El primer teatro que tuvo la ciudad fue el “Apolo”, en virtud de los esfuerzos del Sr. Pablo Cousandier. En 54 N°482 entre 4 y 5, el 14 de marzo de 1885 se inaugura con la puesta en escena de "Il Trovattore"
Roberto G. Abrodos
El 27 de agosto de 1886 era recibida en la estación de ferrocarril Sara Bernhardt, una multitud se agolpó para ver a la actriz de teatro y cine francesa. El gobernador le envió su carruaje particular en el que se trasladó al teatro Apolo, regresando al concluir su segunda función a la Capital Federal en tren expreso.
Finalmente se hacía realidad el sueño largamente acariciado de contar con un gran teatro en la nueva capital, el arquitecto, Leopoldo Rocchi había realizado una obra majestuosa de estilo renacentista italiano. Esta nueva joya pasa a ser "el primer teatro lírico de América". Es así que en aquella primera noche de su inauguración el 19 de noviembre de 1890, los platenses con sus mejores atavíos, levitas y galeras descendían de la interminable fila de carruajes que en doble fila se alinean en la calle 53, la fila de los landós y las victorias llegan hasta más allá de la calle 11.
Se han hecho presente autoridades provinciales, representantes del gobierno nacional y de las fuerzas armadas. Las tres puertas están abiertas de par en par y de la del centro parte una alfombra roja con arabescos azules que salen desde el descanso de la escalera principal. Se agolpan cientos de curiosos que aguardan la entrada de los personajes de la época. En el interior la gente no puede disimular su emoción ante la proyección de este acontecimiento memorable.
Luego de la ejecución del Himno Nacional, se levantó el telón por primera vez en el Teatro Argentino; siendo las 22hs aproximadamente una orquesta compuesta por sesenta profesionales que respondían a la dirección del maestro Ricardo Furlotti y el coro estuvo a cargo de Antonio Casani.
“El gobierno ha concedido en propiedad a los Señores Jordan y Coussandier, un cuarto de manzana en la sección 4ta., que forma esquina a las calles 47 y 10 para la construcción de un Politeama. El modelo adoptado para esta construcción es el de los Politeamas de Lisboa y Madrid, reputados como los mejores que actualmente existen.
El diámetro de la sala será de 30 metros, y la pista de 13.33 metros, alrededor de esta obra tres hileras de butacas descansando sobre la delantera de los palcos bajos, que serán completamente independientes y separados por un corredor de seis gradas, que para entrada general se construirán a posada sobre el muro de circunvalación de la sala. Sobre estos palcos y estas gradas habrá dos pisos altos, siendo el primero destinado exclusivamente a palcos cómodos y espaciosos y el segundo a cazuela. Cuando el local se utilice para teatro, en el lugar de la pista se colocarán hasta 500 butacas, desapareciendo en tal caso las tres hileras que se afirman sobre los palcos bajos cuando se utilice para circo ecuestre. El Politeama tendrá capacidad para 2000 espectadores cómodamente sentados.
El denominado Politeama Olimpo se inauguraba el 19 de noviembre de 1886 que luego se llamaría Coliseo Podestá, que a pesar de contar con luz eléctrica, se reforzó con 24 brazos de lámparas a querosene. Su telón fue pintado por el artista argentino Bouchet con la ópera de Rossini, “El barbero de Sevilla” por el tenor Roberto Stagno y Gemma Bellincioni. Al año siguiente es adquirido por Juan José Podestá (Pepe Podestá) quien lo convierte en sede de las representaciones de su compañía pionera del teatro rioplatense.
Fuente: EL DIA - www.laplatamagica.com.ar
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