lunes, 18 de enero de 2016

Un “tangazo” para quedarse en la Torre I

 

Fuerte movida cultural en 12 y 51

Ante el riesgo de perder ese espacio, varias generaciones resistieron al ritmo del 2 por 4

18 de Enero de 2016 

“No hay torre sin tango”, fue la consigna desplegada en distintas pancartas, y la pusieron en práctica varias decenas de parejas que lo bailaron, al atardecer, mientras que una brisa suave atenuaba el calor agobiante del domingo de enero, sobre la explanada del edificio público de 12 y 51.

Hace seis años que en la Torre I se dictan clases de tango a la gorra y numerosos platenses se acercan al lugar y dan rienda suelta a su gusto por la milonga. Las nuevas autoridades del Centro Administrativo Gubernamental les habrían dicho a los impulsores de la propuesta que no pueden seguir con la actividad y se convocó entonces a una manifestación de apoyo a la movida que se llevó a cabo ayer con ua nutrida presencia de vecinos.

En un clima de entusiasmo, con un público distendido, se bailaron conocidos tangos sobre pistas de viejos discos de vinilo. Todo valió para dar muestras de la pasión que el “2 por 4” despierta en distintas generaciones: aunque no faltaron los legendarios tajo aguja en algunas mujeres, la mayor parte de la gente que participó de la convocatoria acompañó la música en alpargatas, zapatillas, con bermudas, shorts o frescos vestidos de verano.

Sin distinción de edades, se sumaron a la movida parejas de jubilados más que diestros en la milonga, matrimonios de mediana edad, padres con sus hijas y amigos unidos por el ritmo porteño que no por jóvenes resultaron menos hábiles que los mayores bailando el tango.

Detrás de una columna, después de que la función llevaba varios minutos de iniciada, Vivi Lugones y Adrián Pluchinotta, los dos platenses y tangueros, se cambiaban el calzado para empezar a bailar. “Este espacio es muy importante. El tango es hoy un semillero que convoca incluso a gente muy joven y éste es un lugar ideal, abierto, que invita como pocos a la milonga”, comentó Adrián.

“No queremos llevar el tango a un lugar cerrado”
Malena Molfino, una de las profesoras (son cinco instructores en total) que enseña a bailar tango todos los domingos en la Torre I explicó que la movida de ayer se realizó “para tratar de obtener una autorización por escrito que nos permita quedarnos en este espacio”.

Es que semanas atrás, según contó Malena, los funcionarios que ahora están a cargo del mantenimiento de las dos torres de la administración pública provincial y comunal, les habrían comunicado a los profesores de tango que debían llevarla propuesta a un lugar cerrado.

“Hace seis años que estamos acá y no nos queremos ir. Justamente la gracia está en que es un lugar abierto, público, por donde pasa la gente y se suma. Acá bailan tango personas de todas las edades, es para todo el mundo”, remarcó la joven.

Para no volver a pasar por una situación en la que se ponga en riesgo la propuesta, lo que los organizadores de Tango La Plata buscan es que se les otorgue un permiso por escrito, es decir, que se les asegure la permanencia en la Torre I. “Estamos juntando un montón de firmas para eso y las vamos a presentar”, añadió Molfino.

En tanto, desde un rincón de la explanada, con una notebook y una consola de sonido, se pasaba disco tras disco; las parejas se renovaban; y la música seguía sonando para los amantes incondicionales de la milonga. A las pistas que sirvieron de soporte al baile se le sumaron, ya más entrada la noche, algunos números en vivo.

Fuente: EL DIA

jueves, 7 de enero de 2016

Reclamo por el abandono del teatro del Bosque

 

7 de Enero de 2016 

Ante el estado que presentan el Teatro Martín Fierro, del Paseo del Bosque, y el Palacio Piria, en Punta Lara, desde la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires se presentó un pedido de respuestas por el “abandono de los dos edificios históricos de la Región”.

Según se informó, “se investigará por qué estos bienes culturales se encuentran en ruinas. Se tratará de determinar “las causas del estado de abandono en que se encuentran el anfiteatro “Martín Fierro” del Paseo del Bosque platense y el Palacio Piria de Ensenada, es lo que busca la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires a través de una investigación que pone el foco en la necesidad de una revalorización de estos bienes culturales”.

Ante este escenario, el organismo bonaerense pidió informes a la Dirección Provincial de Patrimonio y a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, para que en quince días detallen las actuaciones que llevaron adelante en relación al estado edilicio de los dos espacios.

Además, se solicitó a las municipalidades de La Plata y de Ensenada el acceso a estos edificios para que el área de Patrimonio y Turismo de la Defensoría pueda hacer un relevamiento pormenorizado de los lugares, y de esta forma posibilitar la elaboración de informes y la profundización de la investigación para encontrar solución al abandono de las construcciones.

OBRAS INCONCLUSAS

En el caso del anfiteatro del Bosque, las obras para su refacción se interrumpieron en 2014 por la muerte de un obrero, lo que agravó su estado, y en cuanto al Palacio Piria, declarado Monumento Histórico bonaerense, actualmente se encuentra en riesgo de derrumbe.

“Estos bienes, que forman parte del patrimonio cultural de la Provincia, no solamente significan el pasado en el presente y son portadores de soberanía, sino que también poseen un alto componente económico que, vinculado con la industria turística, los convierte en objeto y escenario de trascendencia si se los vincula a programas de desarrollo sostenible”, sostuvieron en el organismo bonaerense.

