domingo, 27 de febrero de 2000

La cuna del circo criollo vuelve a la calle Corrientes

Vuelve un clásico de la calle Corrientes

La reapertura de El Nacional es una buena noticia, por partida doble: evoca recuerdos de todo un siglo y viene a revitalizar la principal avenida de los porteños, por tanto tiempo devaluada.


Domingo 27 de febrero de 2000 | Publicado en edición impresa LA NACION

Todo cambia en la avenida Corrientes entre la 9 de Julio y Florida. Uno camina hoy por allí, especialmente en la cuadra que va de Carlos Pellegrini a Suipacha, y le parece respirar algún aire del viejo esplendor porteño, de las décadas en que pasear por allí era un lujo de sábado.

Es que la próxima reapertura del mítico teatro El Nacional parece haberle inyectado vida a la zona.

Hay nuevos negocios y bares, y entre Suipacha y Esmeralda el Gran Rex y el Opera compiten cara a cara con títulos y afiches de comedia musical neoyorquina.

Lo de El Nacional tiene un valor adicional por su riquísima historia, por la que pasan casi todos los grandes nombres del espectáculo en el siglo.

Por varias décadas, los aficionados a la revista se dividían entre El Nacional y el Maipo como los hinchas de fútbol entre River y Boca. Sin embargo, El Nacional no nació asociado con ese género, sino más bien con el del circo criollo, y siempre fue mercado en el que se ofreció espectáculos de los más variados.

Antes de que existiera El Nacional -y muchísimo antes de que se convirtiera en ceniza, con el incendio de 1982- hubo otro Nacional, en otra parte, que también terminó presa del fuego: el que existió en Bartolomé Mitre y Cangallo desde 1882 hasta diciembre de 1895.

El que ahora se reabre, después de 18 años de nada, dio su primera función el 5 de abril de 1906, y en su larga y ajetreada historia tuvo una vez que cambiarse de nombre, cuando al presidente Justo, en 1936, se le iluminó la cabeza y descubrió que un teatro no podía llamarse Nacional porque era una falta de respeto intolerable, insoportable e insufrible.

Pascual Carcavallo, el empresario que por entonces tomaba las decisiones, reemplazó la ce por una te, y por unos años hubo en Corrientes un National. Hasta que, como siempre, el absurdo se pisó la cola, quedó al descubierto y el nombre original demostró su poder y también su inocencia.

Pero antes que Carcavallo fueron, por cierto, los Podestá. En esta familia de artistas, la locura jamás se consideraba mala palabra, de modo que tomaron como una idea bastante natural que Jerónimo vendiera todas sus posesiones para comprar, en 1904, una caballeriza ubicada en la calle Corrientes 960 para construir allí un teatro. Un montón de Podestás se subió al escenario la noche de la inauguración: Jerónimo, Arturo, José, Blanca, Anita y María Esther. Todos actuaban en Locos de verano, de Gregorio de Laferrère, junto con por lo menos otros tres monstruos sagrados: Enrique Muiño, Elías Alippi y Guillermo Battaglia.

En aquella primera época, el sainete era el rey de El Nacional. ¿Y las vedettes, las plumas, el perfume parisiense? Brillaban por su ausencia, excepción hecha de una fugaz temporada de Le Paradis, en 1914. En las marquesinas de ese espectáculo de sabor importado, dos nombres de industria nacional flameaban en lo alto de las marquesinas: los de Carlos Gardel y José Razzano.

Pero aunque en los locos años 20 la revista causaba sensación en otras salas -las del Maipo y el Porteño-, Carcavallo no atendía razones de marketing para implantarla en El Nacional. Seguía apostando a los sainetes de Alberto Vacarezza, y acertaba muy seguido. Tu cuna fue un conventillo fue un notable suceso. Y después, en El conventillo de la paloma, el teatro consagró a una estrella de interminable duración: Libertad Lamarque.

No fue la única hija de El Nacional, por cierto. Por sólo mencionar a otras tres de primera magnitud, todas ellas vinculadas con el tango, están los casos de Rosita Quiroga, Azucena Maizani y Tita Merello, a quien el público vivaba de pie, al grito de Negrita linda. Hubo más: Tania, Sofía Bozán.

La revista llegó, por fin, de la mano de Carlos Petit, en la década del 50. Todavía hay multitud de memoriosos que recuerdan los embotellamientos de tránsito que se producían cada vez que las vedettes de entonces ingresaban en el teatro o egresaban de él después de la locura de la función.

