El Teatro del Lago de la ciudad de La Plata permanece cerrado desde 2013; vecinos y activistas reclaman la recuperación del edificio, uno de los coliseos más importantes del país
Pablo Morosi
LA NACION
Deterioro y estado de abandono en uno de los coliseos al aire libre más importantes del país Ignacio Amiconi |
LA PLATA.– En medio del amplio espacio desierto donde unas 2100 butacas de madera resisten el deterioro, enmarcadas por una imponente pérgola semicircular que las abraza formando galerías, lo único que se oye son los chillidos de las aves que revolotean entre los árboles. En el Anfiteatro Martín Fierro, uno de los más importantes coliseos al aire libre del país, situado en un islote sobre el lago artificial del Paseo del Bosque platense, al silencio reinante solo se sobrepone una profunda sensación de abandono.
Envuelto en una ardua disputa política y jurisdiccional, el anfiteatro lleva más de una década cerrado. La últimas actividades culturales realizadas en el lugar fueron llevadas adelante en el portal de acceso, hoy tapiado con chapas, por artistas vecinos organizados que pugnan por la recuperación del espacio.
El actual gobierno municipal, a cargo de Julio Alak (Unión por la Patria), se comprometió a reabrirlo e incluso nombró un director y firmó un convenio con la Provincia de Buenos Aires para concretarlo. Sin embargo, ante el paso del tiempo y la ausencia de toda actividad, crecen dudas en los grupos movilizados que hasta temen al fantasma de una demolición. Desde la Intendencia desestimaron esa posibilidad, al tiempo que aseguraron que solo en cuestión de días habrá novedades sobre la puesta en valor.
Durante las mañanas, el silencio se quiebra con los acordes vibrantes de alguna marcha militar, acometidos por los miembros de la Agrupación Sinfónica Banda de Música de la Policía bonaerense, que ensaya a metros de la sala al aire libre, aunque sin público. La última vez que un artista subió al escenario del anfiteatro para brindar una función fue en 2013, durante un festival de folclore organizado por la gobernación bonaerense, entonces conducido por Daniel Scioli.
Al año siguiente, el teatro fue noticia por una tragedia en la que perdió la vida un operario identificado como Julio César Carballo, quien se cayó del techo mientras intentaba desprender una gruesa rama que crecía entre las fisuras.
El Anfiteatro Martín Fierro está situado en un islote sobre el lago artificial del Paseo del Bosque platense - Ignacio Amiconi |
Cuando en 2019 Axel Kicillof (Frente de Todos) asumió al frente de la Provincia y La Plata era gobernada por Julio Garro (Cambiemos), a la falta de decisión política para reactivar el teatro exhibida por sucesivos gobiernos se sumó una durísima pelea por su titularidad, que derivó en un litigio judicial tras un fallido intento de las autoridades bonaerenses de tomar posesión de las instalaciones, algo que fue resistido desde la comuna.
El mundo estaba en plena pandemia y en el país regían las restricciones del aislamiento preventivo obligatorio cuando la gobernación inició la causa caratulada “Fisco de la Provincia de Buenos Aires contra Municipalidad de La Plata sobre Desalojo”. Cada parte presentó sus argumentos ante el Juzgado Civil y Comercial Nº 19 de La Plata, desde donde se dispuso una medida cautelar de “no innovar” con fecha 8 de abril de 2021. La disposición ordenó a la municipalidad la inmediata suspensión de toda obra y/o modificaciones que estuvieran en marcha en el inmueble, así como la liberación de las estructuras que se hubiesen instalado a tales efectos.
Así la Justicia contribuyó al intríngulis planteado entre las partes ya que, sin definir la cuestión de fondo, impedía al municipio seguir con las obras para poder reabrirlo. Con el juzgado posteriormente vacante, la vía judicial va para largo.
Esta semana, el concejal Juan Manuel Martínez Garmendia, que preside el bloque PRO, presentó un proyecto de declaración en el Concejo Deliberante local en el que expresó su profunda preocupación por la paralización ordenada por la Justicia del plan de obras que llevaba adelante la gestión anterior.
Cambio de mando
En diciembre de 2023, el peronismo de la mano de Julio César Alak derrotó a Garro en las urnas y retornó al control de la administración municipal después de ocho años. En la campaña electoral, Alak había adelantado su intención de poner en valor y reinaugurar el popularmente llamado Teatro del Lago.
En junio último, Alak y Kicillof anunciaron la firma de un convenio de cooperación para avanzar con la recuperación del valor patrimonial del anfiteatro, así como el desarrollo de un proyecto cultural para la sala. El plan fue ratificado en agosto mediante un decreto (N°1250/2024) en el que se certificó que el teatro “se encuentra en desuso, en total estado de abandono, desvalorizándose día a día su valor cultural, patrimonial e histórico con el que fue creado”. Así continúa aún hoy.
