad”, propone Gismondi, para quien, sea de la forma que sea, es necesario que sea ya y “sin tramitaciones engorrosas, ya que si se demoran mucho va a ser demasiado tarde para muchos espacios”.

Autoridades locales consultadas por EL DIA sobre esta situación apremiante del sector teatral remarcaron que “la Comuna se encuentra analizando diversas medidas paliativas para el sector, entendiendo que las mismas deben llegar a todas las manifestaciones culturales, a los fines de continuar promoviendo su importante rol en el desarrollo cultural”. A su vez, se informó que “actualmente se está trabajando en conjunto con el gobierno nacional y provincial para establecer que salidas hay ante la coyuntura que se presenta”.

MIENTRAS TANTO

La transmisión on line de “Los vecinos de arriba” la semana pasada, que fue seguida por un millón de personas en las 72 horas que duró el streaming de ese título, en el marco del lanzamiento virtual de la temporada 2020 del porteño La Plaza, pone de manifiesto la consolidación de una tendencia que muchas salas y espacios culturales empezaron a seguir en el medio de la cuarentena entendiendo que, si la gente no va al teatro, el teatro debe/puede ir a la gente.

Más allá del debate sobre la legitimidad de estas propuestas virtuales, sobre lo que los teatristas más puros plantean sus reparos, porque, de ser teatro, cuestionan, “¿dónde estaría su esencia, ‘lo vivo’ del acto creativo”, lo cierto es que en este contexto, donde prima la incertidumbre, el “vale todo” parece ser la norma.

“He sentido que el colectivo teatral, o gran parte de él, quisimos salir a dar una inmediata respuesta a la situación: teatro filmado, streaming, te doy la clase por zoom, etc., como una reacción hiper adaptativa ‘sea como sea’ y sin darnos tiempo a pensar y reflexionar sobre ésto que pasa; porque no es poco lo que pasa, porque es realmente novedoso, porque genera angustia y porque realmente te hace preguntar ¿cómo hacer teatro cuando no nos podemos mirar, tocar, sentir y escuchar a menos de un metro de distancia? Habrá que ejercitar la paciencia, la sapiencia y por sobre todo una nueva apertura a otra creatividad para vislumbrar un nuevo qué, cómo y dónde hacer ‘teatro’”, analiza Marioni.

Para Leo Ringer no hay dudas. “El teatro virtual existe hace muchos años y se llama cine. Yo no puedo ir en contra de la existencia del cine, pero sí puedo decir que el teatro virtual no es teatro. El teatro es presencial: es indispensable la presencia del ida y vuelta en la reacción del público. Por eso hacemos 150 funciones y son 150 versiones diferentes porque el público, como dice Mirtha, se renueva, y el actor trabaja en base a la respuesta del público”.

CREATIVIDAD Y SOLIDARIDAD

Algunos teatros oficiales, como el Colón, el Cervantes o nuestro Coliseo Podestá, por ejemplo, están acompañando las medidas dispuestas por el gobierno nacional, compartiendo contenidos virtuales para que la gente se siga quedando en su casa. Pero salas medianas y más chicas, que tienen compromisos que cumplir, están apelando a un sistema de “gorra virtual” a través de la cual los usuarios devenidos en espectadores donan una contribución voluntaria por poder ver/asistir a las obras que se ofrecen por internet, por tiempo limitado.

Autoridades locales aseguraron que analizan diversas medidas paliativas para el sector

Toda crisis es una oportunidad, dicen algunos. Y otros dicen que en toda crisis se multiplica la creatividad y, también, la solidaridad. En la Ciudad de Buenos Aires, por caso, algunos teatros rechazan la modalidad de teatro on line y están practicando un novedoso sistema: Sebastián Blutrach, director del Picadero, ideó la venta de entradas anticipadas a un costo de 500 pesos, destinados a un fondo que le permita pagar los sueldos de su personal estable, que supera las 30 personas. El empresario dijo tener esperanzas de que, en el mejor de los casos, en septiembre puedan reiniciarse las actividades escénicas en el país, y ahí, los usuarios, podrán canjear sus pases teatrales.

En La Plata, algunos artistas se vuelcan a las redes sociales a compartir contenidos como aportes personales frente a la pandemia para llevar entretenimiento y, más literal que nunca, “por amor al arte”. Otros grupos de teatro independiente comparten enlaces para ver sus obras en la web, como la premiada “2072”, de Mariana Ozafrain. Espacios y centros culturales, como C’est la vie, por ejemplo, por donde el teatro también circula, hasta han ideado rifas apelando a la solidaridad de los espectadores a quienes seducen con un gran premio: boletos dorados para entrar, sin cargo, y de por vida, a todas las actividades que se programen. Y actores, bailarines y músicos ofrecen sus conocimientos en grupos de Facebook, el gigante social que, por estos días, se ha convertido en una gran bolsa de trabajo.