Las había importadas, como Xenia Monti, Amelita Vargas o Blanquita Amaro, y las hubo igualmente pulposas y locales, como Dorita Burgos, Egle Martin, Susana Brunetti, Zulma Faiad o Nélida Lobato. La reina, la gran diosa, la única Venus de la calle Corrientes, fue, sin embargo, Nélida Roca, que siempre afirmaba: "Nadie que no haya triunfado en El Nacional puede decir que triunfó en la revista porteña".

Junto con las chicas, las revistas de El Nacional hicieron célebres, antes que la televisión, a cómicos a veces sutiles y otras veces amigos de la brocha gruesa, pero siempre eficaces catalizadores de la risa y la carcajada.

Una lista necesariamente incompleta incluiría a Adolfo Stray, Pepe Arias, José Marrone, Fidel Pintos, Dringue Farías, Alfredo Barbieri y Don Pelele, Alberto Anchart, Tato Bores, Rafael El Pato Carret, Marcos Zucker, Juan Verdaguer y Ubaldo Martínez.

Como las revistas tenían, además, una fuerte atracción musical, siempre se trataba de adornar el cartel con números lujosos: Los Cinco Latinos, Doménico Modugno, Francisco Canaro y, siempre, la maravillosa Tita, por ejemplo.

Aunque nunca se fue del todo -hasta el punto de que el último título en el momento del incendio fue una revista-, el género fue cediendo lugar, ya en tiempos del empresario Alejandro Romay, a la comedia musical previamente probada en Broadway.

Esa onda arrancó en 1961, con la primera versión de Mi bella dama, y siguió con muchísimos otros éxitos. Uno de los más grandes -Chicago, de 1978- retornará también pronto a la vida, como lo hizo en Europa y en los Estados Unidos. También se estrenaron en El Nacional Cabaret, de Bob Fosse; A chorus line, y Pippin.

Todo se terminó el 22 de julio de 1982, cuando Susana Giménez disfrutaba de las mieles de su Sexitante.

Nunca se supo si el incendio fue accidental o una muestra postrera de intolerancia antes del regreso de la democracia. Pero el final de ayer se transformó en comienzo. Que llega con la excitación del ¿qué vendrá ahora?, la pregunta que mantiene el interés del show. Porque ahora es siempre un tiempo distinto, y el espectáculo no se detiene.
Lifting para la dama en el 2000

Mi bella dama, de Alan Jay Lerner y Frederic Loewe, es el clásico de los clásicos de la comedia musical. En él reincide, casi 40 años después, Alejandro Romay, cuya primera gran producción en El Nacional fue precisamente ésta. Claro: ni la sala es la misma ni lo es la puesta.

El Nacional remodelado tiene capacidad para 1100 espectadores, tecnología de última generación y una inversión millonaria, que sólo en los rubros de iluminación y sonido trepó al millón y medio de pesos (o dólares).

El director, como se sabe, es importado: el irlandés Mick Gordon, responsable de dos éxitos teatrales de porte: los de Art y Closer. Otros profesionales del Primer Mundo -el coreógrafo Michael King y el iluminador Neil Austin- nos harán acordar de que vivimos tiempos de aldea global y, por lo tanto, Broadway queda a la vuelta de la esquina.

Habrá 70 artistas en escena, 20 cambios de decorados a telón abierto, de esos que impresionan al público tanto como un truco de David Copperfield, 500 luces computarizadas y 250 trajes de época diseñados por Mini Zuccheri, la ganadora del premio ACE 1999 como mejor vestuarista.

Para Paola Krum, que ya varias veces (como en Flores de acero) ha dado pruebas de que no es sólo una carita bella, la oportunidad de interpretar a Eliza Doolittle puede ser la que tiene una estrella naciente al ser admitida en su galaxia. Los otros integrantes del staff son, por lo general, astros de big bangs anteriores. Víctor Laplace deberá apelar a lo mejor de su flema inglesa para componer al profesor Higgins, y seguramente Pepe Soriano se divertirá muchísimo con ese sinvergüenza lleno de vitalidad que es el papá de Eliza, Alfred P. Doolittle. Juan Manuel Tenuta, que viene de Las alegres mujeres de Shakespeare, será Pickering, otro inglés de pura cepa, y la grande y única Aída Luz encarnará a la madre del profesor Laplace. Otra notable del reparto es Estela Molly. Todos, con un poquitín de suerte, podrán bailar toda la noche (y muchas más) en la calle donde tú vives: Corrientes casi Carlos Pellegrini.