Previo al primer anuncio, el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires (Ipcba), conducido por Florencia Saintout, dio vida, mediante el decreto N° 738/2024, a la Agencia Ejecutiva y Artística del Teatro Martín Fierro y designó como director de la misma a Tristán Bauer, exministro de Cultura durante la presidencia de Alberto Fernández. Su nombramiento generó un conato de polémica en el Concejo Deliberante, pero pronto volvió a la calma natural de ese cuerpo.
En medio del amplio espacio desierto, unas 2100 butacas de madera resisten el deterioro - Ignacio Amiconi |
Unos días más tarde, el senador de PRO Marcelo Leguizamón presentó en la Legislatura provincial un proyecto para declarar patrimonio y sujeto a protección al emblemático espacio. Leguizamón, que integró el gabinete de Garro –aunque la idea de proteger el teatro no se le ocurrió entonces–, informó que su iniciativa descansa en la Comisión de Educación y Cultura, donde nunca fue tratada.
Preparan licitación
Desde el área de prensa del Instituto Cultural afirmaron a LA NACION que “desde abril 2024, un equipo interdisciplinario se encuentra trabajando en la puesta en valor y reconstrucción del Anfiteatro Martín Fierro junto al Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, en un proyecto de recuperación integral, para poder contar con un espacio con equipamiento escenotécnico de punta”. En estos momentos, agregaron, se están ultimando detalles de la confección del pliego de licitación y la misma estará en los próximos días a la firma del ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis.
Mientras tanto, se informó, se hicieron trabajos de desmalezamiento, mantenimiento y limpieza del espacio. “Esta puesta en valor permitirá desarrollar el proyecto cultural del Anfiteatro Martín Fierro, recuperando su tradición y proyectándose a futuro como un lugar ideal para la creación y presentación de las distintas disciplinas artísticas”, se indicó en un breve comunicado ante la consulta de este diario.
Si bien los voceros sostuvieron que el director del coliseo “se encuentra trabajando a full” en este tema, Tristán Bauer no respondió a los insistentes llamados de LA NACION. Desde su designación, la única actividad vinculada al anfiteatro con participación del titular de la flamante agencia que se ha hecho pública se desarrolló el 1° de julio, cuando se reunió con algunos de sus asesores y un grupo de activistas a favor de la reapertura. En el encuentro, el funcionario dijo que necesitaba más tiempo.
Ese día Bauer encomendó a su asesor, el arquitecto Pedro Delheye, exresponsable de la Dirección de Patrimonio bonaerense, el trato con los vecinos, a quienes en octubre pasado Delheye les prometió que en enero –es decir, el mes que está a punto de concluir– se concretaría el llamado a licitación para las obras de restauración del teatro.
En su momento, la titular del Icpba, Florencia Saintout, consideró que la municipalidad no se encuentra en condiciones financieras para hacerse cargo del teatro y que hubo, de parte de las anteriores autoridades, “un desentendimiento político o una desidia por lo cultural”. En esa ocasión, en el marco de una entrevista emitida por la señal radial FM Cielo, Saintout estimó que sería posible “pensar en la utilización del predio hacia fin de 2024″.
Vecinos quieren información
“Hemos tenido reuniones con funcionarios que siempre dan vueltas al asunto, ponen excusas, se acusan entre sí, pero lo cierto es que el teatro está cerrado y se sigue deteriorando”, se lamentó Mirta Renedo, principal referente del grupo “Intentar. Teatro del Bosque patrimonio platense”, que reúne a unos 5000 adherentes y lleva años bregando por la reapertura. En diciembre último, iniciaron una campaña para recolectar firmas y reclamar medidas urgentes. El petitorio exige que las autoridades (provinciales y municipales) elaboren y difundan un informe pormenorizado sobre la situación actual del teatro, así como un plan concreto de acción con presupuestos y fondos asignados para la obra de restauración. Asimismo, propusieron la conformación de una comisión de seguimiento vecinal.
Los miembros de “Intentar” informan que, a fines de 2023, realizaron junto a funcionarios de ese momento una visita al teatro y observaron que “estaba en condiciones de funcionar, contando con instalación eléctrica nueva, luminaria, escenario y cortinado en perfecto funcionamiento”, indicó Renedo. Por su parte, el exsecretario de Cultura municipal Martiniano Ferrer Picado dijo a LA NACION: “Nosotros estábamos llevando adelante un plan integral de obras que tuvimos que abandonar por la medida judicial”.
