El coliseo platense anunció la primera función del calendario 2014, que empieza con un concierto de impronta jazzera al mejor estilo de los musicales de Broadway
El Teatro Argentino de nuestra ciudad arranca el 2014 con un concierto de verano, íntegramente dedicado a la interpretación de obras del célebre compositor norteamericano George Gershwin, con mucho jazz y al mejor estilo Broadway.
Dirigida por su titular, Carlos Vieu, la Orquesta Estable del coliseo platense ofrecerá tres de las principales creaciones del inolvidable autor de la Rhapsody in Blue: el “Concierto para Piano en Fa Mayor” (con la actuación como solista del pianista Víctor Rodríguez), la “Obertura Cubana” y “Un Americano en París”. La función será el próximo domingo 2 de marzo de 2014, a las 18.30, en la Sala Alberto Ginastera.
Un compositor hollywoodense George Gerwshing (1898-1937) es el más emblemático de los compositores estadounidenses. La incorporación de motivos provenientes de la música popular, sobre todo del jazz, fue uno de los rasgos más característicos de su estilo. Gerwshing adquirió temprana fama como autor de musicales para Broadway, pero ambicionaba convertirse en compositor de piezas de concierto. La consagración en ese sentido le llegó en 1924, con el estreno de su “Rhapsody in Blue”.Otro gran hito dentro de su trayectoria lo marcó la ópera “Porgy and Bess”, en 1935, mientras que en la última fase de su carrera se dedicó principalmente a escribir música para películas de Hollywood.
Dos anécdotas suelen contarse a menudo sobre Gershwin. Acomplejado por considerarse falto de una adecuada formación académica, quiso recibir las enseñanzas de los grandes maestros europeos. Se lo solicitó primero al gran Igor Stravinsky, quien al parecer le preguntó: “¿Cuánto dinero ganó usted el año pasado?”. “Doscientos mil dólares”, fue la respuesta de Gershwin, a lo que el compositor ruso habría retrucado: “Entonces soy yo el que tiene que tomar clases con usted”.
También Maurice Ravel se habría negado, al sostener que “usted perdería su extraordinaria espontaneidad melódica para pasar a componer en un mal estilo raveliano. ¿Y qué sentido tendría que se convirtiera en un Ravel de segunda pudiendo ser un Gershwin de primera?”.
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