Texto: Hugo Caligaris
Foto: Con gusto a circo, pero no romano, sino criollo, nació El Nacional con el aspecto que vemos en esta foto, de 1908 Foto:Gentileza Teatro El Nacional

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=211398

viernes, 25 de febrero de 2000

El herrero y la muerte

25 de febrero de 2000

Este domingo a las 21 en Espacio Arte Vivo, 58 Nº 461 el Equipo Teatral Espacio integrado por alumnos de Alicia Diciacio volverá a subir a escena presentado la obra "El herrero y la muerte", versión de los uruguayos Jorge Curi y Mercedes Rein sobre la popular leyenda "El herrero y el diablo".

En la puesta se ponen en juego distintos recursos visuales y dramáticos como máscaras, coreutas, relato, desfilando indiferenciadamente personajes cercanos como construcciones mitológicas del más variado origen.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000225/espectaculos2.html

Perla Santalla presenta un unipersonal en el Museo Dardo Rocha

25 de Febrero de 2000

La prestigiosa actriz Perla Santalla, con una exitosa trayectoria en la escena porteña, ofrecerá hoy a las 21.30, con entrada libre y gratuita, en el Museo y Archivo Dardo Rocha, 50 entre 13 y 14, el unipersonal de María Helana Sardi "Con olor a agua florida".

A través de diferentes textos, que incluyen letras de tangos, la autora hace un recorrido por la vida porteña recordando que "antes de perder el poder y la riqueza, los pueblos pierden el alma".

Perla Santalla anima distintos y numerosos tangos de la guardia vieja, con inimitable gracia y talento, honra al teatro nacional en sus albores, los del circo criollo, repasa el sainete y el grotesco a través de fragmentos muy representativos de cada uno de ellos, y concluye su talentoso desfile con un homenaje a la revista porteña.

El espectáculo transita por los recovecos artísticos nacionales, rememora poesías y entrañables tangos. Manzi, Troilo, Carriego, Cadícamo, el "Jacinto Chiclana" pintado para siempre por Borges con música de Astor Piazzolla, desfilan junto a los textos de María Elena Sardi en la primera parte de la obra.

Primero el sainete con "La comparsa se divierte" de Alberto Vacarezza, y luego el grotesco con un fragmento de "Stéfano", de Armando Discépolo, otorgan a la actriz las posibilidades de pintar las características de aquellos géneros. El plato fuerte se sirve al final cuando Santalla y Sardi recuerdan a la revista porteña y a algunas de sus estrellas: Tania en "Esta noche me emborracho", Tita Merello en "Se dice de mi", Gloria Guzmán en "Una mujer", y Sofía Bozán en "¿Qué querés con ese loro?".
Sardi y Santalla evocan, también a los padres del teatro argentino, desde los Podestá hasta Alfredo Alcón, pasando por Arata, Sandrini y los propios ancestros de la actriz.

Hija de actores y con profunda vocación teatral, Perla Santalla se ha destacado entre innumerables trabajos por sus interpretaciones en "Edipo Rey" de Sófocles; "Hamlet" y "Sueño de una noche de verano" de Shakespeare; "El gorro de Cascabeles", de Pirandello; "Equus" y "Black Comedy", de Peter Shaffer, "Stefano" de Discépolo, "Pájaros de barro" de Eichelbaum; y "Esperando a Godot" de Samuel Becket.

En televisión lo hizo en ciclos de gran éxito como Malevo, El Rafa, Alta Comedia, Situación Límite, Cuentos para ver, Teatro Universal, Teatro Argentino, El oro y el barro, La señora Ordoñez y La extraña dama, entre otros.

Su paso por el cine la destacó en Juguemos en el mundo, La Rabona y Te amo. Su trayectoria cuenta además, con importantes premios obtenidos a lo largo de su vida: "Talía", mejor actriz por su actuación en Pájaros de Barro (1969); mejor actriz por Juguemos en el mundo otorgado por la Asociación de Cronistas Cinematográficos (1971); "Martín Fierro", por Living Room (1971); "Konex de platino" por mejor actriz dramática de televisión (1981); "Pepino el 88", por Elvira de Julio Mauricio (1982); "Santa Clara de Asís" por su trayectoria en televisión (1985); "Leónidas Barletta", mejor actriz en "Color a agua florida" (1992); "Ace", mejor actriz de reparto en comedia por "Black Comedy de Peter Shaffer (1993); y "Estrella de Mar", mejor actriz de reparto por Esperando a Godot (1998).