La arquitecta Agostina Babaglio, máster en cuestiones patrimoniales, que en 2020 escribió el libro Anfiteatro Martín Fierro. Un patrimonio en riesgo, publicado por la editorial de la Universidad Nacional de La Plata, advierte como una gran falencia que el teatro no esté amparado por ninguna medida orientada a su preservación. Según su mirada, el lugar tiene un alto valor histórico y cultural y requiere la intervención de un equipo interdisciplinario de restauración junto con un proyecto de funcionamiento que integre lo cultural con otras formas de generar ingresos, que sirvan a su propio mantenimiento. “Es imposible sostenerlo en buenas condiciones usándolo solamente en verano, porque el mantenimiento debe ser constante”, destaca la profesional.
Una historia singular
Si bien la actual estructura del Teatro del Lago fue inaugurada el 18 de noviembre de 1949, con una gala que combinó ópera y danza clásica y a la que asistió el presidente Juan Domingo Perón con su esposa, Eva Duarte, su historia es bastante más añeja.
Tras la fundación de La Plata, en noviembre de 1882 se procedió a la expropiación de las tierras correspondientes a la estancia de la familia Iraola. Eran aproximadamente 150 hectáreas forestadas donde predominan los eucaliptos. Allí se creó el llamado “Parque Buenos Aires”, un verdadero pulmón verde entre la zona portuaria y la ciudad en ciernes.
Poco a poco el espacio comenzó a poblarse de edificios: primero se construyeron un arco de ingreso a la ciudad, el Hipódromo y el Observatorio Astronómico; luego, el Museo de Ciencias Naturales. Ya hacia fines de 1904 se instaló un espejo de agua artificial dejando en el medio un islote. Al poco tiempo el inmigrante italiano Nicolás Cúcolo obtuvo la licitación para la explotación del parque e instaló allí una confitería y una fonda además de un pequeño teatro, que inicialmente estaba destinado a los niños y tenía sobre su puerta un cartel que rezaba “Sala de Espectáculos”, sembrando el germen del actual coliseo.
En 1913 y ante el éxito de la iniciativa de Cúcolo, las autoridades decidieron construir un teatro más importante y techado. Lo bautizaron “Teatro del Lago de la ciudad de La Plata”: era un edificio que contenía una sala para 500 personas, junto al que se erigió además un pequeño kiosco de fotografía y se instaló una calesita. El lugar funcionó con altibajos hasta 1932, cuando fue cerrado debido al surgimiento de problemas estructurales de humedad. Al poco tiempo se trasladaron ahí oficinas de Radio Provincia, pero el lugar estaba condenado a desaparecer y, en la década de 1940, fue demolido.
El Paseo del Bosque de la ciudad de La Plata es el escenario donde funciona el Anfiteatro Martín Fierro - Ignacio Amiconi |
La iniciativa de construir un teatro al aire libre en el bosque nació allá por 1945. El proyecto, que suele adjudicarse a un arquitecto de apellido Albertoli, miembro de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas provincial, responde al estilo monumental y neoclásico recreativo de la época, concebido con fines de esparcimiento y promoción cultural.
El pórtico de acceso, hoy tapiado con chapas, tiene tres arcos de estilo neoclásico que dan acceso a la sala contenida por las pérgolas en galería y balcón que se extienden desde el ingreso hasta el escenario y el espacio destinado a la orquesta. Entre las instalaciones hay camarines, depósitos, boleterías y una cabina cinematográfica y, en el escenario, un sistema que da lugar a una pequeña sala para 200 personas.
En sus inicios, la programación se centraba en conciertos sinfónicos, óperas y ballet a cargo de los cuerpos estables del Teatro Argentino con entradas a precios muy populares. Durante las primeras décadas de vida el lugar tuvo un gran uso con la presentación de artistas argentinos e internacionales. Luego, poco a poco, su actividad fue decreciendo. Los expertos en sonido aseguran que las condiciones técnicas son inmejorables para la música.
A un costado del pórtico principal clausurado por las chapas, la figura estoica de Carlos Gardel soporta el vandalismo que asuela sin piedad a los monumentos -Ignacio Amiconi |
En la última dictadura militar el Anfiteatro Martín Fierro vivió un inesperado período de protagonismo ya que quedaron fuera de actividad el Teatro Argentino, incendiado y demolido, y el Coliseo Podestá, cerrado y abandonado.
Hoy, sigue esperando su hora de renacer. A un costado del pórtico principal clausurado por las chapas, la figura estoica de Carlos Gardel soporta el vandalismo que asuela sin piedad a los monumentos de la ciudad de las diagonales. “El Zorzal” también aguarda su momento.
Fuente: LA NACION
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