Fuente: EL DIA

domingo, 3 de enero de 2016

La Plata cambia su fisonomía con edificios y espacios públicos enrejados

 

Para evitar el vandalismo y los grafitis, crece la instalación de cercos perimetrales, como en la Facultad de Ingeniería y en el Teatro Argentino; algunos vecinos se oponen

3 de enero de 2016
El Teatro Argentino fue enrejado / Santiago Hafford

Jesús Cornejo
Corresponsalía La Plata

A PLATA.- Primero enrejaron el perímetro de la Legislatura y el Campus de la Facultad de Ingeniería; luego, el Teatro Argentino y la Catedral; ahora, el edificio histórico del Registro Civil. La creciente instalación de cercos perimetrales en espacios públicos y edificios históricos, que está modificando el paisaje urbano de la capital bonaerense, abrió el debate: los que apoyan la medida sostienen que la colocación de rejas apunta a preservar los edificios históricos; los detractores consideran que con los cercos se "privatiza el espacio público" y remarcan que el Estado no ha desarrollado políticas integrales para la preservación del patrimonio arquitectónico y cultural.

El debate cobró fuerza durante los últimos meses con la instalación del cerco perimetral del Teatro Argentino. Se trata de 400 metros sobre la línea municipal, con cuatro portones de acceso libre, ubicados en cada esquina del predio. El espacio que rodea al teatro era utilizado por distintas tribus urbanas para practicar skate, hacer muestras de arte y reunirse los fines de semana, al caer la tarde. Pero las autoridades del Instituto Cultural, durante el gobierno de Daniel Scioli, decidieron cercar al teatro.

La medida -argumentaron las autoridades- fue adoptada ante "la sucesión de hechos vandálicos que viene sufriendo el edificio en los últimos años". Y aseguraron: "Creemos en la democratización del espacio público, pero también tenemos el deber, como Estado, de cuidar el patrimonio de todos los vecinos de la provincia de Buenos Aires. Por estas razones, se comenzó a construir una protección perimetral para recuperar este espacio urbano y su uso público durante el día".

Pero los vecinos no opinan lo mismo: Mariela Fernández, que suele pasar diariamente por el teatro para ir a trabajar, aseguró que con la reja se pierde un pulmón público. "Ahora la reja y los bloques de hormigón dan un aspecto penitenciario al teatro; antes era mucho más libre y tenía vida con la gente ocupando el lugar", dijo la mujer.

Desde el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (Capba) surgieron las críticas más contundentes a la instalación de este cerco en particular y de otros en general, y emitieron un comunicado que indica: "Este corazón [por la plaza seca de teatro], necesita para su explotación plena ser alimentado con actividades culturales y sociales que le den vida... Llama poderosamente la atención que justamente el organismo provincial que tutela nuestras edificaciones emblemáticas, no sólo no manifieste resistencia sino que es partícipe de este avasallamiento sobre un patrimonio arquitectónico contemporáneo. Una vez más, como en tantos otros edificios públicos, se ha elegido el camino más corto y menos comprometido".

Consultado por LA NACION, un vocero del gobierno de María Eugenia Vidal aseguró que se verificará el estado arquitectónico de los edificios históricos esta ciudad. "Hace muy poco tiempo que nos hicimos cargo. Sin embargo, se ha comenzado a relevar el estado de los espacios y edificios públicos históricos de La Plata. Queremos saber cuál es la situación de cada uno de ellos para emprender un plan de reformas o mejoras".

Precisamente, entre las reformas y la puesta en valor de los espacios públicos se encuentra el edificio del Registro Civil, situado en la esquina de las avenidas 1 y 60. Allí también se está levantando un cerco perimetral de ladrillos y rejas.

"La verdad es que cuando se cerca un espacio público o un edificio histórico, lo que se está haciendo es privatizando ese lugar. Lo peor es que después de eso nadie más lo usa. Nosotros entendemos que los argumentos que esgrimen en cada caso son para proteger los espacios del vandalismo, pero sería más respetable buscar una solución que incluya a las fundaciones y al estado provincial y municipal", dijo a LA NACION Jorge Martegani, secretario de Carba en esta ciudad.

En la catedral, hace unos meses, también se levantó un cerco. Se trata de una protección de rejas de más de tres metros de altura que rodearán los casi 500 metros de su perímetro, delimitado por las avenidas 51 y 53 y las calles 14 y 15.

El argumento de la Fundación Catedral fue que con ese cerco se evitan los grafitis y los actos de vandalismo contra esa basílica. LA NACION intentó dialogar con las autoridades de esa fundación, pero no respondieron a las recurrentes solicitudes.

La presidenta, Miriam Moralejo Ibáñez, había explicado que el proyecto de enrejado se bosquejó en 2010. Intervinieron arquitectos y especialistas en conservación de edificios históricos. "Las rejas respetan el estilo de la Catedral, están ajustadas a su importancia como Monumento Histórico", había dicho Moralejo Ibañez a la prensa.

El nuevo intendente de la ciudad, Julio Garro, dijo que las rejas se irán retirando de los edificios históricos cuando haya un cambio de mentalidad. "Hay un problema cultural que viene de arrastre. Pareciera que el espacio público y los edificios históricos no fueran de nadie. Y en realidad son de todos nosotros. Pero cambiar esa forma de pensar va a llevar unos años. Para proteger ese patrimonio, muchas ciudades han decidido cerrarlos con rejas para resguardarlos del vandalismo. Y La Plata no es una excepción, por eso proliferaron durante los últimos años los cercos en torno a los edificios", comentó Garro a LA NACION.

Y agregó: "Nuestra idea es que los vecinos puedan disfrutar de esos espacios y lógicamente las rejas ponen un freno y limitan. Pero hasta que no haya un cambio de mentalidad las rejas continuarán. Ahora hay que poner en condiciones muchos espacios públicos porque heredamos una ciudad en estado de abandono".

400
metros

Es el cerco perimetral que colocaron en el Teatro Argentino, con cuatro portones para el acceso de los visitantes

Fuente: LA NACION

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