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000225/espectaculos0.html

domingo, 20 de febrero de 2000

Las mujeres de 30 se confiesan en el Coliseo

20 de febrero de 2000

Tras cuatro años de estar en cartel en el Teatro Picadilli, Virginia Innocenti, Alejandra Flechner y Andrea Politti, traerán a nuestra ciudad la obra "Confesiones de mujeres de 30" para inaugurar la temporada 2000 del Teatro Coliseo Podestá, con dos funciones que se realizarán el próximo viernes 10 y el sábado 11 de marzo.

La presentación tiene una doble significación ya que por un lado como se dijo iniciará la temporada del Coliseo pero también las actrices le dirán adiós a esta obra, ya que la pieza será estrenada en marzo por otro elenco que ya se encuentra ensayando integrado por Carolina Peleritti, Alejandra Majluf y Camila Bertone, siempre con la dirección de Lía Jelín.

A lo largo de cuatro años esta divertida comedia fue vista por más de 500.000 espectadores en el Teatro Picadilli de capital federal y en estos momentos el elenco original, se encuentra realizando presentaciones en la costa argentina, gira que concluirá en nuestra ciudad y cerrará su 5º temporada.

"Confesiones de mujeres de 30" es un espectáculo en el que tres mujeres amigas y actrices, ironizan sobre ellas y otras tantas de su edad, revelan intimidades, hablan de sus frustraciones y desencantos desde la óptica de su humor irónico.

La obra introduce a los espectadores en la adicción al psicoanálisis de sus protagonistas, las terapias alternativas, las primeras arrugas, la celulitis, el sexo, las dietas milagrosas, la cirugía estética y el divorcio, la relación con los padres y con los hijos de sus parejas, entre otros temas.

"Reirse de uno mismo es el gran secreto para estar siempre sonriendo" es la bandera que levantan Innocenti, Flechner y Politti cuando hablan de la obra que les dio tantas satisfacciones.

"En la obra recreamos con humor los conflictos típicos que enfrentan las mujeres de 30 años, bajo la brillante dirección de Lía Jelín y el libro es una creación colectiva de siete autoras brasileras con traducción de Víctor García Peralta", explicaron.

Cabe destacar que la música es de Fredy Vaccarezza, el vestuario de Viviana Uchitel y la producción general de Aisenberg Producciones y Mauro Simone.

Por otra parte, el segundo espectáculo pautado para el 17 de marzo en el Coliseo Podestá es la actuación del Ballet Argentino que dirige Julio Bocca. Según se informó en esta oportunidad sólo bailará esta compañía y no estará presente el destacado bailarín argentino.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000220/espectaculos3.html

sábado, 12 de febrero de 2000

Renace "El Nacional" luego de 18 años

La comedia musical "Mi bella dama" fue la elegida para la reapertura en marzo próximo del recuperado teatro porteño "El Nacional", reducido a escombros en la madrugada del 22 de julio de 1982 en un incendio intencional.

La sala refaccionada se mostró anoche en conferencia de prensa a cargo de su responsable, Alejandro Romay, quien también presentó al elenco de la obra que debutará el primero de marzo.

La sala de avenida Corrientes al 900 se mostró con sus mejores galas, con un ampliado espacio escénico, un sistema de luces y sonido acorde a las exigencias modernas y una confortable platea.

La aparición del director Mick Gordon ( "Art" y "Closer") abrió de manera informal el acto con la presentación de la escena del casamiento de Alfred Doolittle (Pepe Soriano) acompañado por el cuerpo de baile en pleno.

Terminada la escena, subió Romay al escenario y de manera muy parca se limitó a presentar a cada uno de los actores que tienen a su cargo los principales personajes: Alicia Moxeaut (Sra. Pearce), Marcelo Trepat (Freddy Eynsford-Hill), Estella Molly (Sra. Eynsford-Hill), Juan Manuel Tenuta (Coronel Pickering), Aída Luz (Sra Higgins), Víctor Laplace (Henry Higgins) y Paola Krum (Eliza Doolittle).

Tampoco olvidó presentar a los músicos y a Angel Mahler como director musical del espectáculo.

La versión de "Mi bella dama" que se presentará en marzo fue escrita en 1954 por los americanos Alan Jay Lerner y Frederic Loewe, basada en la obra de teatro "Pygmalión" de George Bernard Shaw.

