Domingo 12 de enero de 1997, Buenos Aires, República Argentina
AUNQUE LOS PRODUCTORES AMENAZAN CON IRSE A CHILE POR PROBLEMAS CON LOS COMERCIANTES
Ya están limpiando el frente de la estación, que se transformará en una terminal de trenes austríaca del 40. El Ejército prestará un tanque Sherman, similar a los de la Segunda Guerra Mundial.
(La Plata. Corresponsal).- La recesión económica no perdona al arte: los comerciantes platenses de la avenida 1, frente a la estación del ferrocarril, insisten con el pedido de indemnización a los responsables de la película Siete Años en el Tíbet -protagonizada por Brad Pitt- para transformar la zona en una terminal de trenes austríaca de la década del 40. El 20 de enero, el tránsito de la avenida será cortado y los propietarios deberían tapar los carteles de publicidad de los edificios para la transformación de la cuadra en una postal de Austria, en plena guerra mundial. Pero en épocas de bolsillos flacos, los comerciantes no hablan de vocación artística. Con la calculadora en la mano solicitan indemnizaciones de entre 300 y 30.000 pesos. El pedido es por el supuesto recorte de ventas en los tres días de filmación y el "lavado de cara" de restaurantes, tiendas y mueblerías de la zona.
Camino al Oscar
En diez días, Heinrich Harrer -el alpinista austríaco que interpreta Pitt- debería pasar sobre las veredas de la pequeña comarca platense. Allí donde José Marrone (en La Querencia) hizo sus primeras morisquetas y por donde caminó Carlos Gardel antes de visitar el Hipódromo.
Según el guión cinematográfico, Heinrich Harrer llega en automóvil a la estación del ferrocarril e ingresa a un negocio, en este caso al local de ropa deportiva ubicado en 1 y 43. La producción tiene previsto un paneo de cámaras por la estación, pero si aparecen vidrieras con zapatillas o letreros con avisos, la película se alejaría un poco del rigor histórico. El cambio tiene un precio. Y eso discutirán mañana los colaboradores de Brad Pitt (que ya amenazaron con trasladar la filmación a Chile) con los comerciantes.
Si llegan a un acuerdo, el 20 de enero Harrer subirá al tren para el viaje imaginario al Himalaya. Hasta entonces, los técnicos terminarán los trabajos en el interior de la estación: las columnas de alumbrado ya fueron pintadas de verde oscuro, también las rejas que separan los andenes, y se armaron decorados de madera.
Los regimientos de Arana y City Bell proveerán, entre otros elementos, un transporte militar de 1950. El Ejército argentino también comprometió el traslado de un tanque alemán Sherman, similar a los de la Segunda Guerra Mundial.
Pitt llegará el 19 de enero a La Plata. Hasta entonces, continuará la filmación en Mendoza. En un paraje de Uspallata se hizo el montaje de la ciudad de Lhasa, inmaginada en lo alto del Tíbet.
En una semana, una formación de doce vagones y una máquina a vapor adaptada a la época saldrá desde la localidad bonaerense de Pablo Podestá. El ingreso a la estación con ornamentos y el despliegue teatral de la cultura hitleriana (largas banderas rojas y negras colgando de las viejas mamparas) sería el 18 de enero.
Ana Aizemberg, la productora argentina que participa del proyecto, aseguró que el sonido de la pizarra y el tradicional "luz, cámara, acción" -a cargo del director Jean Jacques Arnaud- se escuchará a tiempo. Si esto no ocurre, Brad Pitt perderá el último tren de La Plata al Himalaya.
RODOLFO LARA
Fuente: http://edant.clarin.com/diario/1997/01/12/c-00301d.htm
No hay comentarios.:
Publicar un comentario