Equipo creativo. Arriba: Alejandro Paker y Federico Mizrahi. Abajo (izq. a der.): Karina K, Daniel Suárez Marzal y Víctor Laplace
Se estrena Pepino el 88
Víctor Laplace interpreta a Pepe Podestá y sus personajes, en este musical dirigido por Daniel Suárez Marzal, sobre los comienzos del teatro argentino
Viernes 13 de junio de 2008 | Publicado en edición impresa
En el principio fue el circo. Cuando la familia Podestá mezcló las acrobacias, los payasos, la música y la palabra, nació el teatro argentino. Pepino el 88 y Juan Moreira, ambos interpretados por Pepe Podestá, fueron parte de una combinación audaz que dio origen a algo nuevo (ver aparte).
Muchísimos años más tarde, Víctor Laplace y Daniel Suárez Marzal decidieron evocar esos comienzos con otra combinación, esta vez, de historia del teatro y comedia musical, con Pepino el 88 , que se estrena hoy, en el Alvear. "Con Víctor llevamos veinte años y diez espectáculos juntos. Venimos hablando desde hace mucho de los Podestá y de Pepino el 88, como algo que nos interesaba a los dos. Si bien hay mucha literatura sobre el tema, nuestra misma gente de teatro ignora mucho sobre eso", explica Suárez Marzal.
Pepino el 88 no nació como un musical, sino como un unipersonal. Suárez Marzal, director de la obra y Laplace, que interpreta a Pepe Podestá y sus personajes Pepino el 88 y Juan Moreira, convocaron después a Federico Mizrahi, otro artista con quien acostumbran trabajar, para agregar música al espectáculo. Pero el año pasado, el director del Complejo Teatral de Buenos Aires, Kive Staiff, les sugirió que lo convirtieran en un musical. Más tarde, se sumaron al proyecto Karina K, quien interpreta a Rosita de la Plata y Alejandro Paker, que compone al clown inglés Frank Brown. La escenografía quedó a cargo de Jorge Ferrari y el vestuario es de Renata Schussheim. La coreografía es de Alejandro Cervera y completan el elenco Antonio Ugo, Coni Marino, Luis Longhi, Francisco Pesqueira, Alejandro Melidoni, Maximiliano Accavallo, Walter Velázquez, Rodrigo Pedreira, Mónica D Agostino, Lucila González, Rosina Fraschina, Federico Howard, Lucas Gaillardou y Javier Davis.
Tanto el director como el actor, destacan que se trata de un musical realmente argentino porque habla sobre las raíces de la cultura nacional. "Lo que tiene de fantástico el musical es esta idea de que el actor, cuando ya no puede más con la palabra, ni con el baile, canta. Es el basamento fundamental del musical. Es un musical argentino y, tanto es así, que se baila el gato y el pericón", cuenta Laplace.
A pesar de que la obra mezcla investigación histórica con ficción, Suárez Marzal señala que no quisieron ser didácticos. "Fuimos muy prolijos a la hora de investigar y menos prolijos a la hora de crear", dice el director.
Mantener el equilibrio entre lo histórico y el vuelo creativo fue también lo que tuvo en mente Mizrahi al crear la música para la obra. "Agregué algo de candombe, que es música rioplatense, pero todo lo que tenía que ver con la música del terruño lo resolví con milongas y melodías de ese estilo. Hay otras cosas que son más circenses, que tienen una influencia de Nino Rota y Federico Fellini", comenta el músico, quien explica que la música incidental la compuso en el teatro viendo la obra e improvisando con el piano.
Los integrantes del triángulo amoroso que es el eje de la trama son parte de la historia del teatro argentino y los actores que los encarnan tuvieron que enfrentar el desafío de interpretar a a estos personajes. "El personaje me tocó algo del corazón y me sentí identificada", dice Karina K sobre Rosita de la Plata, una famosa artista circense que trabajó con Podestá. La actriz explicó que tanto Paker como ella hicieron un trabajo de investigación de la época. "Me encantó meterme en este mundo del circo, tan lejano a mí -comenta Paker-. Nosotros lo vemos románticamente, pero esta gente realmente vivía en este mundo en el que había cotidianamente situaciones de vida o muerte y si no trabajaban no comían."
Laplace, por su parte, tuvo la tarea de componer a una figura tan emblemática como Podestá. "Creo que el trabajo no se hace demasiado complejo porque uno investiga, lee, analiza, mira fotos. Después, me parece que uno le pone el corazón. También hubo mucho trabajo práctico para acercarme a la época, lograr cierta forma de pararme y cierta forma de decir." Con respecto a las palabras, Suárez Marzal explica que el texto de la obra está en verso porque "esta gente hablaba en verso". Otra vez la combinación: lo nuevo y lo antiguo, el verso y la música, para crear algo nuevo.
Por María Fernanda Mugica
De la Redacción de LA NACION
Para agendar
Pepino el 88, musical dirigido por Daniel Suárez Marzal.
Presidente Alvear, Corrientes 1659. De miércoles a sábados, a las 21, y los domingos, a las 19.30. Localidades desde 10 pesos
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1020976-un-musical-bien-argentino
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