La pieza se estrenó en 1956 en Nueva York con Julie Andrews y Rex Harrison y posteriormente, con el mismo elenco, se mantuvo en la cartelera londinense durante tres años, con éxito pleno.

Hubo también una versión cinematográfica en la que la tosca florista fue interpretada por Audrey Hepburn, formando pareja con Rex Harrison.

En 1961 se conoció en Buenos Aires, precisamente en el antiguo Teatro El Nacional con figuras de primer nivel como Rosita Quintana, Beatriz Bonet, José Cibrián, Duilio Marzio y Dringue Farías.

El teatro recuperado 18 años después de un incendio intencional del que nunca se encontraron responsables, tiene una frondosa historia artística que se remonta a 1904, cuando el actor Jerónimo Podestá compró la caballeriza emplazada en Corrientes 960 y dos años después, inauguraba la sala teatral con el nombre de El Nacional con la obra de Gregorio de Laferrere "Locos de verano".

A partir de ese momento, la sala se convirtió en un baluarte del teatro de autores nacionales. Entre las glorias de la escena que debutaron en su escenario cabe mencionar a Libertad Lamarque, Tita Merello y Olinda Bozán.

En 1952 se convirtió en teatro de revistas que dieron motivo de lucimiento a grandes cómicos que asumían, generalmente, los famosos monólogos políticos. Entre otros descollaron Pepe Arias, Luis Arata, José Marrone, Adolfo Stray, Fidel Pintos y muchos más.

Fueron años brillantes para las vedettes que hicieron historia como, entre otras, Xenia Monti, Amelita Vargas, Blanquita Amaro, Nélida Roca, Beba Bidart, Susana Brunetti, Zulma Faiad y Nélida Lobato.

A partir de 1961 Alejandro Romay se hizo cargo de la sala con el estreno de "Mi bella Dama". Más tarde siguieron los musicales "Chicago", "Cabaret", "El diluvio que viene", "A Chorus Line" y "El hombre de la Mancha".

El jueves 22 de julio de 1982, al producirse el atentado, se presentaba en escena "Sexitante" con Susana Gimenez y Juan Carlos Calabró.

Dejando el pasado atrás, el nuevo teatro abrirá sus puertas para el estreno de una producción de dos millones de dólares, con 70 artistas entre actores, cantantes, bailarines, acróbatas y músicos.

La escenografía de Dick Bird requiere 20 cambios de decorados a telón abierto y el vestuario ideados por Mini Zuccheri suman un total de 250 trajes de época.

El complejo diseño de iluminación programado por Neil Austin requirió la instalación de 500 luces computarizadas de última generación. La coreografía y preparación del cuerpo de baile estuvo a cargo del prestigioso coreógrafo Michael King.

Fuente:

viernes, 11 de febrero de 2000

Vuelve a escena "Venecia"

11 de Febrero de 2000

Hoy a las 22, en el Jardín de la Paz, Paseo del Bosque, se pondrá en escena "Venecia", del grupo teatral Agallas, con dirección general y puesta en escena de Cora Ceppi y Nora Onetto. La obra, dirigida al público adulto, es con entrada libre y gratuita.


"Venecia" es una creación de Jorge Accame, dramaturgo radicado en Jujuy desde hace más de veinte años. El año pasado recibió el premio ACE al mejor texto, mejor dirección y mejor actuación masculina, por la puesta de "Venecia" en la ciudad de Buenos Aires, con dirección de Helene Tritek. A su vez, le brindó a la actriz y directora Cora Ceppi los derechos exclusivos para llevar a escena la obra en la ciudad de La Plata.

La primera puesta de Ceppi fue el 16 de octubre del 99 en el marco del Ciclo de Teatro Independiente, organizado por la Municipalidad. Por la gran aceptación del público, la obra estuvo en cartel en la sala "A" del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha hasta el 12 de diciembre del año pasado. Luego tuvo una presentación a fin de año en el Jardín de la Paz.


Al hablar de "Venecia", su directora Cora Ceppi cuenta que es "una comedia simple y fascinante, donde la imaginación posibilita la concreción de un sueño. Es un canto al amor y a la solidaridad entre seres marginales de un prostíbulo de Jujuy". Y agrega que "de la mano del humor el espectador va descubriendo la solidaridad y el amor de estos personajes".

