EL DIA | ESPECTACULOS | DESTACADO DE LA CARTELERA PRESENCIAL
“La angustia corroe el alma” inspiró a Fabián
Fernández Barreyro para crear una pieza que se
posa sobre el gesto y la palabra
María Virginia Bruno
El espectáculo unipersonal “A nadie le importa una señora que barre”, escrito y dirigido
por Fabián Fernández Barreyro, y protagonizado por “la Helen Mirren platense” Nora
Oneto, se ofrecerá durante septiembre en la Ciudad, con una historia atravesada por
Rainer Fassbinder y su clásico “La angustia corroe el alma” (1974), que propone “un
retorno a lo primigenio, a lo básico teatral, del gesto y la palabra”, según anticipó el
director en diálogo con EL DIA.
Escritor de toda la vida, una cualidad que lo llevó años después a dirigir sus propios
textos teatrales, Fernández Barreyro subsistió al parate de la pandemia escribiendo. Con
tiempo para hurgar más de la cuenta por esos “archivitos que suelo acumular en la
computadora”, se encontró con una semilla que esperaba ser regada.
“Tenía pendiente una idea relacionada con hacer una transposición teatral para una sola
actriz, de algunos personajes y temas de una película que en mi juventud me impactó
muchísimo”, manifestó el también actor en relación al filme del director alemán -para
muchos considerado como una de sus mejores obras- que cuenta la historia de amor que
escandaliza al barrio, entre una viuda de sesenta años que se gana la vida limpiando y un
marroquí treintañero.
“Yo encontré una inspiración muy fuerte en esta película y me propuse no adaptarla
para el teatro sino usarla como una invocación poética a través de su tema, de su
personaje principal, y armé un texto para una sola actriz, con una interlocución muy
simple: hablarle al público, contarle su historia”, anticipó el también autor y director de
“Le Coach”.
Reticente a dar más detalles que puedan estropear la reacción del público (“siento que la
cosa perdería un poco de encanto”, aseguró entre risas), Fernández Barreyro contó que
se trata de “una obra que en su coordenada poética es muy pequeña, básicamente un
cuerpo en escena deshojando como una margarita su mundo sensible, y llegando a
momentos de vuelo poético y de intensidad de actuación por parte de Nora, que vale la
pena”.
“A nadie le importa una señora que barre” marcará su primera colaboración con Oneto,
a quien conoce desde hace décadas y a quien sigue casi desde sus orígenes en las tablas,
en tanto, dijo “mirar teatro desde mucho antes de hacerlo”. Para él, su protagonista “es
una actriz shakesperiana, es la Helen Mirren platense”, con quien se dio el gusto de por
fin trabajar. “De hecho, en un momento de soledad en casa, dije ‘¿y por qué no? Si el
rechazo ya lo tengo’. Entonces, le dije ‘tengo una obra que te calzaría como anillo al dedo
y se la mandé’; y dos días después me dijo que sí.
Además del texto, a la intérprete le sedujo el
formato del espectáculo, una propuesta que se
ajustaba a las limitaciones pandémicas, al haber
sido un proceso creativo en el que sólo se
necesitaron dos personas -actriz y director- para
trabajar, a la distancia reglamentaria, en un
espacio amplio, y con todos los cuidados.
Avanzados los ensayos, a la mini burbuja se
sumó Manuel Acuña Hernández, el pianista y
acordeonista platense que toca el piano en vivo y
también canta porque, en la obra, “hay todo un
mundo sentimental relacionado con los
boleros”, según dejó espiar el autor sobre la
música evocativa que crea una atmósfera
especial en esta propuesta que busca volver a la
fuente teatral.
Para el director, “en este momento de tanta
tecnologización del teatro, donde hay como un
recurso casi forzado a la originalidad y al flash,
es decir, a la idea de producir el destello
deslumbrante, muchas veces apoyado en
recursos técnicos, o en impactos de actuación,
más en el sentido performático que en el sentido
dramático”, esta obra “hace un retorno a lo
primigenio, a lo básico teatral, del gesto y la
palabra, generando su prima y su potencia; un
ritual básico en el sentido de las herramientas
que el teatro tuvo siempre y siempre seguirá
teniendo”.
No se trata, sin embargo, de una narración oral
ni mucho menos, aclaró. En este sentido, refirió
que se trata de una obra “profundamente
dramática, y todavía más, melodrámatica”, en
tanto “hay un largo relato pero suceden una
enormidad de cosas, en ese cuerpo y en esa voz,
a medida que el relato se despliega”.
El hecho de haber podido estrenar de manera
presencial “A nadie le importa una señora que
barre” -que tendrá funciones los sábados del
mes, a las 20, en la Sala Dynamo, 17 y 68- es
para Fernández Barreyro casi una gesta heroica.
“Me parece que hay una insistencia nuestra que
tiene que ver con que la cultura, sobre todo la
independiente, la que se crea desde los espacios
de autogestión, no desaparezca”, manifestó
sobre el oscuro panorama que vivió y vive el
sector, entre los cierres de salas y centros
culturales, y un parate que se extendió mucho
más de la cuenta sin ayuda de ningún tipo, lo
que hace que el valor del estreno crezca en
simbología hasta la categoría de “resistencia
cultural”.
La crisis sanitaria le frenó el avanzado ensayo de
la obra que tenía prevista estrenar el año pasado
(“Perro que ladra” finalmente se estrenará el 30
de octubre en Espacio 44), y aunque tuvo la
posibilidad de adaptarla a la virtualidad se negó.
“Me parecía que por las características de la
obra, se iba a desvirtuar”, aseguró, elogiando a
“la gente joven que tiene mucha más versatilidad
con lo digital”, que se lanzó de cabeza a este
nuevo panorama que, según consideró, llegó
para quedarse.
Él, que aprovechó las posibilidades de la
digitalización para ver obras históricas que le
habían quedado pendientes, es de los que creen
que “el teatro sin presencialidad sufre una
mutilación que para mí no es teatro: es teatro
pantalla”.
Su forma de atravesar los momentos de
tormento fueron con pluma en mano. “Me recluí
mucho en la narrativa, que es mi modo de
sobrevivir a las horas muertas que de repente se
te caen encima sin saber qué hacer con ellas”,
poetizó este docente de teatro y filosofía recién
jubilado que aprovechó la cuarentena también
para escribir un libro de cuentos que editará a
fin de año
”
Fuente: EL DIA