“Los espacios estamos planeando alguna alternativa virtual, sin tener experiencia en cómo funcionará”, se sincera Palumbo, que prueba suerte en Instagram y YouTube siempre, claro, gracias a la “participación voluntaria del elenco de El Altillo”.

Para el teatrista, el objetivo de esta iniciativa es momentánea y tiene un solo fin: “mantener en el ambiente teatral de la ciudad la idea de que el teatro no muere”. Porque está convencido de que “si superamos la circunstancia del nacimiento de la radio, la aparición del cine y la televisión, también pasaremos esto”.

Para el dramaturgo y director, “el teatro es una experiencia viva, presencial, cuerpo a cuerpo y aquellas personas que alguna vez tuvieron la experiencia de participar de este hecho, es imposible que lo puedan borrar de su subjetividad”.

Ojalá esto pase pronto y, cuanto antes, el teatro, su gente, vuelva a entonar su “damos sala”.

Fuente: Diario El Dia de La Plata

miércoles, 1 de abril de 2020

Gastón Marioni "...uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida..."

 

Mano a mano con Gastón Marioni

Por Gerónimo Sergnese

Ph. Roberto Borda

Pareciera que esa célebre frase de Chavela Vargas estuviese moldeada como una bota a medida, una réplica que calza adecuadamente en los pies de la vida de Gastón Marioni, un tipo acreditado a la hora del teatro fidedigno. Esos pies dudosamente no lleven encostraduras, porque son pies que han caminado, porque querían saber más, pies contentos como las simples cosas, que no pueden dejar de deslizarse inexorablemente hacia delante…

-¿Qué significa para vos ser el Director de este teatro icónico y con tanta historia? Pero antes, ¿Cómo es que comenzaste a hacer teatro y a vincularte con el mundo de las artes escénicas? Pregunta doble.

(GM)- Está bien, lo que pasa es que las dos preguntas están necesaria y biográficamente vinculadas. A mis nueve años nos dicen que el colegio nos va a llevar a ver una obra de teatro, era la primera obra de teatro que yo iba a ver en mi vida. ¿Y casualmente a dónde me traen? A este lugar (sonríe). Así que el Coliseo Podestá fue no solo el lugar en donde vi la primer obra, sino el primer teatro que conocí (en términos de lo que teatro –paredes, estructura e imaginario- refiere). La anécdota e imagen recurrente es que, cuando termina la obra, yo quedé enmudecido y aquietado. La maestra se acerca y me pregunta “¿Gastón, qué te pasa?”. Yo dije “no sé”. Cuando nos estamos yendo yo le pregunto por qué nosotros no podíamos ver lo que había pasado atrás del telón. Esta mujer (a quien le debo mucho) logra, a través de los empleados del lugar, llevarme por la herradura del Teatro para ver a través del telón, mientras los compañeros subían al bondi para regresar a la escuela. Recuerdo que no podía dejar de mirar. Años más tarde comprendí que ese “no sé” fue el único recurso lingüístico que tenía a los nueve años, porque debería haber dicho “me siento conmovido, corrido de lugar”. Pasan un par de años, y a los quince planteo en mi casa que tenía ganas de estudiar teatro. ¿Y a dónde llego nuevamente? Al Coliseo Podestá, porque había un taller de creación que daba Mercedes Montagnaro, a quien siempre recuerdo mucho. Recuerdo que mi primer clase de teatro fue en este escenario (ríe). Termino el secundario y entro a la ESCUELA NACIONAL DE ARTE DRAMÁTICO. Allí hago la carrera de Dramaturgia (porque me gustaba mucho escribir) y hago también pedagogía teatral y en paralelo rindo el examen de admisión (porque me gustaba bailar) para el Taller de Danza Contemporánea del Teatro San Martín. Así que dejé de venir al Coliseo… pasaron 20 años (mira el techo). La tercera vez que ingreso acá es a sentarme en la silla de la Dirección del Teatro. Para mí es bastante maravilloso. Cómo la vida sorprende a veces, esto del círculo que se completa… Hoy siento una responsabilidad doble. La primera es una gran responsabilidad ética y moral que siento como sujeto afectivo, que desde el primer día sentí que yo necesitaba devolverle al teatro lo mucho que a mí me ha dado. Yo pienso que es por el Coliseo, en gran parte, que soy quien soy. No hago otra cosa más que escribir, dirigir y enseñar teatro. Y en segundo lugar una enorme responsabilidad civil porque soy un ciudadano a quien le dan un espacio público el cual debe responder social, cultural, económica y políticamente. Siento esa doble responsabilidad. 
 
