Cine / La contracara de un boom
Por Marcelo Stiletano | LA NACION
Woody Allen y Alison Pill en “A Roma con amor”, uno de los beneficiarios de las pocas pantallas que dejan libres los tanques.
No todos sonríen y festejan en un escenario con la mayoría de sus variables en alza. El boom del cine, reflejado por las cifras récord de asistencia y recaudación de las últimas semanas, tiene su contracara en el retroceso de los títulos europeos, fenómeno que tiende a extenderse hacia toda la oferta alternativa, independiente o de arte que ofrece hoy la cartelera local.
Un factor que llegó a caracterizar orgullosamente el interés genuino (y hasta cierta identidad cinéfila) del espectador argentino brilla hoy por su ausencia si recorremos la oferta de títulos en cartel. Los lanzamientos de origen francés se reducen a menos de uno por mes, no hay estrenos italianos desde fines de marzo (el último fue muy modesto, La sal de la vida ) y cuesta todavía más ver en las salas comerciales largometrajes españoles y alemanes.
Con todo, siempre aparece algún hecho que recupera las tradiciones y costumbres que el espectador argentino parece haber perdido. Uno de los más recientes es la eterna comprobación de que Woody Allen es uno de los predilectos del público local: A Roma con amor (de origen estadounidense, pero financiada por capitales europeos y realizada en la capital italiana) acumula casi 400.000 espectadores y se mantiene desde su estreno, a fines de junio, entre los diez títulos más vistos.
Fuera del circuito comercial, en tanto, vale la pena destacar la notable cifra de 12.000 espectadores que pasaron por el reciente MadridCine 2012, donde fueron exhibidos varios títulos de la más reciente producción española. Ese interés del público local duplicó los números registrados en el encuentro anterior.
A partir de estos datos, podría augurarse que el repliegue experimentado en la actualidad por el cine europeo en la cartelera local podría revertirse si se corrigen algunos factores planteados en su mayoría por la actual coyuntura económica que vive la Argentina. Así pudo saberlo La Nacion luego de varias consultas en el sector de la distribución independiente.
La cuestión más grave y urgente por resolver (y, paradójicamente, la que demanda más tiempo hacerlo) es la falta de salas y espacios dedicados a todo el material internacional que no llega desde Hollywood. La situación agrava las posibilidades comerciales de varias películas que ven demoradas, una y otra vez, sus fechas de estreno, por lo que se va perdiendo la expectativa y el interés del público. Este caso involucra a títulos que van desde la coproducción franco-germano-belga Cuando los chanchos vuelen (ambientada en Medio Oriente) hasta el film español de terror Mientras duermes . Ambos estrenos estaban anunciados originalmente en abril, pero se fueron dilatando y aún permanecen inéditos.
EXHIBICIÓN LIMITADA
Los que tienen suerte, en tanto, se ven obligados a exhibirse en condiciones muy limitadas. Lo hacen con horarios acotados o compartiendo sala con otros títulos más taquilleros. Este último caso es el de Amigos intocables , uno de los mayores éxitos de la historia del cine francés (18 millones de espectadores), lanzada en la Argentina en sólo 26 pantallas y una magra presencia en la cartelera total. De esta manera, anteayer (en su primer día de exhibiciones) fue vista por apenas 1920 espectadores. La balcánica Todo queda en familia y El puerto (coproducción franco-finlandesa) son dos de los escasísimos exponentes del cine de arte que permanecen en cartel.
Las cosas se complican aún más en el caso de las distribuidoras más pequeñas, que estrenan títulos de arte en apenas un puñado de copias. Es el caso de El molino y la cruz , del polaco Lech Majewski, que aguarda desde abril algún resquicio para su lanzamiento comercial.
"Cada vez se está haciendo más difícil el poder estrenar películas en los circuitos actuales y competir con los tanques. De más está decir que las salas que solían proyectar este tipo de cine están cerrando, en vez de ser reacondicionadas para que la gente tenga la posibilidad de ver estas películas en cines confortables", dijeron a LA NACION desde la distribuidora de cine europeo CDI.
Uno de los pocos espacios disponibles que tenía el cine de arte en la Capital Federal, el Arteplex Belgrano, cerró sus puertas a fines de abril. "Queremos ayudar a reabrirlo para que quede a cargo de un exhibidor privado. Si eso no fuese posible, pensaremos en otras alternativas, pero el objetivo es ese", dijo a LA NACION Liliana Mazure, presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que tiene previsto reunirse a mediados de la semana próxima con los dueños del inmueble, ubicado a metros de Cabildo y Congreso.
Las dificultades para girar dinero al exterior dispuestas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, también pueden afectar -sobre todo a mediano plazo- a las distribuidoras independientes, que además perdieron a manos de las majors norteamericanas los últimos títulos nacionales más atractivos. Estas distribuidoras de capital local traen películas de arte desde Europa y otras geografías, por lo general asociadas con otras firmas latinoamericanas para planificar lanzamientos regionales, pero se encuentran en dificultades para pagar esos materiales mientras deben hacerse cargo de crecientes costos domésticos. Una copia en 35 mm., por ejemplo, cuesta entre 1200 y 1500 dólares, a lo que hay que agregar otros valores como el chequeo y almacenaje del internegativo y la banda de subtítulos.
Se cree que estos valores podrían reducirse significativamente si se avanza en el reemplazo de los proyectores convencionales por otros digitales. Pero la Aduana estaría demorando los permisos para importar los proyectores, lo que complica en principio los plazos previstos para el cumplimiento del plan oficial (anunciado por el Incaa en marzo último) de digitalizar las salas. "De esta manera las películas podrían enviarse por satélite en vez de hacer viajar las latas", había adelantado Mazure en esa oportunidad.
Ninguna de las alternativas que se ponen en juego actualmente favorecen al espectador. Ni la postergación de los estrenos, ni los lanzamientos precarios en DVD (como ocurrió en el caso de El chico de la bicicleta , así y todo bastante exitoso). Hasta ahora, al menos, hay varias novedades confirmadas para los próximos meses. Pero de seguir así, más de un actor importante del mercado admite en reserva que la distribución independiente aparece seriamente amenazada en su continuidad.
AGOSTO
La fuerza del amor: coproducción anglofrancesa dirigida por Luc Besson sobre la vida de la activista birmana Aung San Suu Kyi. (Jueves 9)
El molino y la cruz: con aportes polacos y suecos, un film ambientado dentro de un cuadro de Brueghel. (Jueves 9)
Histeria: comedia británica acerca de la invención del vibrador en la era victoriana. (Jueves 16)
Elles: un conflictivo encuentro entre mujeres dirigido por la polaca Malgoska Szumowska, con Juliette Binoche. (Jueves 30)
Adiós a la reina: coproducción hispano-francesa sobre María Antonieta en las vísperas de la Toma de la Bastilla. (Jueves 30)
Mientras duermes: film de terror realizado en España, que espera lugar para estrenarse desde principios de abril. (Jueves 30)
SEPTIEMBRE
360: nueva versión de La ronda , dirigida por Fernando Meirelles ( Ciudad de Dios ), con producción austríaco-británico-brasileña. (Jueves 6)
A Royal Affair: producción escandinava de época sobre un complejo triángulo amoroso. (Jueves 13)
Les infideles: exitosa comedia francesa con el ganador del Oscar Jean Dujardin. (Jueves 27).
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1496073-retroceden-los-titulos-europeos
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