Beatriz Catani está sentada y es todo oídos para espectadores que le cuentan
impresiones tras haber visto sus obras
María Virginia Bruno
11 de Diciembre de 2019
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Después de años y años de ofrecer arte de las formas escénicas más variadas
ahora Beatriz Catani se sienta a escuchar lo que su público tiene para decir
sobre alguna de esas obras que ha dado a lo largo de su trayectoria de más de
veinte años en los que ha presentado cuarenta proyectos.
Como una devolución de gentilezas, la dramaturga, directora, actriz e
investigadora local es espectadora de su propia obra o, quizás, de los
recuerdos o de la interpretación que el público les ha dado.
“Si yo en silla y el público habla” se enmarca en lo que Catani llama
“Proyecto Atlas (de) las obras perdidas”, e invita a quienes hayan visto algún
espectáculo suyo desde “Cuerpos abanderados” (1998) a “Cosas como si nunca”
(2018) a contarle sus impresiones mientras ella, simplemente, está sentada
escuchando.
Espectadores grabarán además notas de voz y completarán fichas escritas a mano
en el marco de una acción que, a su vez, se convertirá en obra. El público,
además, terminará conformando una cooperativa por función y hasta se les
pagará.
¿Cómo se sintieron durante la función? ¿Se emocionaron y/ o lo hizo pensar?
¿Hubo alguna circunstancia que llamó su atención el día que asistieron a la
obra (en la llegada, transcurso o salida)? ¿Cuál era la situación de su vida
en ese momento? ¿Recuerda alguna particularidad (en su vida) en el día que
asistió? Son algunas de las fichas que deberán responder los espectadores
pasados de Catani, ahora devenidos en una obra en sí mismos.
El mes pasado, la artista platense realizó una primera acción que, este sábado
a las 19, volverá a repetirse. Los interesados deberán inscribirse vía mail a
elprincesahoy@gmail.com y serán contactados con instrucciones.
Esta experiencia -primera acción que da inicio a una serie de performances que
irán involucrando a las personas que trabajaron, a las que fueron cercanas y
al público de las obras referidas- es parte de la tesis doctoral que Catani
presentará en la UNLP y en la Universidad de Castilla la Mancha, Madrid,
acerca de las problemáticas de la retrospectiva escénica una temática que,
según contó en diálogo con EL DIA, siempre le generó preguntas.
“La realización de retrospectivas en la cinematografía o el arte visual es
algo frecuente. Ahora, pensando en el lenguaje escénico ¿cómo sería posible?
¿Cómo traer al presente y poner en diálogo la obra de los últimos veinte años
de un autor?”, comparte la artista algunas de las inquietudes que la han
llevado a tratar de responderlas a través de este proyecto.
Catani advierte sobre “un problema central que surge de la misma materialidad
efímera del teatro”. En este sentido, remarca que “si la obra ya ha sido
hecha, si ya ha sucedido, ¿qué queda ahora? ¿Podríamos pensar cuáles son los
archivos de la escena? ¿La obra ha quedado en el cuerpo del actor?, ¿allí
reside?, ¿durante cuánto tiempo?, o ¿en el espectador? ¿Hay un cuerpo para esa
obra?, ¿hay una voz? ¿Cuáles son los lugares donde la memoria de la obra sigue
constituyéndose?”.
Para la dramaturga hay una “imposibilidad y en todo caso la condición de
posibilidad parece ligada a volver a producir un acto de creación”.
Así surgió esta acción que, en cierto modo, planea un cambio de roles, y que
le permite a Catani indagar en el conocimiento de las formas de trabajo, las
intuiciones y la cercanía con los materiales y con las personas que han
formado parte de esas experiencias; un valiosísimo contenido que, en
definitiva, le servirá como un primer acercamiento a la problemática de la
retrospectiva.
Durante la acción, las obras, y los elementos que remiten a esas obras, “toman
el espacio, al público trabajando, la constitución de una cooperativa de
teatro y su ejecución con el reparto correspondiente del monto asignado a tal
fin”. Le seduce a Beatriz esa imagen que va más allá de lo escénico, dice, y
que refiere al tiempo y los modos de recordar.
En este sentido, se sorprendió Catani en su primera acción con público que
compartió escenas cambiadas o que no se correspondían a la obra que
mencionaban. “Hay un apropiarse del público de la obra, un volver a verlo, que
es precisamente lo buscado”, revela la artista, a quien le sorprende “el
efecto que dicen haber recibido de algunas obras; la incidencia en cuestiones
personales, sí me asombra mucho”.
Luego de esta segunda acción, habrá otras para Catani, de las que ya nos
enteraremos. Un atlas de imágenes y textos, y una nueva clasificación (ya no
de obras sino de escenas) serán algunas.
También imagina, la inquieta Beatriz, un evento en vivo donde público y
actores se confronten con sus archivos. Siempre pensando, cierra la artista,
“en cómo atrapar algo de la verdad de la escena sin dejar de señalar la
intervención de quienes ahora lo traen en el archivo que lo convierte en
memoria”.
Producida por Grupo Patos, Experimentación y Producción Escénica (con el apoyo
del INT), y Sala Teatro Lucía Febrero itinerante, “Proyecto Atlas (de) las
obras perdidas” incluye la participación de Germán Retola, Juan Manuel Unzaga
y Viviana Ghezzi. Espacio y gráfica: Inés Raimondi. Audiovisual: Maximiliano
Nery y Romina Lapi. Iluminación: Eliana Cuervo. Dirección: Beatriz Catani.
Fuente: EL DIA
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