miércoles, 25 de agosto de 1999

"Carmen", en La Plata, no demostró su sensualidad

Miércoles 25 de agosto de 1999 | Publicado en edición impresa LA NACION

Opera "Carmen", de Bizet. Libreto de Meilhac y Halévy. Elenco: Cecilia Díaz, José Azocar, Claudio Malgesini, Cecilia Lapponi, Fernando Núñez, Alberto Jáuregui Lorda, Carlos Esquivel. Régie de Constantino Juri. Director de orquesta, Jorge Mariano Carciófolo. Teatro Argentino, de La Plata. Otras funciones: el 27 y 29 del actual, a las 20.30, y el 2 y 5 de septiembre, a las 17.30.
Nuestra opinión: buena.

Una vez más, los cuerpos artísticos y técnicos del Teatro Argentino de La Plata lograron materializar un buen espectáculo lírico con la reposición de "Carmen", de Bizet, uno de los títulos más populares del repertorio francés. Y nuevamente, como en todos los títulos anteriores de la presente temporada, se convocó un numeroso público que colmó la totalidad de la sala manifestándose cálido y receptivo.

La versión fue, en líneas generales, agradable y bien cantada, destacándose en primer término el muy buen rendimiento del coro, preparado con su habitual seriedad profesional por Luis Clemente y el tenor chileno José Azocar, encarnando a Don José con entrega y expresiva manera de decir.

Convicción en el final

En este aspecto, fue notorio que el último acto, con el célebre y trágico encuentro de Carmen con su amante, alcanzó el momento dramático mejor logrado de toda la representación, no solamente porque José Azocar demostró buena predisposición vocal, sino porque Cecilia Díaz puso en juego mayor empuje en el decir y convicción para remarcar con el gesto la angustia del momento.

Fue algo inesperado que la excelente cantante argentina no lograra en las primeras escenas, donde juega como elemento primordial la seducción, apreciarla distante y poco comunicativa.

Es cierto que cantó con seguridad, dejando escuchar buen volumen y atractivo color vocal. Sin embargo, su decir careció de intencionalidad, en tanto que su labor actoral, librada a su suerte por el concepto aplicado desde la régie, no contribuyó a crear una protagonista de peso.

Del mismo modo, la soprano Cecilia Lapponi, centró toda el peso de su preocupación en cantar respetuosamente las arias y dúos de Micaela, dejando de lado profundizar y exhibir el dolor afectivo y la fragilidad de la joven Micaela. Pero Lapponi, por fortuna, posee musicalidad y buena voz, razón por la cual hay una carrera exitosa por delante.

En cambio, el barítono Claudio Malgesini no pudo dar solución a las ingratas dificultades que presenta el personaje de Escamillo. Si bien su voz es agradable, reiteró la sensación causada en su reciente Rigoletto, en el sentido de no tener bien incorporado el estudio del personaje, ni de contar con una escuela de canto que le permita emitir sin esfuerzo.

Sonia Stelman, Celina Torres, Carlos Gramajo y Fernando Núñez fueron dos gitanas y dos contrabandistas correctos, en tanto que Alberto Jáuregui Lorda, como Morales, y Carlos Esquivel, en el papel de Zúñiga, pusieron de manifiesto que ya han incorporado la experiencia que otorga seguridad musical y desenvoltura escénica.

Arcaica visión

Constantino Juri es un artista que se enrola por propia convicción en la tendencia de hacer la ópera sin perturbar el canto y la música. De ahí que su labor garantiza una puesta tradicional muy del agrado de puristas del género.

Pero hoy las obras del gran repertorio y en especial "Carmen", no deberían hacerse reiterando una estampa de Sevilla como se las vio siempre porque la sensibilidad del público es distinta. Y un error perjudicial para la obra es priorizar los rasgos hispánicos del tema, como se hizo en esta versión, porque se desnaturaliza el estilo.

Y en este mismo concepto cayó la versión de Jorge Mariano Carciófolo al remarcar con el mayor brío los ritmos y coloridos a la española y dejar de lado la línea refinada, la coloración tenue y el matiz transparente de la música gala.

Lógicamente, que se trata de un juicio de apreciación que podría merecer un largo debate, porque recrear una obra francesa situada su acción en España, parece un desafío inescrutable, como diría Borges.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=150916

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