Pese a las movidas vecinales y a las promesas
oficiales, avanza el deterioro
EL DETERIORO AVANZA EN EL TEATRO DE DIAGONAL 74 ENTRE 3 Y 4 |
Tres años después de su ingreso en el mercado inmobiliario, y cuatro de la muerte de quien le diera nueva vida a inicios de los años ‘90, el histórico Teatro Princesa sigue languideciendo a pesar de las movidas vecinales en procura de devolverle parte de su esplendor y las promesas oficiales de impulsar su reactivación.
Sin oferentes que quieran hacerse cargo de desembolsar la abultada suma en que está valuado el centenario inmueble de diagonal 74 entre 3 y 4 que albergó sucesivamente una mutual italiana pionera, un cine popular, un astillero y un espacio cultural experimental, su estructura monumental se sigue deteriorando.
“Lo seguimos usando como espacio de ensayo, presentamos obras de teatro en los meses mas ‘amigables’ desde el punto de vista del clima, y proyectamos cortos y películas” explica la autora y directora teatral Beatriz Catani, quien mantiene viva la llama artística en el interior del gigante masónico erigido en 1889.
Catani fue pareja del dramaturgo platense Francisco Mario García Alvarez, “Quico”, quien desembarcó en el entonces abandonado Princesa en los tempranos ’90 y frenó su decadencia con el impulso creativo de un grupo de colegas que bautizó “La Hermandad”.
Días atrás, precisamente, la proyección de “Maluco”, obra emblemática de García, lo homenajeó a cuatro años de su muerte. “Seguimos haciendo todo a pulmón, es un esfuerzo grande”, admite Catani: “de los proyectos de salvataje oficial, no avanzó nada, y las movidas y expresiones de apoyo no se tradujeron hasta ahora en nada concreto”.
Catalogado con grado de “protección estructural” por el área de Planeamiento de la Comuna, el edificio enclavado en un lote de 1.300 metros cuadrados, con accesos por la diagonal 74 -a la altura del número 817- y por calle 4, puede ser vendido pero no demolido, y cada intervención a la que se lo someta debe ser estudiada y autorizada o denegada expresamente por el municipio.
En ese sentido, a fines de 2004 los concejales platenses sancionaron una ordenanza declarando el teatro “de interés histórico” por su “valor testimonial”.
La norma prevé que “toda intervención a realizar en el edificio, cualquiera sea su magnitud y/o destino, deberá ser evaluada previamente por la Comisión del Sitio” y atenerse a “conservar sus características y preservación, así como tender a la puesta en valor de sus particularidades arquitectónicas”.
VENTA Y reacciones
En mayo de 2013, la colocación de un cartel ofreciendo la propiedad como lote para edificar generó revuelo en las redes sociales, y diferentes protagonistas de la cultura y la política local propusieron instancia de salvataje. En la Legislatura bonaerense incluso se barajó un proyecto de expropiación y entrega al municipio, que nunca llegó a ser tratado en el recinto de sesiones.
El teatro Princesa nació como sede de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos “Unione e Fratellanza”, primera entidad que nucleó a inmigrantes peninsulares en nuestra ciudad. Se fundó el 3 de junio de 1883, pero la construcción de su ambiciosa casa -una mole neoclásica cuyo vestíbulo estaba ornamentado con esculturas barrocas de ángeles y princesas- demoró seis años más.
Su fachada es una especie de Partenón con columnas corintias flanqueado por sendas balaustradas “ciegas”; su herrería, sus alturas y proporciones, sus escaleras de madera y cielorrasos con molduras esmaltadas, su simbología masónica, lo convierten en un espacio único en la Ciudad.
Son 127 los años que tiene el Princesa, levantado en 1889. Fue sucesivamente club social, teatro, cine, astillero y espacio teatral experimental. Su futuro sigue siendo un misterio
Fuente: EL DIA
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