-¿Cómo ves al teatro rioplatense hoy? ¿Creés que hay una continuidad con ese teatro que gestaron los Podestá allá por 1887, o  creés que se perdió un poco ese espíritu rebelde del Juan Moreira y el Circo Criollo?

(GM)- El teatro rioplatense es una poética en términos teatrales. Yo creo que hoy la poética de los Podestá no existe más. Sin embargo, su memoria, sus remanencias, siguen presentes en un montón de formatos. El “teatro rioplatense” como lo que fue, ya forma parte de nuestro imaginario cultural,  y por tal considero que necesita su respeto, su memoria y su cuidado. Es nuestro ADN que deberíamos revisarlo cada tanto, así como pensamos a nuestros abuelos o bisabuelos que bajaron de los barcos, también ese teatro de los Podestá nos invita a repensar de dónde venimos. Entonces (y porque a mí me compete) ¿cuál es la función de un teatro oficial? ¿Europeizamos el contenido y ya? ¿O también honramos la memoria del lugar de donde venimos? Creo que eso en mi gestión acá en el Coliseo está a la vista: Moreira, María Elena Walsh, Horacio Quiroga, etc. Yo lo que propuse fue hacer un recorrido por el Río de La Plata. Rescatar los aromas, sabores y folklores de nuestra idiosincrasia como Latinoamericanos que somos. Este año se hace aquí el estreno mundial de “Mi Planta de Naranja Lima”. El Teatro Coliseo Podestá nació en sus orígenes con la voluntad de un hombre que quiso hacer un Teatro para el pueblo. Intento rescatar en estos últimos años ese sentido popular que este señor ha querido. En los últimos 20 años veníamos al Coliseo a ver las obras que venían de Buenos Aires. Era la Calle Corrientes pero en la Ciudad de La Plata. 

-¿Está mal? 

(GM)- De ninguna manera. Lo que yo digo es: el Coliseo es mucho más que eso. En principio, incluir al teatro independiente dentro de una sala oficial, en segundo lugar, pensar que este teatro también puede producir productos culturales teatrales. En tercer lugar, también que este teatro pueda formar artistas y formadores. 

 -¿Cómo encontraste al Teatro al iniciar tu gestión? ¿Cuáles son los desafíos hoy, luego de 4 años de gestión?

 (GM)- Yo al teatro lo encontré desaprovechado. Es un teatro que supo ser una sala de teatro comercial, pero estatal. No es una novedad. Estaba desaprovechado por las potencialidades que podía tener. Lo que digo está a la vista y “nada más elocuente que la acción” (como dice Shakespeare). Estos primeros cuatro años que me anteceden demuestran lo que digo. 

-Sos el Director y padre del “TEATRO ESTUDIO”. Contanos qué es y qué proyectos hay para este 2020.

(GM)- Teatro Estudio es un sueño cumplido de tener un teatro propio. Nació siendo un estudio-teatro y hoy es un Teatro Estudio fifty-fifty. Es importante la escuela, pero igual de importante es el Teatro porque hoy es una sala de referencia en La Plata. La gente va a Teatro Estudio como un plan de salida. Hoy (y desde el año pasado) la idea es realizar producciones propias del Teatro Estudio (como “Orquesta de Señoritas”). Fue un trabajo de hormiga. La escuela creció y hoy tiene más de 470 alumnos por año en sus talleres para adultos, jóvenes y niños. El pasado 2 de marzo Teatro Estudio cumplió 17 años de vida.

PING PONG PASAJERO
 
-Obra preferida: “TERRENAL”, de Mauricio Kartún.

-Obra que te gustaría traer al Coliseo: “La Vis Cómica”, de Mauricio Kartún.

-Cábala ó ritual para las funciones de tus obras: llegar antes que nadie al teatro.

-Actor/actriz preferida: Actriz Mercedes Morán. Actor Juan Leyrado.

-¿Tragedia o Comedia?: Tragicomedia, ja!

-Actor/actriz extranjera: Kenneth Branagh

-¿Qué te da miedo que pase en tus obras?: ¡que el público y los actores no disfruten!

-Sueño teatral: que el Teatro Coliseo Podestá sea un teatro de producción.

Fuente: El Pasajero Marzo-Abril 2020 / Año 24 - Nº116

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