Además de dirigir, Ceppi también interpreta a uno de los personajes "La Gringa", mientras que Rubén Gómez Ribot tiene el papel de "Giacomo", su antiguo amante. Las chicas del prostíbulo están representadas por Mónica Calcagno como "Marta", Claudia Pellegrini como "Rita" y Cecilia Coleff como "Graciela". Y, por último, Héctor Grimberg actúa como "Chato", el cliente del prostíbulo.


La escenografía y vestuario están en manos de Alejandra Higa, Alejandra Camilión y Gustavo Luchesco; de las luces se encarga Juan Macedrano; del sonido Osvaldo Segastibelza, y Lorena Pierantoni es asistente de dirección.

La puesta de Cora Ceppi y Nora Onetto se realiza en un espacio semicircular, con paneles colgantes desde el techo que sitúan la acción en un precario prostíbulo de Jujuy. Además, otros paneles ilustran las edificaciones de la ciudad de Venecia.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000211/espectaculos7.html

viernes, 4 de febrero de 2000

El cine Select reabre sus puertas con "La dolce vita" de Fellini

4 de Febrero de 2000

El celebrado filme se exhibirá desde hoy y hasta el martes, a las 20 con entrada gratuita

Hoy a las 20 el Cine Arte Select del Pasaje Dardo Rocha, abrirá nuevamente sus puertas al público con la exhibición del filme La dolce vita de Federico Fellini, en homenaje a los 40 años de su estreno, que tuvo lugar el 5 de febrero de 1960.

"La dolce vita", reconocida a nivel mundial como uno de los pilares del cine, está recibiendo múltiples homenajes en estos días. Pero en el momento de su estreno, nadie hubiese imaginado que iba a llegar a tener la trascendencia que el paso del tiempo le ha otorgado. Al final de la primera proyección, hace 40 años en Milán, sólo logró unos tímidos aplausos acompañados de insultos y abucheos a su director y al actor Marcelo Mastroiani.

Con argumento y guión de Federico Fellini, Tulio Pinelli, Ennio Flaiano, y la colaboración en el guión de Brunello Rondi; fotografía de Otello Martelli; música de Nino Rota y dirección musical de Franco Ferrara, con la participación de "I Campanino" y Adriano Celentano, la obra de Fellini ganó el primer premio en el Festival de Cannes el año de su estreno.

Además, contó con las actuaciones de Marcelo Mastroianni, Anita Ekberg, Anouk Aimée, Ivonne Forneaux y Alain Cuny.

Con "La dolce vita", Fellini asumió por primera vez en su obra elementos de novedad y de crítica, acercándose al existencialismo, ya que fue testigo de la crisis de su tiempo, de la Italia de los años 50. Describió aspectos de la sociedad burguesa, del periodismo, las revistas ilustradas y de ciertos ambientes artísticos.

Según Fellini la película se le representó "en la aparición de una mujer que iba una mañana luminosa por la Via Veneto metida en un vestido que le hacía parecerse a una hortaliza".

Brunello Rondi, uno de sus guionistas explicó en 1960 que junto a Fellini, Flaiano y Pinelli, quisieron con este filme "analizar un aspecto global, creemos que actual, de nuestro tiempo. Se buscó mostrar cómo el decadentismo impregna la masa social, cargada de una notable crisis, corriendo de continuo hacia miles de fiestas, de euforia, de bienestar, de publicidad, de exaltación colectiva; que es lo contrario a un verdadero entusiasmo comunitario" (...). "Este filme, íntegramente logrado en la inspiración de Fellini, no es una emanación del caos, sino quizás su encuadre, en posición de razones críticas, instintivamente vividas".

Federico Fellini nació en Rímini, Italia, el 20 de enero de 1920. Comenzó su carrera cinematográfica ligado al neorrealismo italiano colaborando con Rosellini en el guión de "Roma, ciudad abierta".

Se dedicó a la producción cinematográfica desde el año 50 al 89. Realizó, entre otras, las películas "La strada", "8 1/2", "Satyrricon", "Boccacio '70", "Amarcord" y "La voce della Luna", que consagran una estética personal.

Su obra es casi una autobiografía. "Realizar un filme es vivir y crear al mismo tiempo", decía Fellini. Su filmografía dibuja un retrato exacerbado de la sociedad italiana, con personajes cuya caracterización, de tan peculiar, trascendió la esfera del cine.

En 1993 Fellini ganó un Oscar de reconocimiento a su trayectoria. Murió el 31 de octubre del mismo año.

Fuente: http://www.eldia.com.ar/ediciones/20000204/espectaculos3.html

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

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