sábado, 14 de junio de 1997

La Plata espera la ópera

Comenzaron las obras para terminar el Teatro Argentino

Sábado 14 de junio de 1997 | Publicado en edición impresa

Parece que esta vez va en serio. El tantas veces postergado proyecto del Teatro Argentino de La Plata ingresó en su etapa de culminación. Según es el deseo de las autoridades de la provincia de Buenos Aires, La Plata tendrá nuevamente en funcionamiento su sala lírica en noviembre del año próximo. Habrán pasado 18 años del comienzo de la obra y 21 del incendio que terminó con el viejo teatro, ubicado en la misma manzana en la que hoy se erige el nuevo edificio.

Para concretarlo, se asignaron 80 millones de dólares, los que según el gobernador de la provincia, Eduardo Duhalde, fueron enviados a la Subsecretaría de Cultura. En la actualidad, se trabaja en la instalación de los conductos de ventilación y la finalización de la sala, mientras que resta licitar la construcción e instalación de la maquinaria de escena y los equipos luminotécnicos.

Visto desde afuera, el aspecto de la monumental mole de hormigón no parece haber cambiado mucho con respecto a los últimos 10 años. Sólo los grandes ventanales de los pisos superiores, instalados hace un par de años, son la señal exterior de la reanudación de la obra.

Pero una vez adentro, el aspecto cambia. En los enormes espacios de la sala y el escenario (el uso del hormigón permite crear grandes superficies sin necesidad de apelar a las columnas) se ven algunas cuadrillas encargadas de la instalación de los conductos de ventilación y electricidad.

Pero lo que más impacta es la inmensa estructura tubular instalada en la futura platea. Sobre el entramado se apoya una base de tablones de madera que les permite a los obreros trabajar en la finalización del cielo raso.

No se los puede ver desde abajo, pero el estruendoso sonido de sus martillazos rebota en las paredes de hormigón desnudas y se prolongan por varios segundos, como si se tratase de una catedral. Esta excesiva reverberación se disminuirá drásticamente cuando se instalen los revestimientos en madera. Junto con las alfombras, las cortinas y las sillas de pana, lo reducirán a un segundo y medio, un promedio entre el que tienen el Colón y la Scala de Milán.

La vigencia de una idea

El arquitecto y docente universitario Tomás García está involucrado con el proyecto desde su génesis. Después de haber pasado por gobiernos militares y democráticos, de radicales y peronistas y haber iniciado y detenido las tareas más de una vez, no pierde la pasión por la construcción del nuevo Centro de las Artes y Espectáculos de La Plata.

Con orgullo, sostiene que el proyecto original no perdió su vigencia, tanto en su concepción arquitectónica en función de la ciudad como en su aspecto acústico. Por el contrario, lo que mejoró con el paso del tiempo fue la posibilidad de hacer mejores y más efectivas pruebas de las condiciones sonoras a través de computadoras. Es que en materia de acústica de salas nada se deja librado al azar, desde comprobar los coeficientes de absorción de los materiales utilizados hasta realizar ensayos con modelos en escala de la sala, para garantizar que no existan "sombras acústicas" en ninguna butaca.

La sala lírica platense, que tendrá capacidad para 2200 espectadores, poseerá con respecto al Colón muchas ventajas técnicas. Un sistema de escenarios móviles dispuestos en forma de T permitirá contar con hasta tres escenografías montadas en forma simultánea y que hasta 15 minutos antes de una función se pueda ensayar en un cuarto tablado. La ubicación de las parrillas de luces también fue planificada desde el comienzo, por lo que los futuros iluminadores podrán contar con los mejores planos para desarrollar su tarea. Como recuerda Luis Verdi, subsecretario de Cultura de la provincia de Buenos Aires, "el Argentino de La Plata y el Colón son los dos únicos teatros integrales del país". La posibilidad de montar una ópera con sus propios cuerpos estables, que el Argentino lleva adelante desdesde hace tiempo, pero ahora sí con un lugar adecuado, hace soñar a muchos con que el teatro platense se convierta en una sala alternativa al Colón. El subsecretario no quiere adelantar nombres, pero ya están pensando en contratar a figuras rutilantes de la lírica mundial para la inauguración. "La apuesta es lograr una repercusión internacional tal que el Teatro Argentino sea una segunda opción para los artistas que lleguen desde el exterior", dice Verdi, quien quisiera poder aprovechar la nueva sala también para ofrecer conciertos con artistas que no provengan de la lírica, "como Liza Minnelli o Barbra Streisand".

Las obras están en marcha nuevamente, pero según afirma Verdi no responden a una motivación electoral, "porque esta obra tiene una dinámica previa y lapsos que exceden esos tiempos. Las maquinarias del escenario vienen del exterior y todo llevará 12 meses de ejecución. Este tipo de emprendimiento es de tal complejidad que no se puede hacer a las apuradas".

Si los plazos se cumplen, La Plata tendrá para la primavera del 98 una sala que, por sus características, será un intermedio entre la Scala de Milán y el Teatro Colón, de Buenos Aires. Y que además de incorporar las últimas tecnologías en materia de espectáculos, contará con otras dos salas, una para teatro de prosa con capacidad para 75 personas y un microcine para 300.

Martín Liut
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=70892

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